Andalucía

¿El PSOE "ganador" de Díaz o el "nuevo" de Sánchez?

  • Los discursos de los dos favoritos a las primarias del 21 de mayo reflejan la fractura, mientras que López insiste en llamar a la unidad y en su continuidad

La dicotomía está servida en el PSOE. Lo decían los números tras la recogida de avales, pero lo refrendan los discursos de los dos favoritos y del aspirante descolgado. Susana Díaz, invicta en todas las urnas hasta las elecciones del 26 de junio de 2016 quiere recuperar "la moral de victoria" para el partido que aspira a dirigir. Pedro Sánchez quiere un "nuevo PSOE" donde los militantes decidan sobre todos los pactos y decisiones que haya que tomar tras unos comicios. Así pretende hacer un partido ganador. Patxi López, con sus 10.000 avales, hace casi una llamada de socorro: hay que "salvar" al PSOE una lucha fratricida no es la mejor idea. "¿Estamos ciegos a lo que está pasando?", se preguntó ayer el ex lehendakari.

En el equipo del ex secretario general creen que es precisamente López quien no ve las cosas con claridad. El secretario de organización del PSOE de Navarra, Santos Cerdán, sólo ve ya una carrera con dos contrincantes. "El tercero se ha quedado fuera", espetó ayer en La Rioja. Y está "convencido" de que la mayoría de los fieles al ex presidente del Congreso tienen más sintonía con su candidatura que con la de la líder andaluza. Si se obvia la teoría del voto cautivo que defienden los pedristas -que dice que hay avalistas de Díaz que votarán a Sánchez-, la única forma que tiene el madrileño de recortar la ventaja que aparenta tener la presidenta de la Junta pasa por convencer a los fieles a López.

Después de la oferta que hizo en Alcalá de Los Gazules, el ex líder del PSOE ha bajado el tono de sus ofertas a los patxistas e insiste en su discurso para atraer a la militancia descontenta con la abstención ante Rajoy. "Reivindico un partido donde se consulten las decisiones trascendentales a los afiliados", afirmó ayer Sánchez durante un mitin en Murcia, donde explicó que su objetivo es "salvar al PSOE de la abstención".

Para el ex secretario general, dejar gobernar al PP fue un error y la forma de llevar al PSOE a La Moncloa de nuevo es "no unirse a la derecha ni parecerse a ella". Su principal contrincante asegura que su objetivo es el mismo y que si llega a La Moncloa pondrá en marcha las políticas que promueven los barones socialistas que gobiernan en sus respectivas regiones. Ayer Díaz estuvo en Aragón acompañada por el presidente regional, Javier Lambán, con quien se siente "identificada" porque cree que sus decisiones ya "están restituyendo derechos a los ciudadanos".

La jefa del Ejecutivo andaluz también se mostró orgullosa de los dos ex presidentes socialistas que ha tenido España: Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Sánchez también se acordó de ambos, sin nombrarlos. Se refirió a ellos como esos "ilustres compañeros" que, "si tuvieran 35 años menos, apoyarían nuestra candidatura porque defendemos lo que ellos entonces: un partido socialista de izquierdas y participativo".

Los dos ex presidentes sí ganaron elecciones y Díaz, en su acto en Zaragoza, se encargó de recordar quien no hizo lo propio cuando tuvo la oportunidad. La aspirante andaluza aseguró que la situación actual de su partido se debe a que el PP "en su etapa más baja y difícil" le ha propinado "su mayor derrota electoral". Hablaba Díaz de los 90 escaños del 20 de diciembre de 2015 y los 85 que recogieron los socialistas apenas seis meses después. "No me voy a resignar ni a 90 ni a 85", afirmó para después decir que no aspira a "regentar" el PSOE, sino a "romper otro techo de cristal, el de la Presidencia del Gobierno de este país".

Tanto Sánchez como Díaz hicieron guiños -discretos- a la unidad, pero Patxi López es quien abandera ese discurso. "Mi candidatura va a seguir adelante", garantizó el ex lehendakari desde Santander. López mostró su disconformidad con la "guerra de avales" y con el hecho de que sus dos contrincantes estén "armando ejércitos" para una campaña que comienza esta semana tras la proclamación de los candidatos. "Si nos seguimos chillando entre socialistas ¿quién va a escuchar ahí fuera?, se preguntó el aspirante vasco, que mostró su preocupación por las consecuencias que puede tener para el PSOE la división que ya se barrunta. También pidió el "voto útil para salvar al PSOE" y explicó que la misión de su candidatura es "tender puentes". Le van a hacer falta buenos cimientos.

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