Pasaron las elecciones europeas y el PP, con la coraza de la victoria, se propone reanudar hoy en el Parlamento andaluz su ofensiva contra los socialistas por la subvención de 10,1 millones de euros que el Gobierno autonómico concedió a Aguas de Minas Teñidas (Matsa), en la que trabaja la hija del ex presidente de la Junta, Manuel Chaves. Es la consecuencia de varios factores: por un lado, los populares ya anunciaron durante la campaña electoral -en la que lejos de olvidar la polémica han bombardeado con ella como ha hecho el PSOE con el caso Camps- que al final de los comicios volverían a la carga en el campo de batalla andaluz; por otro, Moncloa se ha cuidado mucho de desviar al Parlamento autonómico la posible explicación de Chaves, que dijo "estar disponible" para comparecer en el Congreso. Zapatero es el primer interesado en evitar ese rifirafe en la Cámara Baja.

Así que el PP andaluz veló armas ayer tras el anuncio de su secretario general, Antonio Sanz, que adelantó la batería de preguntas que su grupo tiene preparada para el Pleno de hoy (que se adelanta al martes por la festividad del jueves, en Sevilla). El núcleo de ese interrogatorio hará referencia al posible incumplimiento de la Ley de Incompatibilidades de altos cargos; la participación de altos cargos de la Junta y del Gobierno central en Matsa; la modificación por parte de la Consejería de Innovación de una Orden para conceder la subvención, y el incremento de los incentivos a la cita empresa.

Sanz, que advirtió que tanto el PSOE como el propio Chaves tendrán que dar explicaciones sobre esta subvención en el Parlamento andaluz y en el Congreso, dijo que se trata de un asunto que está "más vivo que nunca", por lo que confía en que el Gobierno andaluz actúe con "transparencia" en el pleno del Parlamento. El dirigente del PP, que calificó de "ridículas y vergonzosas" las explicaciones de Chaves, exigió al PSOE que no use el Parlamento como un "muro infranqueable" para intentar "ocultar el escándalo".

Según Sanz, la creación de una comisión de investigación en el Parlamento andaluz sobre la subvención a la empresa Matsa, supone la "prueba del algodón" para el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, sobre si quiere un cambio en Andalucía.