Andalucía

Rajoy elige a Juan Manuel Moreno contra el criterio de Cospedal y de Zoido

  • El secretario de Estado de Igualdad, apoyado por Arenas, proviene de Málaga, granero de votos del PP-A. Floriano le comunicó la noticia al no querer hacerlo la secretaria general.

Al final, la decisión de elegir al candidato del PP a la Presidencia de la Junta correspondió en exclusiva a Mariano Rajoy, tal como habían previsto en Andalucía los más críticos con la actual dirección de Juan Ignacio Zoido. El secretario de Estado de Igualdad, el malagueño Juan Manuel Moreno Bonilla, nacido en 1970 y, por tanto, de la misma generación que su contrincante Susana Díaz, será el próximo presidente del PP andaluz. En las próximas horas entregará los avales necesarios para aspirar a este cargo, cuya elección se sustanciará en un congreso extraordinario que se celebrará en Sevilla el 1 y 2 de marzo. La elección de Moreno supone un fuerte varapalo a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y al propio presidente saliente, Juan Ignacio Zoido, que habían apostado por el sevillano José Luis Sanz. Hasta en dos ocasiones, una en noviembre y otra hace sólo una semana, Rajoy habían frenado el señalamiento de José Luis Sanz. Incluso, en la tarde del pasado lunes, un grupo de militantes hizo público que había recogido avales para él.

El malestar en el entorno de José Luis Sanz se hizo patente. De hecho, fuentes cercanas al actual secretario general aseguraron que está meditando si presentar una candidatura alternativa a la oficialista. De ser así, el PP asistiría a un congreso inédito, con una brecha que partiría al partido en dos y con uno de los candidatos en clara oposición a la Presidencia del Gobierno. Para ser precandidato, Sanz sólo necesitaría 90 avales. No obstante, en el PP hay incredulidad al respecto. El vicesecretario general Carlos Floriano ha hablado con los ocho presidentes provinciales para que apoyasen a Moreno Bonilla, y esta mañana tienen previsto publicitarlo en una rueda de prensa conjunta. En el caso de que Sanz dé el paso, sus consecuencias no sólo se medirían en Andalucía, también en el PP nacional.

La pugna por el poder en la sede de la calle Génova entre Cospedal y Javier Arenas, y que ha tenido como campo de batalla el solar andaluz, se ha saldado de momento a favor del segundo y arroja aún más dudas sobre la relación que la secretaria general mantiene con el presidente de su partido y jefe del Gobierno, Mariano Rajoy.

Moreno Bonilla cuenta con un gran apoyo de Moncloa. No sólo de Rajoy, también de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, enfrentada también a Cospedal. El elegido es amigo personal de varias personas del entorno del presidente, caso de Sáenz de Santamaría y de Jorge Moragas, el hombre de Exteriores de Rajoy que siempre había apostado por el malagueño. En Andalucía, la opción de Moreno ha sido respaldada, en especial, por la provincia de Málaga, donde su presidente, Elías Bendodo, también se jugaba parte de su futuro político. Bendodo, junto al presidente del partido en Cádiz, Antonio Sanz, en una situación similar, han sido los dos puntales andaluces de Moreno, enfrentados a la dirección andaluza dirigida por Zoido y su secretario general, José Luis Sanz. Además de estas dos provincias, el presidente de Almería, Gabriel Amat, y parte de la de Granada tampoco apoyaban una solución sevillana a la sucesión.

En el plano interno, este proceso ha puesto de manifiesto el poder que aún conserva Arenas, el político al que muchos se han empeñado en enterrar más de una vez. El de Olvera consigue así que Cospedal no se haga fuerte en el bastión andaluz, uno de los territorios más importantes para el PP. Arenas dimitió como presidente del PP andaluz después de las elecciones autonómicas de marzo de 2012; Zoido tomó el relevo en julio de ese año, aunque siempre hizo pública su negativa a presentarse a las elecciones andaluzas.

Moreno Bonilla era el único posible aspirante de los que vivía en Madrid que sí deseaba este puesto. Ni la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ni el de Agricultura, Miguel Arias, querían trasladarse a Andalucía. En la elección de Moreno ha pesado su juventud y su experiencia en el Gobierno. Según fuentes del PP andaluz, a Moreno se le considera una persona que cree que su partido aún puede ganar unas elecciones autonómicas. Buen orador y de talante moderado, fue presidente de Nuevas Generaciones, diputado nacional y autonómico, responsable de política autonómica en la anterior dirección del PP y, desde hace dos años, secretario de Estado de Igualdad en el Ministerio de Sanidad. Nacido en Barcelona, aunque criado en Málaga, es licenciado en Protocolo y Relaciones Públicas.

La elección de Moreno ha supuesto toda una sorpresa en el PP andaluz, debido a la apuesta tan fuerte que Juan Ignacio Zoido había hecho por José Luis Sanz. De hecho, el malestar, o al menos la desazón, se hizo patente en las reacciones de ayer. Zoido, también alcalde de Sevilla, llegó a decir que era un aspirante más y que, quizás, haya algunos más si reúnen los avales. Es casi imposible que en el PP haya una alternativa a Moreno una vez que la decisión ha partido de Mariano Rajoy. Según fuentes del PP, Rajoy comunicó su decisión por la mañana a María Dolores de Cospedal, pero ésta no fue quien se la transmitió al elegido, sino el vicesecretario general Carlos Floriano. Según esta versión, el enfado de Cospedal era más que patente. Hay que considerar que José Luis Sanz estuvo a punto de ser señalado por ella y Zoido en dos ocasiones. En el mes de noviembre, se preparó un congreso extraordinario para diciembre que frenó en seco Rajoy y hace sólo una semana, el presidente suspendió una cena en Sevilla, previa a una junta directiva regional, donde se iba a explicar que el elegido era José Luis Sanz. A pesar de estos dos parones,  la dirección andaluza aún seguía confiando en esta elección. Sanz, un hombre que conoce muy bien el partido y que concitaba consenso, contaba con un problema: tres de sus concejales -él es alcalde de Tomares- están imputados por un caso de una contratación irregular. El PP ha convertido la denuncia de los casos de corrupción casi en el único punto de su estrategia de oposición, y un candidato con varios subordinados de imputados no era el mejor posicionado para seguir con esta línea de denuncia.

El comité organizador del congreso del PP se reúne hoy para certificar la presentación de avales. A partir de ese momento, Juan Manuel Moreno será precandidato y deberá conseguir el 20% de las firmas de los compromisarios antes del inicio del cónclave del 1 de marzo. Una vez visto el apoyo que tiene en Moncloa y en la cúpula del partido, no le será muy difícil.

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