Entrevista a Juan Espadas

"Voy a proponer a Moreno un primer acuerdo para pactar los fondos europeos con los ayuntamientos"

  • El candidato socialista a la Presidencia de la Junta explica que hará una oposición contraria a la de Pablo Casado a Pedro Sánchez

  • Sostiene que el Gobierno andaluz necesita "estabilidad y crítica" hasta el final de la legislatura

  • La presidencia del grupo socialista en el Parlamento se quedará vacía una vez que Susana Díaz la deje

Juan Espadas, este sábado en Sevilla.

Juan Espadas, este sábado en Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Juan Espadas (Sevilla, 1966) ha solicitado una entrevista al presidente de la Junta, Juanma Moreno, para proponerle un primer acuerdo político para gestionar los fondos europeos que lleguen a Andalucía, en colaboración con los ayuntamientos y las diputaciones. Es otro modo de hacer política, diferente del de Susana Díaz. Si llega a buen término, vendrán otros. El vencedor de las elecciones primarias en el PSOE de Andalucía inicia la semana próxima un nuevo ciclo político en su partido. No es parlamentario, pero irá a reunirse con el grupo socialista, que estrena nuevos portavoces. Díaz sigue siendo la secretaria general, aunque es posible que dé el paso definitivo en los siguientes días.

¿Cree que en dos años le puede ganar al PP?

-Estoy convencido. Ahora le vamos a mostrar al PP que hay otro modo de hacer política. La oposición que yo voy a hacerle a Moreno Bonilla no es la que Pablo Casado le hace a Pedro Sánchez. Y le pido que estén atentos a sus pantallas porque voy a esmerarme. Si Pablo Casado hiciese otra tipo de oposición, tendría opciones.

-Va a hacer lo contrario que Casado.

-Justo eso, una oposición constructiva a un Gobierno que, en estos momentos difíciles, necesita estabilidad, es necesario para la recuperación económica. El Gobierno debe tener estabilidad lo que le queda de legislatura, y debe la oposición debe ser constructiva y, a la vez, crítica en aquellos asuntos que entendamos que son perjudiciales para los andaluces. Es un balance. En ese sentido le explico que voy a solicitar una entrevista con el presidente Moreno Bonilla, vamos a intentar si puede ser antes del próximo pleno parlamentario, esta semana que entra. Y en ese contacto breve le voy a trasladar mi disposición a que el PSOE actuará en esos dos sentidos. Le voy a plantear un primer acuerdo político, del mismo estilo que él ha planteado a Pedro Sánchez y éste ha aceptado con el caso de la comisión bilateral Estado-Junta.

Juan Espadas. Juan Espadas.

Juan Espadas. / Juan Carlos Vázquez

-¿Qué acuerdo sería?

-Le voy a plantear, si él tiene hueco en su agenda, que creemos una comisión entre el PP y el PSOE para dar a los ayuntamientos andaluces una participación más activa en la gestión de los fondos europeos como clave de la recuperación. Quiero ser el alcalde de los alcaldes, mi línea de colaboración constructiva con el PP en el Parlamento va a ser ése. La Junta, con los ayuntamientos y las diputaciones, debemos acordar una estrategia conjunta y completa de los fondos que van a venir a Andalucía. Planteo ese primer acuerdo político, que sería el primero de la legislatura con nosotros. Si esa es la línea para avanzar, podrán venir otros. Lo único que le pido a Moreno Bonilla es que se libere del yugo de Vox.   

-Al final, un alcalde de Sevilla podía ser candidato socialista a la Junta y ser el más votado en Jaén, Granada y la ciudad de Málaga. Nos gusta explotar los tópicos. ¿Sintió que esto iba a ser su principal problema en las primarias?

-No, al final se ha demostrado que era cierto lo que yo decía: en Andalucía se están superando esa vieja cultura de los agravios provinciales y, después, que la gente es inteligente y ha votado lo que quiere que ocurra. No tiene en cuenta lo que uno es ni de donde viene. La gente ha mirado al futuro, no de quién eres. Lo que he contado es creíble, se puede llevar a cabo y ha gustado.

-¿Siempre tuvo la certeza de que ganaba las elecciones primarias?

-Sin ser petulante, cuando decidió el paso, lo sabía porque había mantenido muchas conversaciones con compañeros que habían venido a hablar conmigo sobre la situación en la que estaba el partido y las alternativas que había. De todas las provincias. Y a todos le pregunté lo mismo: ¿tenemos claro que lo que vamos a hacer es plantear una alternativa a la dirección del partido con todo lo que ello supone? Cuando tuve claro que había un volumen considerable de compañeros en ello, yo di el paso. Como alcalde de Sevilla, no podía hacer experimentos con gaseosa, no podía meterme en aventuras personalistas. Sabía que el proyecto era heterogéneo, pero también mayoritario. Sí, sabía que iba a ganar. 

-En los últimos días se habló de empate técnico.

-Sí, yo me callé ante esos vaticinios. A la otra candidatura le interesaba mantener el pulso hasta el final y dar la sensación de que, efectivamente, estábamos en un empate, porque había personas que no sabían qué decidir por razones emocionales o de conveniencia, y éstas iban a estar con el proyecto ganador. También me beneficiaba esa tensión para animar al voto. Hemos tenido una participación espectacular, más del 75%, que le manda un mensaje claro a la derecha: la militancia se ha activado por completo, está dispuesta a dar batalla y a ganar la siguientes elecciones.

-El resultado ha sido tan ventajoso que ese mismo día anunció que también optaba a la secretaría general del PSOE-A.

-Claro, me lo habían preguntado antes muchos compañeros, en muchos actos, algunos me exigían, incluso, que lo aclarase, gente que había vivido episodios de presunta bicefalia que no acabaron bien. Y por mi perfil de gestor, podían pensar que no estaba en lo orgánico o que, simplemente, tenía otro tipo de clave o acuerdos con provincias para que yo asumiera un papel y otros lo del partido. Lo dejé claro desde el principio, pero la noche electoral hice expresa mención porque escuché la mención de la compañera Susana Díaz cuando anunciaba que no optaría. Por eso quise cerrar ese debate en ese momento.

-¿Una ventaja menor lo hubiera impedido?

-No, le habría presentado en cualquier caso. Hay un resultado de primarias y habrá un resultado del congreso. Lo que debe producirse ahora, de acuerdo con la cultura del partido, es una adhesión con el proyecto ganador para dar unidad al partido. El resultado no nos divide, esto no va de eso, el resultado da paso a la unidad. No tengo la impresión de quienes hayan votado a Susana Díaz me tengan animadversión, tengo muchos amigos personales entre ellos.

-Pues algunos le han llamado palmero, mando a distancia de Ferraz e, incluso, mal compañero.

-No, entre la gente que ha apoyado a Susana Díaz hay amigos personales, gente que aprecio, esas declaraciones la hizo la candidata, sé que ha habido salidas de tono en las redes, pero muchos de ellos me habría votado si Susana Díaz no se hubiese presentado. Para ser un partido tan grande como éste, la campaña ha sido pacífica. Vamos a ver, que el PP de Sevilla estaba hasta hace poco en los juzgados por un proceso mucho menor. 

-¿No va a hacer cuentas?

-No. En absoluto. Hay que cerrar una página para abrir la siguiente, la página que se abre debe estar en blanco para escribirla bien. Los ciudadanos no quieren a políticos que pasen factura, yo estoy convencido de que mi candidatura ha ganado porque es un cambio de estilo, más allá de los contenidos.

-¿Cómo es ese estilo?

-Es un estilo que necesita la política española. Más discursivo, menos efectista, que plantea acuerdos por el bien general si no hay diferencias ideológicas de fondo. En el pleno municipal pasado hice una alusión a Max Weber. A diferencia de la Justicia, que toma decisiones en función de lo que es más justo, en política se adoptan las decisiones que son más eficaces para procurar un bien para la sociedad. 

-Desde el congreso federal de Sevilla de 2012, en el que Alfredo Pérez Rubalcaba ganó a Carme Chacón, a la que usted apoyó, la dirección del PSOE de Andalucía no ha dejado tranquilo a los secretarios generales. Fueron contra Rubalcaba y fueron contra Pedro Sánchez, tras un breve período de tregua. ¿Ha perdido peso el PSOE andaluz en la dirección federal?

-Sí. Desde el congreso de Rubalcaba, lo que se planteó desde aquí era un proyecto personal que tenía un objetivo de una persona y que tenía unas fases.

-¿Convertir a Susana Díaz en secretaria general?

-Como luego se demostró, había una decisión no confesada, pero había una aspiración. Legítima. Eso requería unos pasos, que antes pasaba por un liderazgo andaluz y por la Presidencia de la Junta. Es evidente que había un proyecto personal. En ese sentido, el PSOE de Andalucía ha perdido su peso, porque no se ha cumplido lo que indica la lógica de partido: si hay primarias y pierdes, te adhieres a quien ha ganado. Si, por el contrario, te refugias en los cuarteles de invierno a la espera de que ya vendrá otra oportunidad, pues fragilizas al partido, no ganas elecciones y no se consiguen objetivos. Es sorprendente como personas que son de partido, porque los son, porque lo sabemos, anteponen a veces el yo.

-¿Ha faltado generosidad con el partido?

-Susana Díaz quiere al partido y no entiende su vida sin él, pero hay momentos en los que ha antepuesto su estrategia personal. Has dado dos fechas claves: la de Alfredo Pérez Rubalcaba y la etapa de Pedro Sánchez cuando no pudo presentarse a las primarias porque llevaba poco tiempo en la Junta. Es verdad que respaldé a Carme Chacón, aunque respetaba mucho a Alfredo, porque entendimos que era el momento de hacer una renovación más profunda, de tipo generacional. Y me costó tomar esa decisión, porque era el número uno en esa situación, me costó y la tomé de manera colectiva. Si hubiera estado solo, no lo sé. Claro, Rubalcaba gestionó al PSOE en unos momentos muy duros, con un PP muy fuere, y él debería haber tenido unos apoyos sin fisuras, la entrega de todos. 

-El PSOE también ha perdido peso en la sociedad andaluza.

-El partido debe tener una vida propia más allá de las instituciones, no es sólo el gobierno de una institución. Ya pasó a nivel federal en algunos momentos de los gobiernos de Felipe González, quien está en el partido está pensando en la institución. Y el partido es más básico, hay que pensar en otros tiempos, a medio y largo plazo. Yo aspiro a que en el partido haya cuadros que piensen en dos o tres elementos fundamentales.

-¿Cuáles?

-La primera es la formación de los cuadros, la formación de los jóvenes. Si hay alguien que tiene vocación política, debe encontrar un partido abierto, que le dé formación, que se pueda cultivar y curtir. No debe ser un partido para ganar congresos. Y lo segundo es evidente, el partido debe estar conectado con toda la sociedad. Son las agrupaciones o son, a escala andaluza, quienes tienen las líneas abiertas con colectivos profesionales, con sindicatos, con trabajadores. Si se llega al Gobierno y se eliminan esos pasos intermedios, esas personas que sirven de conexión, se produce la ruptura de puentes. Y eso es lo que nos pasó, nos ocurrió con la sanidad. Si hubiéramos tenido militantes de esos colectivos en esos sectores, habría sido diferente, pero lo peor es que los teníamos y no se les escuchó.

-Ya ha hecho algunos cambios en el grupo parlamentario, hay nuevos portavoces. ¿Habrá más cambios en los próximos días?

-Sí, claro. Hemos elegido a cuatro personas que será portavoces y que proceden de las cuatro provincias donde los secretarios o secretarias generales dieron su apoyo desde el principio. Férriz, de Jaén; María Márquez, de Huelva; Gerardo, de Granada, y Maeso, de Cádiz. Quería tener un gesto de agradecimiento. El paso siguiente es sumar personas a la dirección. En ese caso, voy a proponer que la secretaria general del grupo sea Sole Pérez, de Córdoba, que es una personas que no apoyo mi candidatura, que fue más equidistante y me parece muy valiosa. 

-¿Y la presidencia del grupo, que corresponde a Susana Díaz?

-La presidencia va a quedar vacante, es mi decisión, vamos a hacer lo que en clave vaticana es sede vacante, que es algo muy elegante. Esto permite que la ocupe yo desde el exterior y, en el momento que la deje la ex presidenta de la Junta, queda vacía hasta que llegue a la persona que corresponda con todo su representación.

-¿Cuándo lo dejará Susana Díaz?

-En esta entrevista no voy a entrar sobre esta cuestión. Cuando Susana Díaz tome una decisión, será ella quien lo comunique, nadie más. Y justo este viernes, Susana y yo iniciamos ese proceso, al final del cual, tomará una decisión. Ella me trasladó que hará lo mejor para el partido y para que el nuevo liderazgo tenga opciones de ganar las próximas elecciones. En los próximos días iremos viendo cómo evoluciona esto.

-En congreso federal del PSOE se celebra en octubre en valencia. Supongo que usted será el cabeza de la delegación andaluza.

-Lógicamente.

-¿Irá Andalucía con una única lista de delegados o competirán dos?

-Eso va a depender de ese diálogo con Susana Díaz, de ella como secretaria general. Yo espero esa misma generosidad, porque me parece que lo que ella trasladó la noche electoral es que la dirección política del partido es la que ha salido de las primarias y porque una interinidad de tanto tiempo hasta el congreso regional de diciembre es mucho, se puede evitar. Hay distintas posibilidades, supongo que se conocerán en los próximos días.

-¿Ahora sí puede explicar qué opina de los indultos a los líderes independentistas?

-Lo expliqué en las últimas entrevistas.

-De una manera alambicada.

-No, preguntasteis tantas veces que fue dando más explicaciones. Dije que iba a apoyar la decisión del presidente y del Consejo de Ministros porque debía respaldar a mi Gobierno en una decisión que es muy difícil y no es ni electoral ni partidario. Incluso asume un desgaste. A medida que hemos conocido más argumentos, hemos ido viendo que el presidente ha dicho, de un modo claro, que entiende que haya un rechazo de parte de la ciudadanía, pero entiende que es lo mejor para la unidad de España, para la tranquilidad social de Cataluña y para el futuro. Es la mejor decisión para la estabilidad y para la recuperación económica, eso es lo que hace que lo apoyen los empresarios catalanes y otras instituciones locales.  

-¿Su proyecto es para dos años? ¿Cuatro? ¿Ocho?

-En el ámbito municipal, siempre he defendido la limitación de mandatos, es algo sano, que da un mensaje claro de renovación y lo voy a volver a mantener. Estoy hablando de lo orgánico y de si los ciudadanos me dan la confianza para gobernar.

-Quiero decirle si el trayecto para conseguir la Junta es de dos, cuatro y ocho años.

-Se lo deje muy claro a Luis Ángel Hierro, que decía que esto era para cuatro años más. Mire, yo no dejo la Alcaldía de Sevilla para presentarme a unas elecciones que creo que no voy a ganar. Precisamente, las primarias me dan el trampolín de salida, como constato en la calle.

-¿Cree que en dos años le puede ganar al PP?

-Estoy convencido.

   

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