Caso Minutas

Del Nido, a prisión in extremis

  • El ex presidente sevillista entra en la cárcel de Sevilla I tan sólo unas horas después de recibir un ultimátum de la Audiencia de Málaga. O entraba voluntariamente en un centro penitenciario o dictarían la orden de detención.

Ataviado con una gorra roja del Sevilla, de la edición del Centenario y con la visera hacia atrás. Con ropa muy cómoda y portando una pequeña mochila con algunas pertenencias personales. Y acompañado de un amigo íntimo, que portaba un libro. De este forma entró a primera hora de este miércoles José María del Nido en la cárcel de Sevilla I para cumplir la condena de siete años que le impuso en diciembre pasado el Tribunal Supremo por el saqueo del Ayuntamiento de Marbella. La tarde anterior, Del Nido la aprovechó para despedirse de sus familiares y amigos, e incluso salió a correr con uno de sus hijos cerca de su domicilio en Simón Verde. 

El abogado y ex presidente del Sevilla acudió a la cárcel sevillana unos minutos después de las ocho de la mañana, tras haber agotado todas las vías posibles demorar su encarcelamiento, incluida la solicitud de un indulto para el que llegó a recoger 15.000 firmas. Su ingreso fue voluntario, pero in extremis, porque en la tarde del martes la Audiencia de Málaga le había dado un ultimátum: si no entraba ya en prisión, el tribunal le advertía que procedía a acordar la correspondiente orden de busca, detención, e ingreso en prisión. 

Con ese contundente auto que echaba por tierra su última esperanza de eludir la cárcel, Del Nido no tenía más opción que la que finalmente adoptó si quería evitar que los reporteros gráficos captaran la imagen del que ha sido el mejor presidente del Sevilla en su historia siendo conducido esposado por la Guardia Civil. 

El protocolo penitenciario establece que nada más acceder al recinto penitenciario, el reo tiene que ofrecer sus datos de filiación. A continuación, los funcionarios le tomaron las huellas dactilares a Del Nido, quien poco después fue conducido al departamento de ingresos del centro penitenciario, donde pasó su primera noche privado de libertad. Según fuentes penitenciarias consultadas por este periódico, Del Nido fue trasladado por orden de la Subdirección de Seguridad al módulo 3 de presos preventivos, uno de los denominados "módulos de respeto" de la cárcel sevillana y que está considerado como uno de los mejores módulos de la cárcel, donde hay un perfil de interno que no es nada conflictivo. 

Del Nido ha pasado la noche en una celda, recluido con otro interno, ya que la dirección del centro establece, como norma general, que los nuevos penados no estén solos en estos primeros momentos. El protocolo penitenciario determina que, tras la instrucción de derechos y deberes al nuevo recluso, se le haga entrega de un kit con objetos higiénicos y se le permita, si lo desea, telefonear a su familia y a su abogado, para que el penado les informe sobre dónde y cómo se encuentra. En las horas siguientes a su encarcelamiento también se le realiza el examen médico preceptivo. 

A partir de su entrada en prisión, el director del centro dispone de un plazo de 72 horas para comunicar la situación a la Audiencia de Málaga, encargada de la ejecución de la sentencia al abogado sevillano. 

Del Nido puede permanecer un máximo de cinco días en el departamento de ingresos, donde está aislado del resto de la población reclusa. Durante estos días, el ex presidente del Sevilla mantendrá cuatro entrevistas con personal de Sevilla I. En concreto, con un educador, un trabajador social, un psicólogo y un jurista, quienes completarán un perfil del condenado desde estas distintas perspectivas. Como culminación de este proceso, los profesionales del centro realizarán una propuesta de separación interior, para alojar a José María del Nido en uno de los más de 20 módulos de los que dispone la cárcel sevillana. De esta forma, se busca integrar al condenado con el grupo de penados más idóneo de acuerdo a sus características personales, sociales, psicológicas y criminológicas. 

En los últimos días, el ex presidente Del Nido era consciente de que su futuro más inmediato pasaba por la cárcel y así lo reflejó en su estado en el programa mensajería Whatsapp, donde aseguró que volverá "con más fuerza que nunca".

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