"En este contexto", es decir, en un contexto donde la honorabilidad de los políticos está cuestionada permanentemente, "esto es necesario, sé que es injusto con respecto a vuestros cónyuges, pero hay que hacer este sobreesfuerzo". La presidenta de la Junta, Susana Díaz, solicitó a sus parlamentarios, de este modo, que presenten en los próximos días las declaraciones de la renta de ellos y de sus cónyuges. Al tratarse de terceras personas, no relacionadas además con la política, no hay ningún mandato legal para conocer estos datos, pero Susana Díaz estima que es una contribución a la transparencia. Voluntaria, pues.

Ella fue la primera en entregar estos documentos; a las 11:30 en el registro del Parlamento, y el lunes lo harán todos los miembros de su Gobierno. Susana Díaz, que en el año 2012 fue consejera de Presidencia y, antes de marzo, secretaria de Organización del PSOE, declaró unos ingresos de 59.894 euros y su marido, José Luis Moriche, de 15.171. La presidenta debió abonar 1.423 euros al presentar la declaración del IRPF, mientras su marido cobró 550 euros al salirle negativa.

Todos los diputados del Parlamento andaluz están obligados a entregar la declaración del IRPF, aunque no se hace pública, y la declaración de bienes, que sí lo es. Se puede consultar en la web de la Junta de Andalucía. Susana Díaz sigue, así, los pasos del ex presidente José Antonio Griñán, pero añade la declaración de su cónyuge y apela a todos los parlamentarios a que le emulen.

En la declaración de bienes de la presidenta, figura que es propietaria, a medias con su esposo, de una vivienda con un valor catastral de 14.217 euros y de un inmueble anexo de 5.274 euros. Tiene comprometidos dos créditos, uno con el BBVA, por valor de 152.207, y el segundo, con Finconsum, por 8.918 euros. Además, tiene 64.400 euros a plazo fijo con su esposo, y poseen tres automóviles: un Land Cruiser, un Auris de segunda mano y un Wolkswagen Polo.

La presidenta anunció en su debate de investidura que daría este paso, y el próximo lunes, todos los miembros del Consejo de Gobierno harán lo propio. Después, le tocará el turno a los parlamentarios socialistas, a los que ayer se dirigió Susana Díaz para animarles a dar este paso. No es fácil, por cuanto hay cónyuges sin relación con la administración ni la política que harán públicas sus declaraciones en ámbitos privados.

El PP puso en duda la efectividad de esta medida para aclarar las cuentas de la administración. Para el portavoz popular, Carlos Rojas, se trata de un "teatro", de un "vodevil". El PP no se plantea obligar a los cónyuges de sus parlamentarios a publicitar sus declaraciones del IRPF, pero tampoco hará públicas las propias. Sólo el presidente del PP, Juan Ignacio Zoido, la entregó a los medios de comunicación en el curso político pasado. También Javier Arenas después de que fuese emplazado en varias ocasiones por José Antonio Griñán y de que entregase a los medios un documento notarial que, en principio, quiso suplir al IRPF, pero que no valió para restar la invitación socialista. En esa declaración de Arenas, figuraba lo que también había cobrado del PP en su calidad de vicesecretario general.

El PP, sin embargo, considera que todos los cargos públicos de la Junta deben entregar su declaración, así "como las familias del PSOE que se han enriquecido".

Todos los parlamentarios de IU presentaron también las declaraciones familiares del IRPF. Es el primer grupo que lo completa: son 12 personas y, entre éstas figura el vicepresidente del Gobierno, Diego Valderas.

Susana Díaz intervino ayer por primera vez, como presidenta, en la reunión del grupo parlamentario socialista. Y dedicó buena parte de su parlamento a hablar del deterioro de la imagen de los políticos. "Los ciudadanos nos ven mucho peor de lo que pensamos", explicó la presidenta, aunque sostiene que el caso de corrupción de los ERE también les está afectando porque es utilizado por aquellos que "quieren destruir al PSOE".