Comisión de los ERE

Las aseguradoras responsabilizan a la Junta de la existencia de intrusos

  • Defienden su desconocimiento de que en las pólizas había personas ajenas. El representante de Uniter niega comisiones abusivas y dice que en su caso fueron del 7,8%.

La estrategia de defensa de los representantes de las empresas Vitalia y Uniter, convocados por la comisión de investigación de los ERE en el Parlamento andaluz, fue la misma: desconocían la existencia de intrusos en los ERE, y si éstos aparecían incluidos en las pólizas que tramitaron es responsabilidad exclusiva de las empresas que acogían a estas ayudas sociolaborales y de la Junta. Y respecto al asunto espinoso del cobro de unas comisiones infladas, también coincidieron. En ningún momento cobraron comisión alguna de la Administración autonómica por la sencilla razón de que ellos no eran las aseguradoras. En el primer caso, Vitalia era una mera consultora, y la segunda, Uniter, una mediadora, por lo que las comisiones quedan entre empresas privadas y en este caso nunca llegaron a esa "mentira" del 25% publicado, sino a un 7,8%.

Quien llevó la batuta en esta primera sesión de la última tanda de comparecencias fue el representante de Uniter, José González Matas, el único de los tres citados que quiso someterse al interrogatorio de los diputados de PP, PSOE e IU. Lo hizo porque quería restituir su "honor", que había quedado dañado por su imputación. Fue locuaz. "No intervine ni en la selección de las empresas del ERE ni de los trabajadores, ni en la cantidad de las ayudas, porque Uniter carece de medios para saber si quien estaba incluido es o no un intruso", dijo, asegurando que era la Junta quien proporcionaba los datos de los trabajadores y que si no pedía explicaciones era porque entendía que esta trabajaba dentro de la legalidad.

Esto mismo lo había pronunciado, bajo la fórmula de la lectura de un escrito, el representante de Vitalia Antonio Albarracín, que negó tener cargo alguno en la compañía, sólo que era un abogado por cuenta ajena. Dijo no saber nada sobre la idoneidad de quienes estaban en los ERE, porque su trabajo se limitaba a "formalizar pólizas", pero matizó que "ni las empresas ni la Junta pueden alegar desconocimiento".

La inclusión de intrusos en los ERE también salpicó al Parlamento. González Matas aseguró que dio "orden" para incluir a 20 intrusos en una póliza, la llamada bolsa de Tarsis de la Faja Pirítica, y que pertenecían a empresas auxiliares. La respuesta del letrado de la Cámara fue tan inmediata que el presidente de la comisión, Ignacio García (IU), interrumpió el interrogatorio para aclarar este extremo. El Parlamento no pudo hacer nada, al ser competencia del Gobierno andaluz, y se limitó a remitir la petición por escrito de los trabajadores a los grupos parlamentarios y la consejería.

Las afirmaciones de ambos, pero sobre todo de González Matas, al que PP e IU agradecieron su elocuencia, sirvieron para que apuntaran en una primera conclusión: la Junta, a través de la Dirección General de Trabajo, tanto en la etapa de Francisco Javier Guerrero como en la de Juan Márquez -describió una conversación telefónica-, era "quien tenía la facultad de incluir a intrusos en los listados".

Mientras Albarracín se limitó a describir su relación con Empleo a reuniones puntuales cuando había ante los retrasos en los pagos, y para pedir que se pusieran al corriente, en el caso de González Matas éstas eran más intensas. Tuvo en sus manos la gestión de pólizas de calado como Santana, la Faja Pirítica o Calderinox, pero negó relación alguna personal con el ex consejero Antonio Fernández, pese a ser oriundos de Jerez de la Frontera, y menos aún con Guerrero. Con este admitió un promedio de cinco reuniones al año y una comida de trabajo. "No me gusta la noche y no tomo copas. Yo como con agua", dijo González Matas, en un argumento con el que quiso alejarse al máximo de Guerrero.

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