Dice Enric Juliana que “cualquier oscilación” que ocurra en Andalucía se deja notar en todo el pais. Por ese motivo, el cronista político de La Vanguardia cree que la irrupción de Vox en las elecciones autonómicas del pasado 2 de diciembre –y la salida del PSOE de la Junta como consecuencia– son hechos de una importancia comparable a la fundación del Estado de las autonomías.

Entonces Andalucía fue capaz de “desbordar” el marco constitucional sin hacerlo y ahora, según el periodista catalán, es la puerta de entrada de un movimiento internacional al que España, hasta ahora, era impermeable.

“El partido del presidente de los EEUU se está extendiendo”, espetó ayer Juliana, que estuvo ayer en Sevilla para presentar el libro que ha escrito a cuatro manos con Pablo Iglesias bajo el título Nudo España (Editorial Arpa). Para Juliana, Vox imita las formas nacionalistas de Donald Trump, pero el líder de Podemos difiere de su compañero de firma.

Iglesias ve en Santiago Abascal a una figura más parecida al neoliberal brasileño Jair Bolsonaro. “No han competido nosotros en defender a los taxistas frente a Uber y Cabify”, aclaró Iglesias, que sí coincide con Juliana al negar que Vox sea un partido fascista o “neofranquista”.

El partido que dirige Abascal centró gran parte de la discusión entre el secretario general de la formación morado y el periodista de Badalona, que también difieren al explicar la entrada de Francisco Serrano y otros once parlamentarios de Vox en el Parlamento andaluz.

Iglesias se puso freudiano cuando afirmó que “el inconsciente de la derecha se ha liberado de lo políticamente correcto”, mientras que Juliana es menos teórico y aludió al “deseo de cambio” propiciado por más de tres décadas de un poder socialista que está ahora en la rampa de salida.

“Los errores de Susana Díaz y sus aduladores han acelerado la política española”, espetó el periodista, responsabilizando a la propia presidenta en funciones de la derrota socialista.

Como Iglesias, Juliana cree que la derrota de la líder andaluza en las primarias del PSOE la dejaron herida y, aseguró Juliana, Díaz pecó de “soberbia” al pensar que la situación en el sur estaba lo suficientemente “solidificada” como para convocar unas elecciones y salir victoriosa. “

Pese a que la considera “uno de los cuadros políticos más sólidos y preparados del PSOE”, Iglesias lanzó un dardo a la líder socialista al asegurar que “hay una regla no escrita que dice que ningún candidato del PSOE andaluz ha repetido tras una derrota” propiciada, según el líder de Podemos, porque la presidenta de la Junta en funciones “no vio venir” la crisis “del régimen del 78”, del que Díaz forma parte.