El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, afirmó ayer que el ejercicio del derecho de retracto que da la propiedad del suelo sobre el que se levanta el hotel de Azata del Sol en el paraje del Algarrobico, en Carboneras (Almería) es el "último movimiento" si, con anterioridad, no se solucionan los pleitos judiciales en los que se dirime la legalidad del establecimiento de una veintena de plantas y 411 habitaciones. La plataforma Desmontando el Algarrobico defiende que se adquiera por 2,3 millones de euros la titularidad del suelo. Valderas explicó que "toda" acción de Gobierno "tiene su proceso" y se mostró convencido de que el periplo judicial en torno al polémico hotel acabará con su demolición.

"Se sabe cuál es nuestra posición en defensa del litoral", aseguró el vicepresidente, que subrayó que en los dos años que restan de legislatura "debemos ser capaces de liberar la costa de presiones tan monstruosas como El Algarrobico y de solucionar todos los expedientes relacionados con la restauración de la legalidad urbanística".

Valderas, que se mostró cauto al hablar de la acción de la administración autonómica en el paraje, indicó que "la Junta tendrá que pensar en hacer ese último movimiento que es el retracto sobre el suelo para impedir que se pueda desarrollar más allá".