Andalucía

Valderas mantiene el pulso a Díaz y agrava la crisis por el viaje al Sahara

  • El vicepresidente de la Junta ratifica su voluntad de visitar Tinduf a la espera de una reunión con la presidenta. Afirma no sentirse desautorizado ni "reñido" por la prohibición.

El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas (IU), mantuvo ayer su compromiso de viajar a los campamentos saharauis de Tinduf antes de abril y, de este modo, agravó la crisis abierta entre los socios de Gobierno toda vez que la presidenta andaluza, la socialista Susana Díaz, negó de forma categórica un día antes que algún miembro del Gobierno vaya a acudir a los campamentos, decisión que le habría transmitido al propio Valderas.

En una concurrida rueda de prensa prevista para marcar las prioridades de la agenda política del año recién inaugurado, Valderas aludió a su ambicionado viaje a Argelia y contradijo los motivos que sustentan la negativa de la presidenta. Si Díaz consideró que la visita de un miembro de la Junta puede ser interpretada como una intervención en un conflicto internacional, asunto que compete en exclusiva al Gobierno central, Valderas invocó a la inversión en cooperación que la Junta destina a estos territorios.

El vicepresidente enmarcó en todo momento las discrepancias en un marco de "normalidad y naturalidad" y emplazó a una conversación-reunión-llamada telefónica con Díaz para "dialogar" sobre el asunto, sin que aclarase de una manera verosímil por qué esa conversación entre los máximos responsables de la Junta no se había producido con antelación. Valderas llegó a decir que al término de la rueda de prensa llamaría a Díaz, unas 24 horas después de las declaraciones públicas de la presidenta, sin que transcendiera por la tarde si se produjo la conversación.

Ante más de una decena de preguntas, Valderas restó importancia a las diferencias de "criterio, opinión u oportunidad" con la presidenta, negó sentirse desautorizado o "reñido" y volvió una y otra vez "al terreno del diálogo" y a una resolución de manera personal con Díaz, sin aceptar que se haya abierto una nueva crisis en el Gobierno andaluz de coalición, un episodio que reviva la crisis de la Corrala Utopía.

Pese a los intentos por diluir la polémica, Valderas introdujo matices a la misma. El vicepresidente negó la posibilidad de abrir un conflicto por los recelos que pudiese causar en Marruecos, con quien Díaz ha reactivado relaciones tras su visita y reunión con el rey Mohamed VI a principios de septiembre, ya que en fechas recientes otros dirigentes autonómicos o locales han visitado la zona.

Valderas citó por ejemplo la visita el pasado mes de diciembre del vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, para conocer en primera persona los proyectos de cooperación de la comunidad. Expuso que Galicia destina 100.000 euros mientras la Junta invirtió 979.000 euros el pasado año en la región de Tinduf y 18,5 millones desde 2003. Recordó además las visitas del presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, las del alcalde de Zamora, de miembros del Gobierno vasco en la época del lehendakari Ibarretxe o de parlamentarios andaluces en cuatro ocasiones.

También rebatió la postura de Díaz en cuanto al permiso para que acuda como representante de IU. "¿Alguien me va a quitar el rango si voy?", dijo el vicepresidente, que es también presidente de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional.

Valderas se mostró convencido de una resolución favorable en su conversación con la presidenta, se proclamó el miembro "más optimista" del Gobierno andaluz y rechazó a la pregunta de un periodista que la única solución esté en que uno u otra claudique en sus pretensiones. "No creo en esa terminología, creo más en el diálogo, en la altura de miras, en el temple. Confío en que haya un diálogo muy constructivo", opinó Valderas para quien "ha llegado el momento de sentarse".

La crisis por lo tanto se mantiene abierta, con dos posturas irreconciliables y una única solución (Valderas viaja o no viaja), con una posición debilitada de Valderas al contar Susana Díaz con un votode calidad al ser la presidenta y con una IU temerosa a conflictos con el PSOE tras el caso de la Corrala, del que salió vencedora pero agotada ante la capacidad mediática de Susana Díaz.

Los socialistas también mantuvieron ayer el pulso, aunque no por parte de miembros del Gobierno. Fue el portavoz del PSOE en el Parlamento de Andalucía, Mario Jiménez, quien señaló que Valderas "se equivoca" si mantiene su intención de visitar los campamentos de refugiados saharauis, ya que, a su juicio, "no tiene sentido" plantear una agenda institucional, que puede "generar un conflicto" con un país como Marruecos.

En rueda de prensa en Huelva, Jiménez insistió en que este país es "indispensable para la seguridad de las personas en un momento de una amenaza como la que se está viviendo en toda Europa", por lo que cree que esta visita "no tiene sentido".

"Me consta que Valderas ha dicho que su intención es mantener ese viaje y se equivoca", enfatizó Jiménez, ya que, a su juicio, "una vez que ha hablado la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, no caben interpretaciones".

El presidente del PP, Juan Manuel Moreno, aprovechó el conflicto para adivinar un desenlace. Moreno consideró que no habrá adelanto electoral a pesar de la "pésima imagen de inestabilidad" que proyecta el "bipartito" porque Díaz y Valderas se "aguantarán" para mantenerse en el poder pese al "bochornoso espectáculo" del viaje al Sahara.

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