El Partido Popular responsabilizó ayer a Susana Díaz del "callejón sin salida" en el que se encuentra para conseguir la investidura como presidenta de la Junta. El presidente de los populares andaluces, Juan Manuel Moreno, replicó a los llamamientos a la responsabiidad que le lanzó la candidata socialista que fue ella quien convocó elecciones "pensando en su interés electoral, y no le han salido las cuentas".

El no del PP estaba anunciado, más aún cuando se ha ausentado de las negociaciones bilaterales que sí mantuvieron los socialistas con Ciudadanos y Podemos en la última semana. La novedad fue la introducción en la negociación de 146 medidas de las que Moreno enunció una decena, y que conforman el ideario del PP en materia económica o social. Díaz le replicó que ella no se presenta para cumplir con el programa del gobierno del PP, e instó a Moreno a que, desde su responsabilidad como principal partido de la oposición y por la experiencia del PP en las instituciones, no secunde a los partidos nuevos y desbloquee la investidura. Más cuando no se presenta como alternativa.

Moreno, que pareció presentar su programa de gobierno, hizo oìdos sordos. Acusó de una tacada a Díaz de "soberbia, prepotencia, actitud altiva y de tener todavía el síndrome de la campaña electoral" y le instó a que se haga una pregunta: "¿Qué habrá hecho usted mal para que ninguno de los cuatro grupos, con diversas ideologías, no tengan confianza en usted y le den un no rotundo?"

La "minoría más votada", como definió Moreno la situación del PSOE tras las elecciones, obliga a la candidata a "ceder, y eso no va con su talante". "Quiere conseguir la legitimidad del Parlamento, la misma que usted invocó cuando fue elegida presidenta hace 18 meses sin el voto de los andaluces", dijo Moreno. El dirigente popular le reprochó que el "tiempo nuevo" no hubiese comenzado con otro talante hacia el PP. "Nos dan una patada en la espinilla con la Mesa del Parlamento y ahora nos invita a sentarnos. No nos eche la culpa a nosotros", zanjó Moreno.