El próximo domingo se cumplirán 45 años del día en el que unos dos millones de andaluces salieron a las calles de sus ocho provincias para reivindicar la concesión de una autonomía plena que les permitiera decidir y cambiar la situación de empobrecimiento que sufrían. Fue el día en el que se fraguó la autonomía andaluza. Años después el Estatuto de Autonomía para Andalucía quedaba aprobado por unanimidad con políticos como Ángel López, Miguel Ángel Pino y José Rodríguez de la Borbolla, del PSOE; Carlos Rosado y Pedro Luis Serrera, de UCD; Javier Pérez Royo, del PCA, y Juan Carlos Aguilar, del PSA, como padres del mismo. Sin embargo, el recuerdo de aquella histórica manifestación irá siempre ligado a la figura de Manuel García Caparrós ¿Quién fue Manuel Caparrós?

Manuel García Caparrós era un joven de 19 años que trabajaba en la fábrica de Cervezas Victoria y que aquel 4 de diciembre de 1977 se manifestaba en Málaga por la autonomía de Andalucía. Militante de CCOO, perdió la vida cuando una bala perdida fue a parar a su cuerpo durante una carga policial ocasionada a raíz de que otro joven decidiera escalar por la fachada de la Diputación de Málaga para colocar la arbonaida andaluza. Ocurrió en la esquina del edificio situado en la Alameda Colón de Málaga capital y casi medio siglo después no han terminado de esclarecerse todos los hechos, con su familia insistiendo en identificar al culpable y queriendo que el expediente del Ministerio de la Gobernación redactado días después del asesinato deje de ser considerado 'secreto'.

Caparrós, símbolo de la lucha por la autonomía

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha reunido esta semana con la familia de Manuel Caparrós y promete que Caparrós ocupará un lugar destacado en la memoria andaluza. El Parlamento de Andalucía pide considerar a García Caparrós víctima al luchar por la democracia, tal y como reclaman con insistencia sus hermanas, pero hasta el momento únicamente lo recuerda una placa en el lugar que lo asesinaron colocada hace dos décadas. 

Los restos mortales de Caparrós descansan en el Jardín del Recuerdo del cementerio de Málaga, pero son muchos los andaluces que desean que su figure pase a considerarse oficialmente como un símbolo de la lucha del pueblo andaluz por esa deseada autonomía y víctima de la represión que aún coleaba en España antes de implantarse definitivamente la democracia.