Andalucía

La abuela paterna le confesó a Piedrabuena que se temía "lo peor"

  • El comisario insiste en que la perito Josefina Lamas realizó su estudio "sin presiones" y en un ambiente "relajado".

La actitud de la familia paterna era de colaboración total con la Policía durante los primeros días tras la desaparición de los pequeños Ruth y José. De ello dejó ayer constancia el comisario Manuel Priedrabuena, que estuvo al frente de la investigación en sus comienzos, que se entrevistó con varios familiares, entre ellos, la abuela de los niños, Antonia Gómez, quien, según aseguró ayer en su declaración, le confesó que se temía que había pasado "lo peor".

Piedrabuena, que en el momento de los hechos era el responsable de la Policía Judicial en Sevilla  y que fue relevado por el comisario  Serafín Castro el día 13 de octubre, señaló que  la conversación con la abuela paterna tuvo lugar el 11 de octubre, quien al preguntarle por la desaparición de sus nietos, le dijo, entre lágrimas, que "se esperaba lo peor y volvió a echarse a llorar". El comisario también tuvo un contacto directo con la familia materna los días que estuvo al frente del caso.

Durante esos tres días, Piedrabuena, conocido por ser el    responsable de la investigación del caso de Marta del Castillo, puntualizó que estuvo presente en el análisis de la hoguera el día 10 de octubre por la perito de la Policía, Josefina Lamas. A pesar de no mantener ninguna conversación con ella, señaló que durante el análisis en ningún momento estuvo presionada y que el ambiente fue "relajado". Incluso, recordó que la perito hacía comentarios sobre los restos, "que siempre identificó que eran de origen animal".

Durante la jornada de ayer, también testificó el comisario Jesús Pacheco, quien sustituyó temporalmente al comisario Serafín Castro al frente de la investigación en agosto de 2012. Este testigo  precisó que el día 14 de ese mes recibió al antropólogo Francisco Exteberria, aunque no estuvo presente durante la apertura de la caja con los restos óseos que luego éste examinó, determinado que eran humanos y pertenecientes a menores de entre dos y seis años.

Pacheco, además, señaló que mientras el doctor Etxeberria estaba analizando los restos coincidió con la perito Josefina Lamas , a quien el antropólogo invitó a quedarse durante el estudio. "Ella no quiso quedarse porque dijo que tenía su propio informe y que   si había contradicción entre ambos, habría un tercero que lo resolviera", detalló, al tiempo que puntualizó que él nunca le prohibió que se quedase allí.

Pacheco también señaló durante su declaración que tanto en el informe final como en las notas de trabajo que elaboró Exteberria simplemente tras ver las fotografías de los restos óseos, "siempre determinó que eran restos óseos humanos". Respecto al análisis de los restos hechos por Etxeberria, el comisario jefe de la Brigada Central de Delitos contra Personas, Vicente Benéitez, explicó que en un primer momento se le remitió al experto  varias fotografías de los restos óseos, "con conocimiento del juez" y a petición de la abogada de la acusación particular. Así, Benéitez insistió en que la caja que contenía los restos extraídos de la hoguera estuvo custodiada en todo momento "convenientemente".

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