Exultante se mostró ayer la portavoz del PP-A, Rosario Soto, quien aprovechó la mañana dominical para hacer balance del mapa de poder municipal que dejó la vibrante jornada del 11-J. Soto acudió a su cita con la prensa con dos premisas básicas: remarcar los históricos resultados cosechados por su formación y justificar el acercamiento entre dos fuerzas políticas en principios ideológicamente equidistantes como IU y PP.

La portavoz popular responsabilizó a "la soberbia y el hartazgo" mostrada y provocado por los alcaldes socialistas durante los últimos años de los pactos gracias a los que el PP se aupó a la Alcaldía en una veintena de municipios andaluces con la colaboración imprescindible de IU. Soto evitó y rechazó el término "pinza" para explicar el comportamiento de dos partidos puestos bajo sospecha por el PSOE y muchos ciudadanos desde el sábado: "Los pactos con IU no son pactos de gobierno, sino entendimiento entre personas de diferente ideología que han unido su voto contra el hartazgo y la soberbia de los alcaldes socialistas".

Además, Soto puntualizó que principalmente culminaron pactos con los grupos independientes y, puntualmente, también con otras fuerzas políticas como PA, IU y PSOE. Algo, que a su juicio, "una vez más ha demostrado la gran capacidad de diálogo para llegar al entendimiento local e implica mucho respeto y más obligaciones que nunca para gobernar sin discriminar a nadie, tanto a los que han votado al PP, como los que no".

Y es que el PP-A sumó casi cien alcaldías más a las ya logradas mediante mayorías absolutas (117), entre ellas las ocho capitales de provincia, tras las sesiones de investidura del pasado sábado. De esta forma, los hasta hace tres días candidatos populares se alzaron con el poder en 272 ayuntamientos andaluces, más del doble de los alcanzados en los comicios municipales de 2007, cuando gobernó en 130.

Los números de los que presume el PP son ciertamente históricos, ya que tras los pactos, el PP consigue 3.148 concejales y gobierna ya en una población de más de 5.412.000 andaluces, lo que supone el 64,5%. El PSOE, por el contrario, dirigirá los designios municipales de más de 2.175.000 andaluces, o lo que es lo mismo, en torno a una cuarta parte de la población andaluza.

Finalmente, por provincias, la formación popular estará al frente de 57 ayuntamientos en Almería; 17, en Cádiz; 21, en Córdoba; 79, en Granada; 17, en Huelva; 29, en Jaén; 34, en Málaga, y 18, en Sevilla.

La dirigente popular se armó con estas elocuentes cifras para asegurar que "no solamente el cambio es posible en Andalucía, sino que se ha demostrado que el cambio es necesario y urgente en la región" y que el PP "se ha convertido en el partido vertebrador y en el eje central de la política". Eso sí, Soto advirtió que los ciudadanos no esperen recetas milagrosas para los problemas actuales y que el objetivo es "gobernar desde la austeridad y la transparencia en una situación económica complicada y en instituciones con pocos recursos".