Andalucía

La Universidad de Huelva cuestiona la restauración de los fosfoyesos

  • Investigadores de la UHU proponen tratar las aguas ácidas de las balsas para evitar la contaminación del estuario

Los procesos de restauración en las balsas de fosfoyesos apiladas en la marisma de Mendaña, en Huelva, para eliminar la contaminación por metales pesados y metaloides al entorno del estuario de la ría no son eficaces. Al menos en dos de las zonas. Así lo expusieron ayer investigadores de la Universidad de Huelva (UHU) durante las jornadas Salud, Fosfoyesos y Contaminación: Retos Ambientales y Epidemiológicos de Huelva en el Siglo XXI.

Según Rafael Pérez, miembro del Departamento de Geología de la Universidad de Huelva, las directrices generales de restauración, que ya se han aplicado en la zona 1 y 4 de los fosfoyesos y que consisten en eliminar el agua de proceso que hay embalsada sobre la balsa y colocar una cubierta vegetal sobre la misma, no funcionan al menos en la zona aplicada, que ya se considera restaurada, y sigue aportando contaminación al estuario de la ría. "Si se aplican estas mismas actuaciones sobre las otras zonas no va funcionar y no estarán restauradas en un futuro", explicó Pérez.

El problema radica, en su opinión, en que se presupone un modelo de meteorización, que consiste en la infiltración del agua de proceso que hay en la parte superior de la balsa, altamente contaminante, hacia el agua subterránea que, posteriormente sale por los bordes. Pérez hizo hincapié, no obstante, en que la posibilidad de quitar los fosfoyesos de la zona, como plantean colectivos ciudadanos y ecologistas, es "inviable económicamente", por el alto coste y además está el problema de dónde trasladarlos.

Para los expertos la necesidad de eliminar el agua de proceso de los embalses y canalizarla hacia un sistema de tratamiento para la eliminación de los contaminantes. Un vez depurada el agua podría verterse al estuario. Los fosfoyesos se cubrirían con capas de suelos naturales. A tenor los datos facilitados, unos 18 millones de toneladas de fosfoyesos han ido a parar la estuario, además del vertido que se produjo con el accidente que se registró hace un tiempo en la zona 4.

José Miguel Nieto, profesor de Geología de la Universidad de Huelva, puso en valor el funcionamiento de los sistemas construidos por la universidad con fondos europeos para recuperar la calidad del agua de la ría, en la que el grueso de los metales pesados proceden de la actividad minera en los últimos 150 años y no de la actividad industrial o agrícola. Nieto precisó que estos sistemas de tratamiento pasivo conllevan el depurado de agua contaminada en origen y se colocan en las inmediaciones del entorno minero, "ya que aguas más abajo el caudal es mucho mayor y ya no son viables".

Ejemplos: los que se han colocado en mina Esperanza, en Almonaster la Real, y el que se va a colocar en mina Concepción, en la parte alta de la cabecera del río Odiel.

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