José Sánchez Maldonado, consejero de Economía

"Sin crédito ni inversión pública, no se cebará la bomba de la recuperación"·

  • El nuevo consejero de Economía cree que la depresión ha tocado fondo aunque advierte del riesgo de años de estancamiento de Andalucía y España si se sigue insistiendo en la austeridad.

José Sánchez Maldonado (Málaga, 1952) acaba de asumir una de las consejerías más complejas de la Junta de Andalucía. Sus competencias abarcan desde el empleo hasta la política industrial pasando por universidades, I+D o promoción exterior. Aunque todavía no domina todas las materias, no se amedrenta ante las preguntas ni se refugia en sus notas. Responde con una espontaneidad poco frecuente en un político recién llegado a la primera línea del Gobierno. Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga y militante histórico del PSOE malagueño, su paso por la política se había limitado hasta el momento a a dos breves etapas como concejal del Ayuntamiento de Málaga y a los nueve meses en los que dirigió la Autoridad Portuaria de Málaga, que dejó por razones de salud tras sufrir un escrache en su despacho en medio de un conflicto laboral.

-¿Cómo afronta sus nuevas responsabilidades?

-Con mucho sentido de la responsabilidad y un poco de vértigo, también por la amplitud de competencias que abarca esta Consejería, y orgulloso por el hecho de que la presidenta haya depositado su confianza en mí.

-Entonces, ya está plenamente recuperado de sus dolencias tras su salida del Puerto de Málaga.

-Fue una salida traumática. En aquellos momentos coincidieron diversas circunstancias personales y familiares y estaba en una situación de bajón, además de la propia situación de la empresa, que me hicieron tomar esa decisión.

-¿Va a cambiar la línea de actuación de su antecesor?

-Mi antecesor fue alumno y es amigo mío, y creo que su línea es correcta. Yo voy a seguir aprovechándome de su buen hacer, aunque uno trata de darle su impronta a las cosas. Pero como economista que soy, pienso que las cosas que funcionan bien no hay que cambiarlas.

-¿Comparte la visión del Gobierno y las empresas de que estamos ya al borde de la recuperación?

-La economía tiene mucho de estado de ánimo. Algunos indicadores de sentimiento ponen de manifiesto que al menos la desaceleración de la economía ha terminado. Podemos decir que hemos tocado fondo, y ojalá sea verdad porque para empezar a crecer hay que dejar de caer. Sin embargo, hemos superado la depresión pero la crisis aún no. En el caso de Andalucía, aunque las grandes empresas están empezando a funcionar algo mejor, esto no se ha trasladado a las pymes, que son las que conforman nuestro tejido industrial. Las pymes dependen básicamente de dos variables: el crédito y la inversión pública. Sin estas dos variables, la bomba del crecimiento económico en Andalucía no se va a cebar. Si la UE no abandona parcialmente la política de austeridad pura y dura, la senda va a ser una L y habrá un estancamiento como el que sucedió a mediados de los noventa en Japón.

-Si se cumple la Ley de Okun, que dice que se necesita crecer un 2% para crear empleo, en Andalucía no se creará empleo en años.

-Sin políticas de relajación monetaria como la de la Reserva Federal ni estímulos económicos, y con las caídas del consumo y de la inversión pública, es muy difícil.

-¿Qué puede hacer la Junta?

-La capacidad de la Junta en las políticas de demanda como la monetaria, la fiscal o la regulación económica básica, es muy pequeña. Tenemos un poco de margen en las políticas de oferta, aunque muy restringido por nuestro sistema de financiación, basado principalmente en las transferencias del Estado, que se nutren de la recaudación impositiva. Y ya sabemos cómo ha caído la recaudación impositiva en los últimos años. Los últimos presupuestos van a implicar un recorte muy importante en la envolvente financiera de la Junta, fundamentalmente en el terreno de la inversión pública. Dentro del poco margen que tenemos, la variable básica que queremos que informe la política económica es coadyuvar al crecimiento económico y la generación de empleo.

-Y si Cataluña fuerza un nuevo reparto de esas transferencias, que es un juego de suma cero, Andalucía saldría mal parada.

-No creo que ocurra. Cualquier modificación al statu quo en favor de que las regiones ricas tengan más signficaría que las regiones pobres tienen menos. Sería como si Emilio Botín o Amancio Ortega dijeran que su déficit fiscal es muy grande porque contribuyen mucho al Estado y éste les da igual que a todos. Tenemos unos principios de igualdad y solidaridad refrendados en la Constitución. Y afortunadamente, el resto de representantes del Partido Popular se han alejado de la propuesta tan discriminatoria de la presidenta del PP catalán y el ministro del Interior, que sería un atentado a la igualdad y la Constitución.

-Volviendo a Andalucía, ¿estamos abocados a un paro estructural de más del 30%?

-En los últimos treinta o cuarenta años, Andalucía ha doblado prácticamente la tasa media de paro del país, y ahora estamos diez puntos por encima. Los últimos datos de este verano parece que plantean un panorama algo mejor, como el mes de septiembre, que ha sido de los mejores quitando 2007. Indudablemente esto tiene que pasar por el cambio del modelo productivo de Andalucía. Tenemos que ir a sectores productivos más basados en las TIC y capaces de competir en el mundo global.

-¿Hay algún sector que pueda tomar el relevo de la construcción?

-Las cosas no volverán a ser como eran. Tampoco quiero quitarle importancia a la construcción ni sacralizarla. Tenemos un porcentaje de la población activa muy grande que ha estado en ese sector y tenemos que buscarle salidas, que se pueden presentar en las políticas energéticas de autoconsumo, las renovables o el proceso de rehabilitación de vivienda.

-Pero el desarrollo de las renovables ha sido paralizado.

-En Andalucía hemos hecho un esfuerzo muy importante en los últimos diez años en renovables, pero nos hemos encontrado con un cambio legislativo que ha creado una gran inseguiridad jurídica y una zozobra en los futuros procesos de inversión. He solicitado una entrevista al ministro Soria y vamos a tratar de llegar a algún tipo de acuerdo.

-¿Qué opina del fracking?

-La posición de las dos fuerzas políticas que dan sostén al Gobierno se vio en el Parlamento el pasado jueves, donde se aprobó una proposición no de ley en la que se declaraba Andalucía libre de fracking. En el corto plazo, la postura está clara.

-¿Para cuándo se conocerá la resolución del concurso minero?

-Para finales de año creo que estará en el mercado el nuevo concurso de Aznalcóllar. Además, la presidenta ya dijo en su discurso de investidura que no estamos en condiciones de dar la espalda a nuestros recursos naturales que son susceptibles de generar riqueza y empleo, siempre dentro del cumplimiento de la legalidad.

-¿Cree que los escándalos como los ERE o Bahía Competitiva pueden penalizar a Andalucía a la hora de recibir fondos europeos?

-No se puede mezclar y creo que no va a tener influencia en el reparto de fondos que se va a hacer en Bruselas. De hecho, las perspectivas para Andalucía son bastante mejores de lo que se esperaba.

-Acaba de relevar a la responsable de Extenda. ¿Va a cambiar la política de promoción exterior?

-Lo que hemos tratado de hacer es dar un impulso y unir la promoción exterior de Andalucía con el emprendimiento en Andalucía. Es decir, formar emprendedores y tenerlos muy unidos a la internacionalización para que no se centren en emprender en el mercado nacionales.

-De usted también depende la política de innovación. ¿Cuándo dejarán las empresas de depender del sector público para innovar?

-Ése es el problema estructural no de Andalucía sino de España, quizá porque tenemos una industria menos desarrollada que Alemania, Francia o EEUU. El esfuerzo público en España es homologable al de países de nuestro entorno. Nos falta tener una estructura industrial que se crea que la inversión en I+D es rentable a medio y largo plazo. Creo que el parón en la iniciativa pública es también muy peligroso. El ejemplo es una olla grande con agua, en el que tenemos que añadir constantemente combustible hasta que hierva. Y a partir de ahí se necesita menos combustible. Pero es que aquí teníamos la olla hirviendo y la hemos apagado.

-Siguiendo con el símil, a la universidad se le acaba el gas, y es una de las bombonas que alimentan ese fuego.

-Con la universidad se está haciendo un esfuerzo grandísimo. Le dedicamos un 1% del PIB andaluz, aunque es verdad que hay problemas puntuales de tesorería. Tenemos un sistema de financiación envidiado por las comunidades. No hemos subido los precios de la matrícula ni se han despedido profesores. Sí es verdad que por los Presupuestos del Estado, la tasa de reposición es del 10%. Si esto se mantiene muchos años, implicaría una disminución del capital humano de la universidad. Espero que a partir del año que viene mejore la situación económica y amplíe la tasa de reposición.

-También hay un problema de demanda, con títulos de máster sin alumnos.

-Si no hay demanda, es que hay mucha oferta.

-¿Diez universidades públicas en Andalucía son demasiadas?

-Yo lo veo de otra forma. En estos momentos de crisis, con las rebajas en las becas, imaginemos lo que sería si las universidades estuvieran agrupadas en tres ciudades de Andalucía. Las dificultades para acceder a la universidad serían mucho mayores. Otra cosa es que a futuro pensemos en la especialización, y que determinadas materias se concentren en universidades con mayor capital humano. Y quizás es más rentable pagar una buena beca al alumno para que se desplace a ese centro especializado que tener un centro especializado en todas las provincias.

-Esta semana Alestis ha presentado su convenio para el pago a sus acreedores. ¿Hay fecha para la salida de la Junta del capital ?

-Alestis es una empresa privada en un sector que consideramos estratégico para la economía andaluza. No tenemos fecha ni de entrada ni de salida. Parece que el concurso de acreedores va a ir bien. Lo mismo que entramos para apoyar a este sector estratégico, cuando esta empresa privada pueda funcionar por libre, indudablemente dedicaremos estos recursos a otro sector.

-Tras la reunión de las grandes empresas con la presidenta, anunció un plan de recapitalización de pymes. ¿En qué consistirá?

-Es un plan de incentivos reembolsables a siete años para pymes industriales de menos de 50 empleados, máximo del 20% del capital. Son empresas que han logrado subsistir a la crisis y que tienen músculo, por lo que el riesgo de pérdidas es menor que si este plan se hubiera hecho hace cinco años.

-¿Se utilizará Invercaria como instrumento?

-Estamos elaborando el plan ahora mismo.

-¿Cuándo estará listo?

-En un un mes o mes y medio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios