Hasta 22.205 cabezas de ganado se han incorporado desde hace dos meses al nutrido número de efectivos del plan Infoca. Vagan por los montes andaluces dirigidas por 49 pastores y con un rumbo fijo: trazar los senderos que consigan atajar los incendios forestales.

La frase es recurrente: los fuegos se apagan en invierno, y el nuevo año de sequía que padece Andalucía puede complicar aún más el verano en la comunidad. Para evitarlo en lo posible, la Consejería de Medio Ambiente, a través de su empresa pública Egmasa, ha recurrido a cerca de 16.000 ovejas, unas 6.000 cabras y casi un centenar de vacas que se encargan de poner al día los cortafuegos en 2.196 hectáreas de montes públicos de las ocho provincias. El plan se extiende ahora a toda la comunidad después de tres años de trabajos experimentales para importar al territorio andaluz una práctica habitual en Francia , donde los pastores reciben ayudas de la UE, y que también se quiere exportar a otros países del Mediterráneo.

Antonio Río trabaja con sus 500 ovejas en el cortijo La Ventilla, en El Burgo (Málaga). Durante años vio cómo le perseguían por intentar llevar sus cabezas a los montes públicos; ahora le pagan por hacerlo. "Parece mentira que se acuerden de nosotros cuando antes no se podía uno acercar de ninguna manera", dice entre risas. El año pasado, añade, consiguió abrir "una pechá de kilómetros". Este año "la cosa va bastante bien". Los pastores cobran de Egmasa según la calidad con la que queden los cortafuegos, la extensión que hayan conseguido mantener, la vegetación tratada y las condiciones del terreno. Ríos lleva a sus ovejas a este monte público durante los 12 meses. Si allí no encuentra pasto, vuelve a la finca donde siempre trabajó.

"En 2007 logramos cumplir con el 70% de los objetivos. Los sistemas mecánicos para abordar los cortafuegos están ahí, pero utilizar cabezas de ganado es un método alternativo que además ayuda al desarrollo rural manteniendo prácticas tradicionales", sostiene Fernando Carrasco, del Infoca.

El proyecto, sostiene Carrasco, funciona y aún puede crecer más: "Estamos abiertos a incorporar más ganaderos para generalizarlo lo máximo posible y también sería interesante que se incorporaran las fincas privadas".

Actualmente, Medio Ambiente estudia otros 40 posibles lugares donde actuar, pero este año ya está garantizado que se triplique el número de cabezas respecto a las de 2007, en el que participaron 19 pastores y se actuó sobre 910,8 hectáreas. El proyecto de pastoreo controlado se inició en el año 2005 en los montes malagueños en una investigación con el CSIC.