El Parlamento se volverá a reunir esta mañana a las 11 para proceder a la segunda votación de la investidura de Susana Díaz. Le bastaría la mayoría simple, pero todos los grupos de la oposición han anunciado el no, con lo que no saldrá elegida y se deberá presentar a una nueva cita. Aunque el PSOE había amenazado con celebrar una elección cada 48 horas, el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, convocará al Pleno cuando se den nuevas condiciones que permitan vislumbrar una solución. Los 47 síes del PSOE necesitan, al menos, 16 abstenciones para la investidura. Susana Díaz acusó ayer a la oposición de haber formado "un bloque del no". Si se llegase al 5 de julio sin acuerdo, el Parlamento se disolvería ya habría que convocar nuevas elecciones.

Los negociadores socialistas comenzaron a hablar ayer con los de Ciudadanos sobre políticas económicas y de fomento del empleo, pero las relaciones entre ambos se han atascado desde que Albert Rivera vinculase la firma del pacto anticorrupción a la dimisión del ex presidente Manuel Chaves. Rivera, que hoy estará en Sevilla, indicó que no hay "cláusula Chaves" en referencia a que el ex jefe del Ejecutivo autonómico dejará de estar en las listas del PSOE cuando finalice la actual legislatura en el Congreso.

Con Podemos, que sí da por cumplida la condición sobre la marcha de Chaves y su sucesor en el cargo, José Antonio Griñán, no se ha logrado un acuerdo sobre las otras dos condiciones formuladas: la reducción de los altos cargos en la Administración de la Junta y sus entes instrumentales, y que la Junta retire sus cuentas de las entidades bancarias que realizan desahucios. No obstante, su líder, Pablo Iglesias, realizó ayer unas declaraciones de cierto acercamiento: "Siendo honesto, tengo que decir que he percibido cosas buenas en el discurso de Susana Díaz y he percibido pasos interesantes, insuficientes todavía pero interesantes". Iglesias remitió a la andaluza Teresa Rodríguez toda la capacidad de decisión para llevar las conversaciones con los socialistas. El líder de Podemos se quejó de las interpelaciones que sufrió Teresa Rodríguez por parte de diputados del PSOE y del PP mientras intervenía el martes en la tribuna. "Seremos nuevos, pero somos gente educada y responsable; todo mi desprecio a aquellos que se permiten insultos machistas", señaló.

Los socialistas también han comenzado a hablar con el PP, aunque este partido no estará en disposición de actuar hasta después del 24 de mayo, fecha de las elecciones municipales. No obstante, su presidente, Juan Manuel Moreno, indicó que "no hay tiempo material para ningún tipo de negociación" que permita cambiar de posición, advirtiendo que si la candidata del PSOE "no cambia de actitud no auguro nada bueno en las próximas semanas ni en los próximos meses". Los 33 parlamentarios del PP volverán a votar no esta mañana.

Moreno desmintió que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, haya establecido varios puntos para negociar la abstención con Susana Díaz, uno de los cuales sería que se respetase la lista más votada en los ayuntamientos. "Es absolutamente incierto -dijo-, el presidente del Gobierno está en lo que tiene que estar, que es gobernar España y somos nosotros quienes marcamos las líneas de dialogo y la estrategia política".

El PP no se cierra a una posible abstención después del 24 de mayo, aunque con condiciones y con resistencias dentro del partido.

Por su parte, Susana Díaz mostró ayer su disposición al diálogo con todos los partidos de cara a la investidura, si bien les ha reclamado "responsabilidad" y que la dejen gobernar, añadiendo que quien "bloquee, intente paralizar u obstruir las instituciones públicas en Andalucía se lo va a tener que explicar a los ciudadanos, porque la gente no lo va a entender".

Antonio Maíllo, de IU, mantiene que Susana Díaz "está muy nerviosa" y sostiene que el acercamiento al PP es "un pacto del bipartidismo".