Andalucía

"Obama también pisa zonas grises"

  • John Radsan, ex abogado de la CIA con credencial 'top secret', cuenta en Jerez cómo se viste de legalidad en Estados Unidos una acción como la que acabó con Ben Laden

"Sí, claro, el derecho internacional no nos restringe. Firmamos tratados que luego interpretamos a la luz de nuestro derecho nacional. En ese aspecto, Europa se ciñe mucho más a la letra". John Rasdan imparte clases de Derecho. Es un personaje relevante en el espionaje de Estados Unidos en los últimos años. Si Radsan está en Jerez, en el Ágora de Seguridad organizado por la Universidad de Cádiz y Securitas, es porque "me caen bien los españoles".

Radsan, graduado con honores en Harvard, no es cualquiera. Tiene una credencial top secret que le permite acceder a secretos. La credencial le viene de sus años en la CIA. Fue uno de los cien abogados en nómina de la agencia de inteligencia durante los años que siguieron a la invasión de Iraq. Su trabajo consistía en vestir de legalidad todas las acciones, violaciones de derecho internacional incluidas, que el presidente de los Estados Unidos pudiera cometer en aras de la seguridad nacional. Con un cierto tono cínico que da el oficio, su currículum dice que es uno de los fundadores del Foro de Seguridad Nacional, un intento de crear un lugar de debate que aproxime las libertades y la seguridad.

Radsan no se anda con remilgos a la hora de explicar cuáles son las prioridades de Estados Unidos en el exterior: "Obama sonríe mejor, es mucho mejor orador que Bush, a la gente le cae más simpático, pero en materia de seguridad ha pisado las mismas zonas grises que Bush". La muerte de Ben Laden es un ejemplo. "En esa acción Estados Unidos violó el derecho internacional, entró sin permiso en un país, Pakistán, y ejecutó una orden del presidente. Antes de decidirse esa acción, los abogados de la CIA seguro que fueron consultados, se les pediría un armazón legal. Este es que no era una acción contra un criminal, por lo que tendría que ser juzgado, sino que se trataba de una acción de guerra. Eso puede no convencer en Europa, pero sí en Estados Unidos, donde se trata de no vulnerar el derecho nacional".

¿Puede hacer, por tanto, un presidente de Estados Unidos lo que le venga en gana siguiendo la máxima de la seguridad nacional? "No. Un presidente puede considerar que Sarah Palin es un peligro para la seguridad de Estados Unidos y ordenar su ejecución, pero habría un abogado que le explicaría que ahí está vulnerando la Constitución de los Estados Unidos, que es su límite". Y así Radsan explica cómo funcionan las cosas: "Hay un derecho para los americanos y otro para los que no lo son".

Guantánamo es una de las zonas grises a las que hace mención Radsan cuando habla de Obama. "¿Tortura? Podríamos decir que tener a un hombre dos noches sin dormir es tortura. Podrían serlo tres. Los asesores legales deciden que tres no son tortura, es cruel, pero no es tortura. Tendrían que ser cuatro. La tortura es relativa. Es lo mismo con la táctica water boarding [sumergir la cabeza del detenido en el agua hasta dar la sensación de ahogamiento una y otra vez], que se puede considerar que no es tortura ya que solo es una simulación. La CIA se mostró contraria a estas prácticas, pero el secretario de Estado Cheney opinaba lo contrario y el presidente lo autorizó. ¿Se violaba la Constitución? No, si no se aplicaba a ciudadanos norteamericanos. Una vez más se apelaba al estado de guerra. Ahora Obama ha decidido que el water boarding es tortura.

Todo se puede hacer legal en la máquina de fabricar legalidades de la CIA. "La CIA jamás actúa por sí misma. Cuando intenta influir en un resultado en las elecciones en Italia o Chile para favorecer sus intereses nacionales existe una orden del presidente y el conocimiento de los líderes del Congreso. Es una acción encubierta. La CIA no puede ir con sus agentes por ahí cumpliendo la legalidad internacional y diciendo eh, somos espías, venimos a ver qué estáis haciendo aquí. ¿Lo hace el Mosad cuando espía en nuestro territorio y somos países amigos? En ese sentido, la muerte de Ben Laden cumplió los requisitos de una acción encubierta. ¿Íbamos a decir a Pakistán eh, vamos a entrar en vuestro territorio y vamos a capturar al hombre más buscado del planeta sin juicio y sin abogado de defensa? Los americanos somos ingenuos, en serio, lo somos. Pero también somos egoístas". Y lo afirma con tal soltura y convencimiento que hay que creer a Radsan.

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