Aniversario Elecciones en Andalucía

Tres años del cambio andaluz

  • Este 2-D se conmemora las elecciones que dieron la victoria a los partidos de la derecha, una mayoría que parece consolidarse para los próximos comicios

Marín, Susana Díaz, Teresa Rodríguez y Juanma Moreno, en uno de los dos debates de las elecciones andaluza.

Marín, Susana Díaz, Teresa Rodríguez y Juanma Moreno, en uno de los dos debates de las elecciones andaluza. / Julio Muñoz/EFE

Hacía ya diez años que los andaluces contestaban en las encuestas que el Gobierno de la Junta necesitaba un cambio, pero no fue hasta el 2 de diciembre de 2018 cuando esta pulsión se materializó en las urnas. Sin que nadie lo advirtiese, los electores que más empeñados estaban en la alternancia encontraron en un nuevo partido, Vox, situado hasta entonces fuera de todos los parlamentos, una herramienta poderosa. Otros siguieron votando a Ciudadanos, y unos pocos permanecieron leales al PP, pero la variedad de estas fuerzas del cambio sumaron los suficientes apoyos como para derrocar al PSOE, que había gobernando en la Junta desde su creación en 1982. 59 diputados de la derecha frente a 50 de la izquierda.

Macarena Olona, probable candidata de Vox, celebra hoy el día en Lepe

Hoy se cumplen tres años de aquellas elecciones históricas, y Vox ya ha pisado el acelerador. Su probable candidata, la diputada Macarena Olona, participa esta tarde en un mitin en Lepe con el que quiere conmemorar la fecha. Su partido fue en 2018 una de las sorpresas de aquella jornada, ahora intenta algo parecido, suficiente peso como para entrar en el Gobierno. España volverá a mirar a Andalucía como escenario anticipatorio. O en junio o en octubre, aunque probablemente en mayo, la comunidad irá a las urnas.

Poco después de ese diciembre, Susana Díaz, ya ex presidenta socialista de la Junta, explicaría que no supo del posible revés en las urnas hasta el sábado anterior al día de las elecciones. Fue ella la que escogió la fecha de diciembre, quería unas elecciones poco competidas, de ésas que transcurren sin apenas tensión, pero el conflicto en Cataluña, que estaba muy reciente, dio alas a Vox. Una parte de la derecha también se sentía decepcionada con la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy y fue eso lo que forjó ese primer empuje de Vox. A mitad de la campaña, todos los partidos sabían que Vox se había colado en las elecciones andaluzas y Susana Díaz, consciente de ello, aireó el temor a la ultraderecha. En el cuartel general del PP andaluz no daban crédito a lo que hacía la presidenta, porque, sin duda, el partido de Abascal era el primer competidor de los populares. Sin embargo, lo que nadie pudo prever fue el resultado: 12 escaños para Vox.

El PP andaluz no hizo una buena campaña. Aunque recibiese algún premio, lo cierto es que el PP obtuvo el peor resultado de su historia autonómica en Andalucía: 26 escaños, los que obtuvo Gabino Puche. El candidato, Juanma Moreno, llamó ese domingo de madrigada al líder de Ciudadanos, Juan Marín, que había logrado 21 parlamentarios, y le propuso el acuerdo que forjó el primer Gobierno de la Junta en el que no estaba el PSOE. Vox se mantendría fuera del Ejecutivo, pero con un apoyo sólido al nuevo presidente. Hasta hace dos semanas.

La filtración del audio de Marín ha terminado por hundir a Ciudadanos en una crisis interna casi insalvable

Pero el cambio no se explica sólo por la confluencia de estos tres partidos, también le faltaron votantes al PSOE. Susana Díaz se dejó 400.000 votos de electores socialistas que se quedaron en sus casas. La presidenta encajó en 2018 el malestar por los efectos de una crisis financiera mundial que, al final, acabó por traducirse en importantes recortes en los sectores de la sanidad y la educación. Díaz, lejos de aquello, dedicó su última legislatura a su carrera política nacional, un empeño que terminó del peor modo posible cuando los militantes socialistas prefirieron en las primarias a Pedro Sánchez, que en aquel momento no era ni diputado.

Susana Díaz trató de invalidar el resultado con el argumento de que, sin Vox, sin la extrema derecha, el PSOE podría gobernar, pero fue un intento vano. Tras el shock inicial, su propio partido se fue dando cuenta del mal resultado, sólo 33 escaños, también el peor de la historia.

Juanma Moreno fue nombrado presidente en enero de 2019, Juan Marín, de Ciudadanos, sería el vicepresidente, en un equilibrio inestable, porque los naranjas llegarían a sumar más votos que el PP en la siguientes elecciones generales. Sin embargo, el paso de los meses y, en especial, la gestión en tiempos de la pandemia consolidaron a Moreno como presidente y líder del PP, mientras Ciudadanos bordea la extinción. La reciente filtración de un audio de Juan Marín sobre la inconveniencia de aprobar el Presupuesto de 2022 lo ha sumido en una crisis interna de difícil solución. 

Juanma Moreno no desea el pacto con Vox ni con el PSOE, se aferra a Ciudadanos o a una mayoría suficiente

Juanma Moreno sueña ahora con darle la vuelta a ese resultado de 2018, no sólo desea ser el candidato más votado, sino alcanzar una mayoría suficiente para gobernar con lo que quede de Ciudadanos o en solitario. Para el presidente, "Vox se ha echado al monte" y el PSOE-A "aún no está maduro para pactar con el PP", según explicó el martes pasado en Mesa de análisis, de Canal Sur, el mismo programa donde anunció que las elecciones serían en junio u octubre. 

Para que eso ocurre, el PP debería obtener más escaños que todos los partidos de izquierda. Si no fuese así, Vox entrará en el Gobierno andaluz. La singularidad que aporta Andalucía a este partido es que ha conectado con una parte de la población rural, un ámbito que durante décadas fue refractario al PP. Lo que indican las encuestas es que la mayoría en Andalucía es que la mayoría es de las derechas. 

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