Andalucía

Al menos 118 desalojados en un incendio cercano a Algeciras

  • El fuego se declaró a media tarde en el paraje de Chorrosquina y Majadal Alto, una zona de matorral y monte bajo próxima a varios núcleos de viviendas

Un incendio iniciado sobre las 18:00 horas acabó ayer con más de 30 hectáreas de matorral, bosque bajo y algún alcornoque en Majadal Alto y Chorrosquina, en el término municipal de Algeciras (Cádiz). Las llamas, que iban bajando los montes arrastradas por el viento de poniente, obligaron a desalojar a unas 118 personas de 58 viviendas de la zona. Primero fueron las de la parte más alta -a las 19.24 eran 19 las personas desalojadas- pero conforme fue avanzando la tarde la orden terminó siendo evacuar, como medida preventiva, al resto del vecindario de Chorrosquina. A las 21.00 ya no quedaban en la zona más que efectivos del dispositivo. El Plan Infoca puesto en marcha logró estabilizar el fuego sobre las 23.00 horas. Estabilizado es la fase anterior a controlado, pero ya no implica riesgo para la población ni sus viviendas.

La noche se preveía larga, al cierre de esta edición, para los equipos de guardia en la zona. Como mínimo estaba previsto que quedasen tres retenes y tres camiones. También los desalojados tenían una larga noche por delante. El pabellón cubierto municipal Ciudad de Algeciras fue habilitado para que los vecinos que así lo deseasen pasen la noche en estas instalaciones, extremo no confirmado al cierre de esta edición.

Hoy está previsto que se incorporen al dispositivo dos helicópteros, cinco retenes, tres técnicos y tres camiones. Además de una maquinaria pesada que, como medida preventiva, realizará un cortafuego alrededor de las viviendas y chalés; aunque fuentes de Subdelegación del Gobierno en Cádiz aseguraron que durante la noche de ayer no había riesgo de que se viera afectadas las viviendas. Si fuese necesario, cuatro helicópteros de la base de la Almoraima más, en Castellar, también estaría disponible.

Desde la conocida fuente de la Chorrosquina decenas de personas observaban, primero con curiosidad y cada vez con mayor preocupación, los continuos viajes de los medios aéreos. Primero fueron tres helicópteros ligeros y otros tres pesados. La cantidad de agua que descargaban no era suficiente para sofocar unas llamas que se repartían por focos separados; hasta una decena contabilizó uno de los bomberos. Posteriormente su sumaron al dispositivo dos hidroaviones y un avión de coordinación. Tres autobombas, siete retenes, siete técnicos y agentes medioambientales, y unos 50 especialistas en extinción de incendios completaban el dispositivo de extinción.

Aunque todavía no se han deteminado las causas, los vecinos de la zona hablaban que podía ser provocado. "Un bombero me ha comentado que seguro que alguien le ha metido fuego", advirtió una de las vecinas de las viviendas. David, un ecologista de Verdemar, también veía más que posible esa hipótesis. "¿Ves los focos de llamas?, uno allí y otro allí", decía, señalando la amplia distancia que había entre ellos.

Manuel Vázquez y su mujer fueron los primeros desalojados. Son propietarios de una extensa finca en una de la zona más alta, conocida como Santa Isabel. Permanecían cerca mientras que a sus suegro tuvieron que trasladarlo al tener un problema de respiración. Estaba relativamente tranquilo; la información y la zona donde los medios aéreos descargaban el agua hacían pensar que ardía más la otra ladera de la montaña, más alejada.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios