El nuevo Gobierno andaluz

Rubalcabistas, chaconistas y Montoro

  • El "gran presidente" es bendecido por las distintas corrientes del partido al erigirse como principal espejo de las políticas socialistas en el país, frente a un PP representado por el ministro "de los recortes".

Numerosas autoridades y personalidades del mundo de la política acompañaron ayer a José Antonio Griñán en su investidura como presidente de la Junta de Andalucía, desafiando la lluvia torrencial que cayó durante toda la mañana en la capital hispalense.

El acto celebrado en el salón multiusos del Parlamento fue seguido por una cuantiosa representación de dirigentes y afines al Partido Socialista, entre ellos los candidatos que se disputaron la secretaría general del partido tres meses atrás en Sevilla, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón.

El otro punto de atracción de la jornada estuvo en la presencia del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, que estuvo correcto: saludó con abrazos, habló del objetivo de déficit sin acordarse por una vez de Andalucía y ofreció lealtad institucional, aunque en la despedida no quiso pararse con los periodistas dando su espinoso trámite por cumplido. Durante su intervención corrieron los comentarios entre los asistentes sobre el ministro de los "recortes", lo que incrementaba la sensación de pollo acorralado del dirigente popular, que no obstante llegó escoltado por diputados populares (los integrantes de la Mesa Esperanza Oña, Patricia del Pozo y Manuel Andrés González) y el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. El principal representante del PP y nuevo líder de la oposición, Javier Arenas, se ausentó una vez más.

A los populares fueron teledirigidos todos los mensajes de los dirigentes socialistas, que no quisieron hacer visible ni un rasguño de la fractura interna que provocó el congreso federal de febrero.

La presencia de ambos bandos estuvo calculadamente equilibrada. Alfredo Pérez Rubalcaba, acompañado de su mano derecha, Antonio Hernando, Trinidad Jiménez y el secretario general de los socialistas catalanes, Pere Navarro. La delegación encabezada por Carme Chacón contó con el número uno de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y valencianos, Ximo Puig.

Los socialistas quisieron escenificar que, más allá de la división interna del congreso de Sevilla, ahora había que estar al lado del presidente del partido y dar imagen de unión en torno a Griñán, que se ha convertido, de la noche a la mañana, en la gran referencia del partido al presidir la comunidad autónoma más habitada del país. El juego de equilibrios entre rubalcabistas y chaconistas estaba prediseñado: ahora debe estar claro que el enemigo común es el PP.

Aunque esa pretendida unión no evitó que en el desembarco se viera a los chaconistas más desenvueltos, como en casa, conocida la afinidad que Griñán mantiene con este sector y al que también apoyó la secretaria de Organización y flamante consejera Susana Díaz (quizá iniciadora de una nueva corriente, el susanismo).

Tan ensayado vino el consenso en torno a Griñán que hasta en las declaraciones públicas parecieron coincidir. Rubalcaba aseguró que Griñán será "un gran presidente para Andalucía y para España" y dijo sentirse "encantado" porque es "un gran político y una gran persona". Tomás Gómez calificó a Griñán como "el gran presidente del PSOE", lo que se interpretó como la pica en Flandes que han puesto los chaconistas en la dirección federal.

Chacón, que no ha perdido popularidad si se atiende a las peticiones que recibe para fotografiarse con ella, expuso el difícil reto que los socialistas ponen a Griñán, la gran esperanza socialista. "Venimos con la esperanza de que Griñán, y mañana (por hoy, segunda vuelta de las elecciones) François Hollande, puedan ser las nuevas voces que les pidan a Europa que basta ya de políticas de ajuste, que están deprimiendo nuestra economía, estrangulando nuestro crecimiento y provocando más paro".

Griñán disfruta de su nueva posición en el partido, él, que decía desdeñar la vida orgánica, saludó efusivamente con un abrazo a Pérez Rubalcaba.

Esa misma efusividad quedó cortada cuando le tocó el turno a Manuel Chaves en la fila de saludos protocolarios.

Su heredero en la Junta y en el partido fue distante, frío. Chaves parece el único compañero al que Griñán no se atreve a tocarle la cara, un gesto muy frecuente del que gusta el presidente.

De ese afecto tuvo para hartarse Luis Planas. Inspector de trabajo como Griñán, volvió a su plaza a finales de abril, que había dejado a principios de los 80 para dedicarse a la política. Apenas diez días ha durado en la vida civil, ya que la amistad que tiene con el presidente le ha hecho merecedor de su confianza para hacerse cargo con una de las nuevas macroconsejerías, Agricultura y Medio Ambiente. "A mí lo que me interesa es que llueva", bromeó ante un grupo de periodistas pronosticando su anunciado destino antes de que se confirmara.

Diplomático, Griñán considera que Planas tiene las puertas abiertas en Europa para defender los intereses de los agricultores andaluces, ya que fue hasta hace unos meses embajador de España ante la UE y con anterioridad, embajador en Marruecos. Planas aprovechó la presencia de Rosa Aguilar, ex ministra de Agricultura, para ponerse al tajo. Aguilar llegó acompañada de la ex portavoz parlamentaria de IU, Concha Caballero, que descartó, una vez más, su presencia en el futuro Ejecutivo, pese a ser muy del agrado de Griñán.

El presidente dejó sus únicas dosis de emoción cuando recordó al final de su intervención a su familia, "a la que se lo debo todo". A su madre, que no pudo asistir por motivos de salud, a su mujer, María Teresa, a sus tres hijos Manolo, Ana y Miguel ("a los que les doy las gracias por quererme como me quieren"), y a sus nietos Mauro, Xoel, Pablo y Elena.

El presidente de la Junta se disculpó por no poder dedicarles más tiempo y a ello se puso en cuanto terminó la comunicación de su gobierno ante los periodistas ("Muchas gracias a todos, me voy, que tengo esperando a la familia"), ya sin rubalcabistas ni chaconistas. Y sin Montoro, claro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios