Hace un año, tal día como hoy, ocurrió el accidente del New Flame, el buque chatarrero que chocó contra el Torm Gertrud. El 12 de agosto es una fecha negra en la Bahía de Algeciras. Y también un año después, políticos de todos los colores y ecologistas se ponen de acuerdo en señalar que el accidente y todo lo que sucedió después "se podría haber evitado".

La soberanía de las aguas que rodean a Gibraltar ha sido uno de los desencadenantes que ha provocado la actual situación del buque chatarrero. Así lo reconoció, por ejemplo, el diputado socialista Salvador de la Encina, que afirmó que la no intervención de España -"uno de los países con mejores medios de prevención y actuación"- en el rescate del barco se produce "por no entrar en un conflicto sobre las aguas; lo importante en ese momento era actuar y no discutir". Y se dejó actuar a Gibraltar que mostró "su incapacidad y falta de eficacia para solucionar el problema", como lo muestra que "un año después siguen intentando extraer el chatarrero", critica De la Encina. "El accidente ha puesto al descubierto que se necesita más coordinación entre el Reino Unido y España sobre Gibraltar", insistió.

También el ecologista y portavoz de Verdemar, Antonio Muñoz, dijo que para que algo como el accidente del New Flame se evite es necesario que se solucione la discusión de las competencias en aguas que rodean a Gibraltar. España y Gibraltar "no han mantenido buenas relaciones y esto ha provocado 6 vertidos, 30 millones de dólares gastados, y el reconocimiento de España de una milla y media a Gibraltar". "Todo se podría haber evitado", dijo.

La situación actual está lejos de una solución. Las autoridades gibraltareñas han comunicado al Gobierno español que la retirada de las partes que quedan sumergidas -todo excepto el puente del buque y pequeños trozos del casco- es muy complicada, aunque se trabajará para que no quede nada. El casco está "hecho un amasijo debajo del mar y a unos 40 metros de profundidad, por lo que Gibraltar se encuentra estudiando cómo quitar lo que resta", según fuentes del Gobierno español. En estos días posteriores a la retirada de la chimenea, el buque grúa Taklift 6 ha vuelto a sacar más trozos del barco hundido. En cuanto a la chatarra, tras un sinfín de capítulos, sí parece estar más o menos controlada. En el fondo quedan, tal y como reconoce el Gobierno de la Roca, unas 10.000 toneladas que al estar pegadas al casco hacen casi imposible su extracción. El resto fue desviado hasta el puerto de Gibraltar en pequeños portes.

El PP, en la oposición a todos los niveles, criticó ayer aprovechando la efeméride la actuación del Gobierno nacional y regional. Su presidente en Cádiz, José Loaiza, tildó de "triste y vergonzoso" el hecho de que se cumpla el primer aniversario del hundimiento sin que el buque haya sido rescatado aún" lo que, a su juicio, demuestra la "incapacidad, dejación y falta de compromiso" de los gobiernos socialistas con el Campo de Gibraltar.