María del Reposo Carrero, letrada de Ruth Ortiz, que ejerce la acusación particular en el caso de Ruth y José, los dos hermanos desaparecidos el 8 de octubre de 2011 en Córdoba, ha solicitado 40 años de cárcel para José Bretón, padre de los menores, como presunto autor de dos delitos de asesinato. Carrero precisó que el lunes comenzó el plazo de 20 días que ha dado el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz, a las acusaciones para formular la calificación provisional de los hechos, y que en su escrito ella ha solicitado 20 años por cada delito asesinato, la pena máxima que recoge el Código Penal para este tipo de sucesos.

Además, le ha pedido al padre de los menores un año de multa, sin que por el momento haya especificado a razón de qué cuota diaria, por simulación de delito. Carrero explicó que una vez expirado el plazo dado por el juez a las acusaciones para formular dicho escrito de calificación provisional se da otro turno igual a la defensa, ejercida por el abogado José María Sánchez de Puerta, para que haga lo propio. Por ello, se prevé que en un plazo aproximado de un mes y medio se puedan remitir los autos al tribunal del jurado.

Será después de esto y de conocer las pruebas que las partes van a presentar en el juicio cuando la letrada tiene previsto reclamar de nuevo judicialmente la devolución de los restos óseos hallados en la finca de Las Quemadillas a la familia materna con el objetivo de que puedan ser sepultados. José Bretón, único acusado en relación con la desaparición de sus hijos, fue detenido el 18 de octubre de 2011 y tres días después ingresaba en prisión tras imputarle el juez instructor, José Luis Rodríguez Lainz, un delito de detención ilegal cualificado por desaparición de menores y otro de simulación de delito. A raíz de la confirmación de que los restos óseos hallados en Las Quemadillas eran humanos, el juez dictó un nuevo auto, el pasado 9 de septiembre, en el que le imputaba dos delitos de asesinato con alevosía y con la agravante de parentesco.

Desde que arrancó el suceso, el fiscal jefe de Córdoba, José Antonio Martín-Caro, siempre ha sostenido que existían motivos "más que de sobra" para mantener a Bretón en prisión preventiva pese a los reiterados intentos de la defensa para que quedara en libertad. Con el paso de los meses y mientras avanzaba la investigación, empezaron a quedar en evidencia indicios que apuntaban a que el progenitor no habría perdido a sus dos hijos en el circuito deportivo del Parque Cruz Conde, como él sostenía, sino que todo apuntaba a que Ruth y José nunca habrían salido de la finca de la familia de Bretón.

La investigación dio un giro de 180 grados a finales de agosto, a raíz de que varios investigadores de reconocido prestigio internacional concluyeran que los restos óseos hallados en una fogata de la parcela pertenecían a seres humanos. Los científicos apuntaron, incluso, que correspondían a niños de las edades que los dos hermanos onubenses tenían en el momento de su desaparición. Todo apunta, por tanto, a que Bretón habría intentado hacer desaparecer a sus hijos improvisando un horno crematorio. Esta prueba contundente no fue suficiente para arrancarle una confesión a Bretón, que aún sostiene que no sabe qué pasó con los niños.