El sindicato UGT está dispuesto a dejar de impartir cursos de formación para despejar toda "sombra" de duda sobre su financiación, sin renunciar a su papel en el diseño, planificación y gestión de los mismos, asociado a la negociación colectiva, todo ello en el marco de un nuevo modelo de formación adaptado a la nueva realidad del empleo. Así lo indicó ayer la secretaria de Formación de UGT y presidenta del Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES), Teresa Muñoz, en un encuentro con medios en el que no ha ocultado el "daño tremendo" que ciertas informaciones han hecho en los últimos meses al sindicato al afirmar que se financia de forma irregular haciendo uso de fondos para formación.

El sindicato ugetista, de la mano de CCOO, se estaría planteando "dar la vuelta como a un calcetín" el modelo de formación, para dar respuesta a un realidad laboral que ha cambiado drásticamente con seis millones de parados, y de paso plantear su salida de la impartición de cursos. Muñoz insistió sobre todo en que para el sindicato "la formación no es un fin en sí mismo", sino parte de su razón de ser y también una vía de afiliación, por lo que, puede prescindir de su impartición, preservando, eso sí, otras tareas.

Muñoz insistió en que tiene "la garantía absoluta" de que los fondos de formación que percibe la central a nivel estatal se gestionan con los fines para los que han sido diseñados. No obstante, la dirigente ugetista dijo que no puede garantizar "lo que hacen los demás, y aunque yo tengo que pensar que las cosas se han hecho bien [en UGT-A]", al no ser ayudas estatales "no se puede garantizar nada", admitió Muñoz. "En breve sabremos sin se ha ajustado a derecho todo el procedimiento realizadol por UGT Andalucía, porque hay un procedimiento abierto en la Junta", zanjó la secretaria de Formación de UGT.