El desabastecimiento farmacéutico

La pasta y la pastilla

  • La falta de ciertos medicamentos obedece sobre todo a problemas de fabricación y logísticos, pero algunos sectores apuntan también al interés (o desinterés) económico de algunos laboratorios

Cajones de medicamentos con compartimentos vacíos en el almacén de una farmacia gaditana esta semana.

Cajones de medicamentos con compartimentos vacíos en el almacén de una farmacia gaditana esta semana. / Lourdes de Vicente

La paciente no podía creer la teoría de aquel médico que, en una población de la Bahía, atendía su lamento por no encontrar determinado medicamento. “¿Que a lo mejor se debe a algún interés económico de algunos laboratorios? Pero eso no puede ser ¿cómo van a jugar con la salud de la gente?”, decía la indudablemente ingenua mujer, como si no fuera posible, como si no existieran también policías corruptos, banqueros usureros o, incluso, periodistas que cobran por no contar la verdad.

El interés económico no es desde luego la única razón para esta falta de ciertas medicinas en las farmacias, pero, a tenor de las opiniones de los sectores afectados, constituye una parte importante del problema.El desabastecimiento de fármacos muy vendidos (y por lo tanto de éxito) es un fenómeno repetido, pero se ha incrementado notablemente en los últimos tiempos, tanto que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha tomado la determinación de publicar, desde hace una semana, informes semestrales sobre este problema, que según la propia AEMPS, “puede tener un impacto sobre la salud” y, aun en el caso de que hubiera alternativas al fármaco en cuestión “tienen una enorme repercusión en términos de dedicación de recursos profesionales orientados a solucionarlos y de tiempo y ansiedad de los pacientes para conseguirlos”.

Constata este organismo que existe una clara tendencia al alza de notificaciones de problemas de suministro desde 2016, y calcula que este 2018 se superará ampliamente el máximo alcanzado el pasado año. Según esos mismos datos, a finales de octubre existían 371 medicamentos de diversos laboratorios con problemas de abastecimiento. En la misma línea, en el listado del Cismed (Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos) se recoge que durante la pasada semana se tuvieron problemas de suministro con 57 medicamentos, 28 más en comparación con la lista correspondiente a la misma semana del pasado año.

En este sentido, la delegación del SAS en la provincia de Cádiz, precisa que éste no es un problema andaluz, sino que “se da a nivel nacional” y requiere sobre todo “respuesta de los laboratorios”, que son “los que deben organizar sus sistemas de fabricación para evitar el desabastecimiento”.

La delegación gaditana de Salud se esfuerza en aclarar que “no tiene ninguna relación” este desabastecimiento “con la selección pública de medicamentos”, algo en lo que coincide el portavoz del movimiento Marea Blanca Gaditana de profesionales sanitarios, Antonio Vergara, quien confirma que es “un fenómeno que afecta a todas las comunidades autónomas”.

Sin embargo, desde el Colegio de Farmacéuticos de Cádiz, con Alberto Virués como portavoz, y desde la Confederación de Empresarios de Oficinas de Farmacia de Andalucía (Ceofa), con Leopoldo González, consideran que Andalucía es una comunidad “doblemente afectada”.

“Por un lado, en España tenemos el precio del medicamento más barato en toda Europa y cuando un laboratorio farmacéutico, que son multinacionales y tienen centralizadas sus fábricas, tiene una falta de materia prima o tiene que priorizar donde manda su producción la destina, lógicamente, donde va a ganar más dinero”, explica Virués sobre una problemática que en Andalucía “se agrava por el tema de la subasta”. “Hay veces que los laboratorios que han ganado la subasta no tienen capacidad suficiente para abastecer a toda Andalucía”, indica González. “Cuando un médico prescribe por principio activo, en la farmacia estamos obligados a dar el medicamento que la Junta indica, ¿qué pasa?, que somos 8 millones de personas y muchas veces los laboratorios que han ganado la subasta no tienen el suficiente potencial como para abastecernos a todos, por lo que se provoca lo que denominamos desabastecimiento discontinuo (en este mes tenemos, en este mes no) y se producen picos de desabastecimiento que no se dan en el resto de España”, amplía Virués.

Eso sí, ambos farmacéuticos coinciden con la delegación de Salud en llamar a la calma pues “en la mayoría de los fármacos las sustituciones están garantizadas”. Salud, además, también defiende la libre prescripción por los facultativos, y recuerda que la subasta andaluza ha sido refrendada hasta en tres ocasiones por el Tribunal Constitucional en cuanto a “su legalidad, su equidad, su calidad, su eficiencia y su sostenibilidad”. Pero desde Ceofa, que han recurrido cada una de las subastas, insisten en que éstas “no se ajustan a derecho con respecto a la Ley de Contratos del Sector Público”.

Marea Blanca, por su parte, también apunta a una posible razón económica para la ausencia en farmacias de ciertas medicinas. Vergara señala que este inconveniente “implica fundamentalmente a medicamentos baratos”, lo que les lleva a pensar que “pesa más la posibilidad de que a estas empresas productoras (las multinacionales farmacéuticas) no les resulte comercialmente rentable la producción” de estos productos de bajo precio. La preocupación de la Marea va también por el lado de la “dinámica de conflicto” que la situación genera “a muchas personas que ven alterada la tranquilidad de la recogida de sus medicamentos habituales”.

El Colegio de Médicos de Cádiz constata sobre todo, en este asunto, que los usuarios se quejan a sus médicos y les demandan el cambio de medicamento, cuando en las farmacia no pueden dispensárselos al no disponer de ellos. Respecto a otra preocupación de los pacientes, la de que si los llamados genéricos son tan ‘buenos’ como los de marca, el Colegio muestra su convencimiento de que es así “desde el momento en que son aprobados por la Agencia Española del Medicamento... si bien la experiencia del día a día parece indicar que no todos son igualmente efectivos”.

Opiniones aparte, los números objetivos están en el informe de la AEMPS, que constata que la mayor parte (más del 70%) de los problemas de suministro en la primera mitad de 2018 se deben a problemas en la fabricación (incluyendo los logísticos, tanto de planificación como de capacidad) así como a retrasos en la entrega. En otras ocasiones, hay problema de suministro porque un laboratorio desabastece un producto porque existen alternativas. Es frecuente que estas alternativas empiecen a escasear pasado un tiempo.Aunque este problema tiene un mayor peso porcentual en el suministro a hospitales, en cifras absolutas los medicamentos obtenidos en farmacia representan un mayor número de problemas. Por grupos, los más afectados son los fármacos destinados a tratar el sistema nervioso, el cardiovascular y los anti infecciosos. La Agencia ha registrado en la primera mitad de este año 583 problemas de suministros, con una media de duración de 42 días hasta su resolución, entre 17 el más corto y 84 y medio el más duradero.

Aunque la gran mayoría de estos desabastecimientos tuvieron un impacto menor (cuando el farmacéutico lo sustituye fácilmente por otro) o nulo (cuando se encontró otra unidad del mismo), hasta en un 13,89% de los casos se produjo un impacto llamado mayor, es decir que no había alternativas terapéuticas, y hubo que recurrir a medidas extraordinarias, como la comercialización excepcional o la importación de medicamentos extranjeros. En un 5,66% de los casos se produjo el llamado impacto medio, es decir, aquellos casos en los que el médico prescriptor debe determinar la elección de tratamientos alternativos.

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