Andalucía

Los cuatro detenidos coincidieron en la casa de León XIII con el cuerpo de Marta

  • El jefe Superior de la Policía de Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra, comunicó que Miguel golpeó a Marta con un objeto contundente y la arrojó al río junto a sus amigos, Samuel y "Cuco".

Tras levantase este jueves el secreto de sumario sobre el caso de Marta del Castillo, el Delegado de Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y el jefe Superior de la Policía Occidental de Andalucía, Enrique Álvarez Riestra, han comparecido ante los medios de comunicación para dar más detalles de lo sucedido.

Al parecer, la hora de la muerte de Marta se ha fijado en torno a las 20:30 gracias a varias llamadas y mensajes recibidos en el móvil de la joven; un teléfono que Miguel se guardó aprovechando que Marta estaba inconsciente. El asesino confeso y los dos jóvenes que le ayudaron a deshacerse del cuerpo, Samuel y J.G.M., coincidieron, en declaraciones separadas cada uno con sus abogados, en el punto exacto del río donde la arrojaron.

Riestra ha asegurado que Marta del Castillo había pasado toda la tarde con Miguel Carcaño ya que la joven “quería aclarar unos rumores sobre ella que supuestamente estaba divulgando y a recoger unos CD”. El presunto asesino salió de la casa de su novia en Camas alrededor de las 17:00 horas del pasado 24 de enero pues quedó con Marta sobre las 18:00. El último punto de encuentro con los amigos de Marta se produjo alrededor de las 19:00 en las cercanías del Puente de Triana.

Según ha trascendido de las investigaciones realizadas, Miguel y Marta se dirigieron directamente a casa de éste en el barrio sevillano de León XIII, por lo que es imposible que ninguna vecina de la chica la viera, e incluso, charlara con ella. En la casa se produjo una discusión que fue subiendo de tono, hasta tal punto que el asesino confeso la golpeó con un objeto contundente, aparentemente un cenicero, “que no ha aparecido puesto que Miguel lo tiró al río”. Lo cierto es que Miguel envolvió el cenicero con una chaqueta que quedó manchada de sangre, hecho que permitió a los agentes detenerlo.

Desconcertado el asesino confeso llamó a su amigo Samuel y al menor de edad detenido desde una cabina cercana a su casa. Samuel cogió el coche de un familiar del menor y se dirigieron con el cuerpo de Marta, envuelto por Miguel en una manta, hasta el puente del Charco de la Pava. Miguel les siguió con su motocicleta. La noche del suceso se encontraban los cuatro imputados en la casa de Miguel y Javier. A pesar de que el hermano ha confesado que él no se encontraba en su domicilio, lo cierto es que cuando se produjo el suceso los restos de sangre estaban presentes por toda la casa y cuando llegó Javier Casanueva, tío de Marta, tanto la colcha como la casa estaba limpia. Lo evidente es que la Policía tiene pruebas irrefutables que inculpan a todos los detenidos.

La Policía ha entrevistado a más de 100 personas que pudieran aportar alguna información al respecto. Los cuerpos de seguridad del Estado han trabajado en todo momento en resolver este caso “que aún no está cerrado”. A parte de la búsqueda del cuerpo de Marta queda el trabajo del análisis operativo, así como la puesta en orden de todas las pruebas y la recogida de los análisis realizado por la Policía Científica.

Tanto la Policía como el juez del Juzgado de Instrucción que lleva el caso y su secretaria judicial no han escatimado en horario de trabajo.

Pocos precedentes en la búsqueda de personas

Por su parte, el Delegado de Gobierno, Juan José López Garzón, ha asegurado que la Policía ha hecho la investigación como “necesariamente” tenía que ser, “discreta, seria, eficaz y garantista”.

Los cuerpos de seguridad se han volcado desde un primer momento con el caso y se ha mantenido independientemente dos grandes líneas de investigación. Por un lado, la desaparición involuntaria de Marta y por otro la recogida de datos para la información.

López Garzón ha manifestado que desde que se tuvo conocimiento de que el cuerpo de la joven estaba en el río se puso un dispositivo con “pocos precedentes” en la búsqueda de personas.

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