Andalucía

Málaga estudia vallar el recorrido de las cabalgatas tras la tragedia

  • El alcalde reitera que el cortejo cumplía con todas las medidas de seguridad pertinentes Insiste en que la ausencia de elementos de protección no conlleva que ocurran tragedias

Málaga vive hoy el segundo de los dos días de luto decretados el sábado por el Ayuntamiento en señal de duelo por el fallecimiento de Miguel, arrollado por una carroza de Reyes del distrito de Cruz Humilladero cuando trataba de coger unos caramelos. El suceso ha suscitado un amplio debate sobre las medidas de seguridad del desfile y ayer el propio alcalde, Francisco de la Torre, consciente de la gravedad del incidente, recalcó a las puertas del tanatorio que el recorrido cumplía con todas las medidas pertinentes, al punto de que, en el momento en que se produjeron los hechos, la carroza era vigilada por un total de 15 personas, 12 voluntarios (seis delante y otros tanto detrás), dos miembros de Protección Oficial y un agente de la Local.

Cuestionado por los periodistas sobre si el incidente se podría haber evitado, el regidor reconoció la "dificultad" de la cuestión. "Pasó. Podemos hablar de accidente. Ni la familia ni tampoco los organizadores del desfile imaginaban que ocurriría algo así", señaló visiblemente emocionado De la Torre. No obstante, afirmó que esta tragedia obligará "a plantear muchas cosas", por lo que no descarta la posibilidad de estudiar que se instalen vallas de protección a lo largo de todo el recorrido de la próxima cabalgata. Una medida que, precisamente, ya se han implantado en otras ciudades, entre ellas Madrid. "Hasta ahora no ha habido problemas en el desfile oficial ni en el de los distritos. Esto es tan triste que obliga a una reflexión. Y la haremos", matizó el alcalde.

En fechas clave en las que la ciudad es testigo de numerosas aglomeraciones, como es el caso de Semana Santa o el tradicional cortejo de Reyes, el Ayuntamiento, por razones de seguridad, suele colocar, aunque solo en el recorrido oficial, diversas vallas que obligan a mantener una distancia prudencial entre los asistentes y los desfiles. Es el caso, por ejemplo, de Alameda Principal y calle Larios. De ahí que De la Torre insistiera ayer en que "el hecho de que no hubiera vallas instaladas [en el lugar en que se produjo el suceso] no es razón para pensar que ocurran estas cosas", puesto que las cabalgatas, dijo, funcionan por lo general "de esta tradicional manera". "Sopesaremos. Vamos a ver cómo funciona el tema. Cada vez hay más efectivos de seguridad y voluntarios de carrozas", resaltó.

Sin embargo, otro de los aspectos que también debería valorarse estriba en saber hasta qué punto la instalación de estos elementos resultaría lo suficientemente eficaz, puesto que, como pudo comprobar este periódico, en las zonas en las que están instaladas las vallas los niños se cuelan por debajo de ellas para ponerse en primera fila y así recoger el máximo número de caramelos posibles.

Tras conocerse la noticia del fallecimiento de Miguel, que en apenas unas horas corrió como la pólvora por todo el país, la asociación de consumidores Facua fue uno de los primeros colectivos en exigir que los cortejos dispongan de vallas que impidan acercarse al público, en caso de no contar con efectivos suficientes. El portavoz del colectivo, Rubén Sánchez, afirmó que "una tragedia como ésta debe llevar a la reflexión sobre si las medidas de seguridad que se llevan a cabo en las cabalgatas resultan eficientes o deben modificarse determinadas prácticas y protocolos para que lo ocurrido en Málaga nunca se repita". Asimismo, concretó que los desfiles en que se lanzan caramelos desde las carrozas "tienen que garantizar en todo el recorrido la existencia de vallas que impidan al público acercarse a estos vehículos a una distancia que ponga en riesgo su seguridad". Facua recordó también que "hay ayuntamientos que han decidido que en sus cabalgatas ya no se tiren caramelos desde las carrozas como medida de precaución por las avalanchas".

Por su parte, la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, subrayó la importancia de "revisar si estas tragedias pueden evitarse", algo que, según reconoció ella misma, es "difícil de saber" en circunstancias como ésta. También el responsable de Izquierda Unida en la ciudad, Eduardo Zorrilla, dejó entrever, en declaraciones a los periodistas al finalizar el sepelio, su opinión sobre el tema. "Hoy [por ayer] no es el momento de pronunciarse sobre eso. Habrá tiempo para analizar si las medidas de seguridad fueron suficientes o mejorables", explicó Zorrilla, que a su vez recordó que su formación rechazó la contratación privada de la cabalgata, aunque "el suceso podría haber ocurrido de cualquier forma". La decisión del Ayuntamiento de seguir con la cabalgata creó una amplia polémica en las redes sociales.

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