Andalucía

La Junta evaluará a todos los directores de centros educativos

  • Para conseguir la calificación que da derecho a cobrar de por vida toda la paga extra de dirección se deberá acreditar la mejora de los resultados de los alumnos

Hasta 2007, obtener evaluación favorable de una comisión designada por la administración educativa -que se realizaba sólo previa petición del interesado- permitía a los directores de colegios e institutos públicos de Andalucía renovar el cargo, hasta acumular nueve años consecutivos de mandato, y consolidar el complemento salarial de dirección de por vida. Una paga que, por ejemplo, para los directores de instituto, oscilaba entre los 283 euros mensuales, para los centros más pequeños, y 401 euros, para los mayores, cantidad de la que se podía consolidar hasta el 60 por ciento.

La entrada en vigor de la Ley Andaluza de Educación (LEA), aprobada por el Parlamento el pasado noviembre, ha cambiado esta situación. A partir de 2008, la evaluación de los directores de centros públicos pasa a ser obligatoria. Y si consiguen un reconocimiento positivo de su labor, los directores podrán repetir en el cargo, que ahora tiene cuatro años de vigencia, una sola vez más. Si quieren optar a más renovaciones, tienen que presentarse de nuevo al concurso público que oferta las plazas directivas. La evaluación ya no depende sólo de la Administración, sino que debe contar con el visto bueno mayoritario del consejo escolar del centro, en el que tienen voz y voto docentes, padres y alumnos. En el caso de que su gestión sea bien valorada, el director consolidará el cien por cien de su complemento salarial. Una paga que, además, ha duplicado en cuantía, hasta alcanzar la cota máxima de 802 euros mensuales extra, a recibir de por vida.

En la evaluación del profesor, además de su gestión de los recursos materiales y humanos, gana un nuevo peso específico "la mejora de los rendimiento escolares de los alumnos", informa Carmen Rodríguez, directora general de Ordenación y Evaluación Educativa de la Consejería de Educación. Para medir esta variable se tendrán en cuenta tres indicadores: que los alumnos hayan conseguido resultados mejores en las pruebas anuales de diagnóstico de Lengua y Matemáticas; el índice de satisfacción de las familias y la mejora de las estadísticas escolares, entre las que se incluye la subida de titulados en ESO o un porcentaje menor de repetidores.

"Vamos a reconocer el trabajo bien hecho. Es hora de que el problema de los rendimientos de los alumnos sea asumido también por los centros escolares y no sólo por la administración", concluye Carmen Rodríguez.

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