Pedro Argüelles. Secretario de Estado de Defensa

"Ningún chovinista podrá arrebatar su sitio a Sevilla en el A400M"

  • El número dos de Defensa saca pecho sobre el peso andaluz en el programa ante la posibilidad de que el primer avión militar no se entregue en Sevilla, donde se monta, sino en París, su primer cliente

-Tanto el ministro de Defensa, Pedro Morenés, como usted han advertido en múltiples ocasiones que más recortes en este área serían preocupantes, ¿qué consecuencias palpables acarrearían?

-Hay que rebajar el tono del drama porque puede parecer que vamos a ser invadidos por un país extranjero. Lo que sí es cierto que, si seguimos recortando, España tendrá que reevaluar las amenazas a las que está respondiendo y los marcos internacionales en los que colabora.

-A nivel industrial, ¿llevaría a una situación insostenible?

-Sin duda. Si volviéramos a caer en los errores de 2010 y 2011 en los que no se atendieron los pagos, las industrias sufrirían inmediatamente otro impacto. No puede haber periodos muy largos en blanco, no podemos quedarnos en cero mucho tiempo porque eso provoca daños permanentes.

-¿Cuánto se ha rebajado el presupuesto de Defensa? ¿Menos que el de Educación o Sanidad?

-En torno a un 25% en cuatro años, pero como hay capítulos muy rígidos -como el de personal, que absorbe más del 60% de los recursos- y que apenas se pueden tocar, existen otros que se llevan la peor parte. Así, el de inversiones reales ha sufrido una merma descomunal del 70%. Otros ministerios no tienen esa situación, por lo que si establecemos bases de comparación homogéneas, el presupuesto de Defensa es el que más está cayendo, así que yo no haría demagogia ni bromas con este tema.

-De cara a 2014 y 2015, ¿ve luz al final del túnel?

-En el capítulo de inversiones reales no se puede recortar más. Así de simple. Sólo hay dinero para cumplir con las obligaciones contraídas en programas especiales de armamento y en programas menores de modernización de los ejércitos y la armada. Es más, el presupuesto ordinario lo tenemos completamente agotado y los compromisos de los programas especiales se están financiando con recursos extraordinarios. Donde sí puede haber reducción es en los gastos corrientes. Ahí está la zona de peligro, y en el marco de colaboración internacional. Eso sí, nada que tenga que ver ni con las misiones exteriores de mantenimiento de la paz -se financian fuera de presupuesto- ni con la seguridad nacional.

-En el capítulo de personal, ¿no se plantean meter la tijera?

-Ya lo hemos hecho. El Gobierno ha establecido una tasa de reposición muy baja y, de una manera vegetativa, los números van cambiando. Pero la reducción es lenta porque no se puede poner en la calle ni a los funcionarios ni al personal que está bajo un régimen de contratación plurianual, como es el caso de la tropa profesional.

-Entonces no estudian reducir efectivos...

-Reducir efectivos ahora sería algo muy serio. No contemplamos esa medida. Y, en cualquier caso, no se debería acometer nunca de manera desordenada y brusca. Todo lo que sea planear a futuro tiene que ser cuidadosamente estudiado porque hay muchas magnitudes críticas. Hay que saber mantener las capacidades de las Fuerzas Armadas, que no sólo se basan en los recursos materiales, sino también en la formación e instrucción del personal. Lo que cuesta hacer un buen soldado, un buen especialista se mide en años, no en días ni en meses.

-¿Sería conveniente recuperar el servicio militar obligatorio en lugar de contar con militares profesionales? ¿Una medida impopular pero efectiva?

-No sería la solución. Hoy tenemos un mundo en el que la estabilidad y la seguridad están basadas en la proyección internacional, por lo que pedir a nuestros soldados de reemplazo que tengan que defender a España en el extranjero es un algo muy difícil. Decirle a una madre que mande a su hijo a morir en el extranjero es tremendo. Otra cosa era que su hijo defendiera su territorio nacional. Tampoco era sencillo, pero todo el mundo asume que es prioridad de los españoles defender a su país.

-La primera entrega del avión militar A400M, cuyo ensamblaje final se realiza en Sevilla, estaba prevista para finales de junio pero aún no se ha producido. ¿Cuándo tendrá lugar este hito?

-La fecha exacta tendrá que decidirla la empresa fabricante, Airbus Military, con el gobierno que lo recibe, que es el francés. De lo que no cabe duda es de que el A400M volará el 14 de julio sobre los Campos Elíseos en la conmemoración de la toma de La Bastilla. Será un acontecimiento de magnitud internacional. La entrega formal podría producirse después, pese a que el avión volase sobre París ese día.

-¿Pero ese acto oficial de entrega se celebrará en Sevilla o en París?

-No lo sé. Se entregue o no en Sevilla, todos los aviones salen de la planta de montaje de la capital andaluza y ese peso ningún chovinista podrá arrebatárselo. Es un gran valor para España y Andalucía y nos da una proyección internacional increíble.

-¿Qué escollos se están encontrando en esta recta final hacia la primera entrega para que ésta no acabe de producirse?

-Quedan algunos capítulos en los que acercar posiciones. Principalmente, tienen que ver con el sostenimiento del avión -establecer la colaboración entre la empresa y los Estados en esto- y con la ampliación del mercado a la exportación. Todo lo demás está resuelto.

-España ha anunciado que venderá la mitad de los 27 A400M adquiridos, ¿hay algún socio del programa militar que vaya a cancelar algún pedido?

-En absoluto. Todos los países vamos a cumplir nuestro contrato con Airbus Military porque no queremos hacerle daño al programa ni a nosotros mismos. Por supuesto que los Estados podrían renunciar a parte de los aparatos comprometidos con los preavisos y penalizaciones correspondientes, pero es una posibilidad extrema, de último recurso, que no contempla nadie. Ahora lo que todos queremos es hacer que el mercado crezca. Para ello hay que apostar por su puesta en servicio cuanto antes para demostrar su capacidad. Hay muchos países que tienen necesidad de un avión de este tipo y que están a la espera.

-¿La solución que ha adoptado España es de las más light? ¿Por dónde pasan las medidas de los demás países para rebajar la factura de sus A400M?

-El contrato del A400M recoge ciertos grados de flexibilidad y cada país escogerá el suyo. Yo no quiero opinar sobre lo que harán los demás: unos retrasarán las entregas, otros las gestionarán con el mercado de exportación... En cualquier caso, nadie hará nada que no sea en colaboración con el resto de socios y con la industria.

-España recibirá su primer avión militar a finales de 2015 ó principios de 2016, ¿se lo quedará o lo pondrá en venta?

-España operativamente lo necesita y sería un mensaje muy negativo de cara al mercado si uno de los países anfitriones y líderes del programa lo rechazara. La situación económica es mala, pero acabamos de reprogramar todos los compromisos de Defensa y están en unas magnitudes asumibles para España.

-¿A qué países se dirigirá España para vender sus 13 aviones sobrantes?

-Para determinar eso primero es importante que cerremos un marco de acuerdo entre los países. No sería bueno que todos saliésemos a competir en el mismo mercado de exportación. Habrá que llegar a un consenso y establecer en cada fecha qué aviones están disponibles para vender y por parte de quién, ya que hay que coordinar la comercialización de los Estados y la del propio fabricante, Airbus Military.

-¿Habrá un reparto de zonas geográficas a las que podrá exportar cada país?

-Esta fórmula se ha empleado en el Eurofigther y podría usarse de nuevo, pero yo creo que hay otras mejores como establecer año por año una cuota de exportación, y luego caso por caso analizar quién debe vender. No necesariamente el reparto tiene que ser la mejor opción, ya que varios países podrían combinar sus esfuerzos.

-¿El centro de aviones no tripulados de El Arenosillo en Moguer (Huelva) reúne los requisitos necesarios para erigirse en el centro de excelencia en esta materia de España y de Europa?

-Desde el Gobierno apostamos por que lo sea. El Arenosillo tiene condiciones muy especiales y singulares -está cerca del mar, en una zona donde el espacio aéreo se puede segregar con facilidad para el uso de sistemas no tripulados, su climatología es buena...- que lo hace óptimo para este tipo de ensayos. Creemos firmemente que el proyecto del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) en Moguer es el mejor de España.

-¿Hay muchos obstáculos en el camino hacia esa meta?

-Desde el punto de vista técnico y operacional no hay ninguna traba. Sería un gran emplazamiento. Sin embargo, sí que existen limitaciones de carácter medioambiental que están siendo gestionadas por la Junta de Andalucía. La pelota está en el tejado del Gobierno andaluz. A nuestro juicio ninguna de esas dificultades es insalvable. Todos debemos colaborar. Nosotros hemos flexibilizado ciertos aspectos y aceptado colocar la pista de otra manera de modo que fuera compatible con la operación.

-El centro debería estar edificado antes de diciembre de 2015 si no se quieren perder los fondos europeos concedidos, ¿llegará a tiempo?

-El Gobierno de Andalucía debe decidir ya si vamos o no a superar el trámite medioambiental y declarar un apoyo firme a este proyecto a fin de no perder la financiación. A finales de este año debe estar resuelto este asunto porque si no, no va a dar tiempo a construir el centro, se perderá la dotación presupuestaria y será difícil encontrar otra.

-Si en ese plazo no se tienen las autorizaciones correspondientes, ¿qué emplazamiento podría recoger el testigo?

-El aeródromo de Rozas (Lugo) sería una alternativa. En Andalucía tenemos muy avanzada la obtención de la financiación, en Galicia no tanto, pero si eso ocurriese nos esforzaríamos más allí. Si perdemos una oportunidad, tendremos que buscar otra porque el negocio de los sistemas no tripulados va a acabar explotando y si España no asume el liderazgo lo hará Francia o Portugal. Un centro de excelencia en la Europa meridional es imprescindible.

-¿La Armada va a contratar la segunda fase de los buques de acción marítima en los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz?

-No los va a contratar este año ni el que viene, pero que los va a contratar algún día, sí. Se intentaron contratar en 2011, pero el Ejecutivo hizo mucho ruido y no puso sobre la mesa lo que hay que poner. Nosotros no haremos lo mismo. Este Gobierno contratará esos buques de acción marítima cuando la dotación presupuestaria sea razonable.

-¿Hay alguna opción de que la US Navy contrate algún proyecto ligado a su VI Flota con los astilleros españoles o andaluces?

-No. Lo único que está ahora mismo a la vista es un posible acuerdo de mantenimiento de los destructores americanos en la base de Rota. Es un proceso que está en marcha y en el cual hay ofertas españolas que esperemos que salgan adelante. De momento, no se está hablando de nada más. Lo demás son meras especulaciones.

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