Muerte de Julen | Asociación Alhelí de ayuda al duelo

Una ayuda necesaria para superar la pérdida

  • La asociación Alhelí, pionera en España, cumple tres años acompañando a los que viven duelos patológicos

  • Cinco psicólogas y dos trabajadoras sociales trabajan con la entidad, que ha creado los grupos de ayuda mutua

Miembros de la asociación Alhelí y psicólogos de Parcemasa reunidos en el cementerio de San Gabriel.

Miembros de la asociación Alhelí y psicólogos de Parcemasa reunidos en el cementerio de San Gabriel.

Yolanda Verdugo estaba muy apegada a su madre y su fallecimiento no supo superarlo sola. Entonces ocurrió el asesinato de Estéfani y su hijo Aaron, de cinco años, en la barriada de la Luz. Eran familia y presenció lo tremendamente duro que fue para esos padres, Isabel y José Manuel. Y fue consciente de que, una vez pasados los primeros días, los primeros meses, los dolientes se quedan solos, llevando su duelo a cuestas como cada uno puede. Decidió que tenía que hacer algo y dio forma a una asociación que constituyó junto con otras cuatro compañeras con el nombre de Alhelí. La entidad sin ánimo de lucro acaba de cumplir tres años justo en medio del rescate del pequeño Julen.

“El caso de Julen es complicadísimo, los padres están muy vulnerables, victimizados”, comenta José Luis Cortés, psicólogo de Parcemasa, entidad con la que Alhelí mantiene un convenio de colaboración. “La situación es durísima y hay que evitar ese dolor crónico”, agrega Marienna Santiago Toro, psicóloga sanitaria, forense y emergencista que forma parte del grupo que ha estado en todo momento con la familia, en Totalán y en El Palo.

Un grupo de ayuda mutua frente al dolor

En Alhelí hay cinco psicólogas y dos trabajadoras sociales. “Funcionamos por proyectos porque no tenemos otro apoyo económico”, explica la presidenta y fundadora de Alhelí, que comparte la dirección con la secretaria Maribel Perujo y la tesorera, Concepción López. Han creado el Grupo de Ayuda Mutua que se reúne cada jueves y en el que participan, al menos, una veintena de personas. “Cuando lo planteas nadie quiere venir, pero los grupos enganchan porque en ellos se sienten arropados, respetados”, comenta Verdugo y explica que han realizado talleres, charlas y muchas otras actividades.

Yolanda Verdugo habla junto al psicólogo de Parcemasa José Luis Cortés y la madre de Estéfani. Yolanda Verdugo habla junto al psicólogo de Parcemasa José Luis Cortés y la madre de Estéfani.

Yolanda Verdugo habla junto al psicólogo de Parcemasa José Luis Cortés y la madre de Estéfani.

Los padres de Estéfani están en uno de ellos y son voluntarios de Alhelí. “El 90% de las personas del grupo no queríamos ir, nos sentíamos incapaces de escuchar más dolor, no entendíamos que dolor y dolor se unen y se dosifican”, dice José Manuel, el padre de Estéfani y agrega que “tenemos la guía de las psicólogas que nos ayudan bastante, siempre están pendiente de nosotros en los momentos más duros, al final se crea un vínculo”. “No hay ni un solo día que no me acuerde de ellos, hay momentos en los que estoy mejor y otros peor, la verdad”, relata su mujer, Isabel. “No le puedo dar carpetazo a 26 años de mi vida, mientras tenga memoria voy a hablar de los míos”, añade. 

El duelo patológico, la pena se hace enfermedad

Dos de cada diez muertes llevan aparejada un duelo patológico, esa pena que se convierte en enfermedad. De ahí la necesidad de una asociación centrada en la asistencia psicológica y humana en esta parcela. “Necesitaba un apoyo emocional en ese momento y no lo tuve, había que hacer algo”, dice la presidenta de Alhelí, que ahora procura que no le falte a todo el que acude a ellas. Buscan subvenciones, patrocinios y llaman a las puertas que haga falta para poder continuar con esta asistencia. Una de ellas fue Parcemasa.

"Los grupos de ayuda mutua sirven mucho para los duelos complicados, se naturalizan y se integran en la vida diaria antes"

“El convenio consiste en una pequeña ayuda económica, cesión de instalaciones, material y, sobre todo, el seguimiento y consulta de aquellas personas que además de la dinámica ven conveniente derivarlos para una atención personalizada en consulta clínica”, explica José Luis Cortés, psicólogo de Parcemasa. Y considera que los grupos de ayuda “sirven mucho para los duelos complicados, se naturalizan y se integran en la vida diaria mucho antes”.

El tabú social complica aún más el duelo

La psicóloga Marienna Santiago Toro ha sido una de las últimas incorporaciones a Alhelí. “Esta asociación es imprescindible para dar cabida a una necesidad”, dice la experta. Y afirma que “es un tema feo y socialmente rechazado, nadie quiere escuchar hablar de la muerte ni del duelo, existe un tabú social que complica más el duelo”. La psicóloga Celia Gómez indica que “hay muchas variables que determinan cómo evoluciona un duelo, pero en casos traumáticos, muertes repentinas, suelen ser más intensos”. Y esa intensidad es la que hay que difuminar para que hiera menos. La asociación Alhelí lleva tres años luchando por ello.

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