Cerrado el trámite de consultas a los partidos con la prevista y única candidatura de la socialista Susana Díaz, la fórmula aritmética que permita su investidura seguía siendo hasta ayer impredecible. Los esfuerzos del PSOE por apelar a la "responsabilidad" de los demás partidos no han encontrado eco, pese a que los socialistas confían en que el paso de los días y la celebración del debate de investidura (un primer pleno los próximos lunes y martes y, de no conseguir mayoría absoluta, una nueva votación el jueves por la tarde, en la víspera del inicio de la campaña electoral) venza la firmeza de la oposición y haga caer la investidura como fruta madura.

La renuncia de los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán a seguir ocupando sus cargos sigue siendo insuficiente para Ciudadanos (C's) y, sobre todo, para Podemos, cuya anuencia es clave para el PSOE. La otra opción pasa por la abstención del PP, impensable "ahora mismo" según dijo el lunes el presidente de los populares andaluces, Juan Manuel Moreno.

Así las cosas, ningún partido entiende por qué el PSOE se ha lanzado a proclamar que Susana Díaz será elegida presidenta de la Junta la próxima semana si no es por puro tacticismo. "Un globo sonda", lo consideró ayer el portavoz de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín. "No es buena receta para un debate intoxicar, dificulta la negociación, no se puede hablar por boca de los demás", censuró la secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, que añadió: "La presión no es positiva para ninguna negociación, ni el chantaje".

Justo unos minutos antes compareció ante los periodistas el portavoz parlamentario del PSOE, Mario Jiménez, para anunciar que una vez cumplimentado el trámite de consultas a los grupos "ha llegado el momento de pasar a los hechos y que los partidos hagan un cumplimiento fiel de los que dijeron los andaluces", en referencia a los resultados de las elecciones donde el PSOE consiguió 47 escaños, 14 más que la segunda fuerza.

Jiménez consideró que hay cuestiones sobre las que se puede cerrar una "base de entendimiento en un acuerdo global" con Podemos y Ciudadanos, los dos grupos cuya abstención conjunta facilitaría la investidura de Díaz. El socialista dijo sobre la exigencia de la firma del pacto contra la corrupción de C's que la propuesta del PSOE "va más allá" y, sobre Podemos, dijo que hay propuestas coincidentes sobre los desahucios. Jiménez no concretó su opinión sobre las dos condiciones innegociables de Podemos que son reducir altos cargos y personal de libre designación y cerrar las cuentas de la Junta en entidades financieras que ejecuten desahucios. "En los próximo días hay que concretar líneas que están esbozadas", señaló sin más Jiménez, que atisbó también del PP un "cambio de conducta".

De estos avances no tenían noticia C's o Podemos. Marín zanjó además la posibilidad de que su formación pueda facilitar por sí sola la investidura de Díaz en segunda votación. "En ningún caso votaremos sí, porque ese programa político no es nuestro", señaló Marín, que también descartó que un hipotético apoyo sea "moneda de cambio" en las negociaciones de otras regiones.

Rodríguez también negó injerencias del partido a nivel nacional y se centró en sus propuestas. "No pedimos la luna", dijo. El grupo parlamentario aprobó reclamarle al PSOE una valoración sobre estas condiciones antes de volver a negociar. IU, cuyo portavoz, Antonio Maíllo, se entrevistó con Durán, también mantuvo el no.

Por su parte, el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, dio a conocer la fecha de debate que hoy acordará la Junta de Portavoces y alentó la posibilidad de que, como pretende el PSOE, convoque votaciones cada 48 horas en plena campaña si Díaz no es elegida. "Mi obligación es insistir hasta conseguir un presidente de la Junta; es mi obligación ineludible", dijo.