Huelva

Entre el empate y la debacle

  • El 'casadismo' pasa sin pena ni gloria por las listas populares en Huelva

  • Los socialistas presentan una candidatura con currículos contrastados

Mario Jiménez y Dolores López

Mario Jiménez y Dolores López

Las alineaciones están confirmadas desde la tarde de ayer, aunque el once titular -literalmente, son once en cada lista- estaba decidido hace semanas. Los objetivos están más que claros; el equipo rojo busca el empate y el azul evitar la goleada para el partido de vuelta en forma de generales adelantadas o en unas municipales en el que buscarán una sorpresa que no se esperan ni ellos. Entre los primeros, la delantera titular compuesta por Mario Jiménez, María Márquez y el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, intentarán que el centro del campo compuesto por Manuela Serrano, Jesús Fernández y Modesta Romero, les acompañen en el Hospital de las Cinco Llagas. Sus oponentes, con una táctica más defensiva, confían en Loles López y Manuel Andrés González, porque la tercera en discordia, Carmen Céspedes, corre el peligro de calentar la banda sin poder debutar.

Las listas populares eran las más esperadas. Continuando con el símil futbolístico, la llegada de un nuevo seleccionador nacional -Pablo Casado- cuya idea de juego enganchó a varios integrantes de la capital hasta hacerlos mayoritarios tanto en su apoyo como en la oposición a un estilo que levantó más que sonados encontronazos. Buscaban los nuevos aires para cambiar un entrenador -Manuel Andrés González- que según ellos no alineaba a los mejores. Tanto ruido se formó, que en los últimos días llegó a Huelva uno de los hombres de confianza de Casado: Javier Maroto, presencia que el portavoz de la Dirección Provincial del PP de Huelva, Juan Carlos Duarte, atribuía ayer a reuniones "normales" y en las que no se habló de la inclusión de ninguno de los hombres de confianza de Casado en las listas por Huelva. Desde luego, no convenció a nadie.

La certeza es que el casadismo ha pasado de largo por las listas del PP. La presencia en el número cuatro de la misma de Pedro González López, alcalde pedáneo de Valdelamusa, considerado el primer valedor de Casado en la provincia, antes incluso de la creación del denominado Grupo del Comercial, sirve de poco consuelo, ya que ocupa un lugar que ni los más optimistas en la calle Alonso Sánchez, pueden ver sentado en el Parlamento. Una de sus principales caras en la institución legislativa andaluza, Guillermo García Longoria, quien más ha hecho por cambiar la dinámica en la que se encontraba sumido el partido en la capital y quien buscó en Casado la manera de conseguirlo es, sin ningún tipo de paliativos, el gran derrotado al conocerse la plancha popular.

Frente a ellos, unos socialistas que acuden con un equipo más bregado, acostumbrado a soportar zancadillas y a quienes no les acompleja darlas también. Mario Jiménez, María Márquez -llegada de la cantera pero que se ha hecho con un sólido puesto de titular- el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, Manuela Serrano y Jesús Fernández, parecen fijos con la posible llegada de Modesta Romero para cerrar un empate que se interpretaría como una victoria. Un equipo que sabe competir en los momentos estelares, que huye del miedo escénico y que incluso antes de que el balón comience a rodar, transmite una solvencia que no parece poner en peligro su liderato. Todo lo que no sea ganar con rotundidad no se contempla en ninguna de las quinielas que circulan desde hace semanas. Poco se puede achacar a una propuesta que no tiene contestación y de la que se espera el mejor resultado.

Todavía faltan el resto de los contendiente,s que deberán dirimir hasta qué punto la apuesta naranja confirma la mejoría en su juego y, aunque lejos del liderato, le disputan a los populares la segunda plaza que les daría acceso directo a la Champions y a estos jugar una liguilla en la que pueden rodar cabezas; o los representantes onubenses de la dupla, Maíllo-Rodríguez, con una compenetración cada vez mayor desde que asumieron casi en exclusiva su papel de líderes de la oposición parlamentaria andaluza y los más identificados con la misma.

Las alineaciones están en las pizarras y con las tácticas no se esperan sorpresas en cuanto a la que utilizar por todos ellos; estabilidad y propuestas, frente a una convocatoria que es vista como un referéndum -ayer mismo se volvió a insistir en ello por parte del capitán popular-. El 2 de diciembre se juega a partido único y, al menos así lo dicen las casas de apuestas en forma de encuesta, no parece haber terreno suficiente para la sorpresa. Tal vez habrá que esperar un día más para conocer las consecuencias de un encuentro que va más allá de la victoria -que se la atribuirán todos, como es tradición- y una derrota; más aún, será necesario comprobar cuánto escuece esta última y si habrá un relevo en el banquillo.

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