Irlanda se casa en la Costa del Sol. Los novios irlandeses recorren en apenas unos días 6.000 kilómetros, ida y vuelta, para poder casarse en una iglesia del litoral. Mejores precios, bodas con menos asistentes (los compromisos no se embarcan) y un clima mucho más soleado que el de la lluviosa Dublín.

Este verano están previstas más de 200 bodas de novios irlandeses en la Costa del Sol, con 75 sólo en Arroyo de la Miel, y otras 70 en la iglesia de El Salvador de Nerja, donde se sellan matrimonios en inglés a un ritmo casi diario este verano.

Los irlandeses sienten predilección por esta iglesia del siglo XVII enclavada en una de las plazas con más solera del casco histórico de Nerja.

En esta parroquia hay más enlaces de parejas extranjeras que de vecinos de la localidad. "Entre el cura de Frigiliana y yo hacemos todas las bodas en inglés; sabíamos un poco y ahora estamos practicando", admite divertido el párroco de la iglesia nerjeña, Andrés Pérez.

La celebración es idéntica, con la única excepción del idioma: I declare man and wife y la falta de arras. Las parejas extranjeras no se intercambian monedas como símbolo de los bienes que van a compartir. Ésta es, según el párroco, la única diferencia.

Pérez explica que los irlandeses suelen casarse entre las cuatro y las cinco de la tarde. "Creo que ellos no se esperan el calor que hace aquí a las cinco de la tarde en agosto", dice.

La tendencia se consolida, con cada vez más parejas inglesas y norteamericanas que optan por la Costa. Actualmente, hay cuatro empresas especializadas en organizárselo todo a los novios, con los que se comunican por internet. Desde la fecha de boda, el papeleo, el convite y hasta los billetes para toda la familia.

Kerry Vear-Smyth es la responsable de una de ellas: Celebrations in Spain. "Los irlandeses deciden casarse en la Costa del Sol porque para ellos supone un toque exótico y porque a la vez disfrutan de unos días de descanso en uno de los destinos turísticos más demandados". Sólo la empresa de Vear-Smyth organiza 74 enlaces esta temporada: la mayoría de irlandeses, pero también de ingleses y estadounidenses. "Yo busco la iglesia, el lugar del convite y, además, me encargo de tramitar todo el papeleo de la boda en España", cuenta Kerry. Aunque los novios llevan toda la documentación al Obispado de su ciudad, incluido el certificado de los cursillos, y éste los remite a la Diócesis malagueña, luego Kerry se encarga de inscribir el matrimonio en el registro, dice.

Samantha y Robert, que contrajeron matrimonio el pasado 29 de julio en la parroquia de Arroyo de la Miel, contactaron con Kerry por internet y reconocen que no han tenido que ocuparse de nada más.

Eligieron Benalmádena para celebrar su boda porque ya conocían este municipio de vacaciones anteriores. Querían hacer una boda pequeña y casarse en el extranjero les daba esa oportunidad puesto que la lista de invitados se reduce de forma considerable: "Llevamos organizando nuestra boda desde octubre del año pasado y lo hemos hecho todo por internet, ha sido mucho más cómodo y además, al ser una boda tan pequeña, podemos disfrutar del clima con nuestros familiares", explica Robert.

Planearon una boda con la familia al completo y los amigos que duró tres días y aun así estiman que les sale más barato que un enlace en su tierra.

Como a todos los extranjeros que se casan en esta parroquia, la boda de Samantha y a Robert la ofició el padre Willian.

El párroco de Arroyo de la Miel, Manuel Torres, también es el vicario de la Costa del Sol y explica que desde hace unos años, la mayoría de las iglesias de la Costa del Sol cuentan con la ayuda de párrocos británicos para el creciente cupo de feligreses que hablan en este idioma durante todo el año.

En Málaga hay 35 iglesias que abren sus puertas a otros ritos: desde las misas del África Subsahariana o el catolicismo ortodoxo de las misas ucranianas que se celebran en la parroquia de Cristo Rey, en Ciudad Jardín, o las ortodoxas rusas en la misma parroquia de Arroyo de la Miel.

El padre William lleva varios años afincado en Málaga y oficia una misa en inglés todos los sábados en la parroquia de Arroyo de la Miel. "Los ritos son muy parecidos entre los irlandeses y españoles, aunque nuestra ceremonia quizás es mas tradicional. Los novios eligen las lecturas y oraciones, y también hacen un curso de preparación en sus países, yo hablo con ellos un tiempo antes para conocerlos", detalla el sacerdote. Además, añade que es una gran oportunidad para que las familias de los novios se conozcan de una manera más íntima. Porque la mayoría de las bodas irlandesas que se celebran en la Costa del Sol duran entre dos y tres días: unas minivacaciones sólo reservadas a los familiares y amigos más íntimos de los novios. Las parroquias malagueñas responden encantadas a la experiencia.