'Lu' gana para Jerez su primera estrella Michelin

"Sí, sí, sí, la estrella ya está aquí"

  • Familiares y amigos del chef Juan Luis Fernández y de su equipo viven una noche inolvidable que coloca a la ciudad en el mapa gastronómico mundial

El chef y su equipo celebran con ‘Tío Pepe en Rama’ la distinción anoche en el restaurante. / MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ

"Si, sí, sí la estrella ya está aquí". Ese fue el grito unánime con el que los doce miembros del equipo de 'Lu, Cocina y Alma' y los familiares y amigos del chef Juan Luis Fernández recibieron su primera estrella Michelin. Fue exactamente a las 20,54 de la noche del miércoles. La espera fue tensa. Hubo nervios. El primero de ellos el propio chef: "Estoy más nervioso que Don Quijote en un campo eólico". No era para menos. Tras largos años de espera Jerez puede lucir una estrella en el firmamento Michelin.

La gala fue seguida en directo a través de la página de Facebook de la Guía Michelin, que emitió el acto en directo desde Lisboa. Allí, en el país vecino, estaba Héctor Sanz, el jefe de cocina de 'Lu, Cocina y Alma', quien acudió a la cita mientras el chef se quedó en Jerez por tener que atender durante todo el día asuntos familiares.

La noche comenzó tranquila hasta que el local del número 2 de la calle Zaragoza se fue llenando de amigos, periodistas y algún que otro curioso. "Hoy he abierto para Jerez", decía orgulloso el chef Juanlu mientras se contaban los minutos para la entrega. La gala empezó ligeramente tarde, lo que hizo aumentar de por sí el nivel de nervios.

El comienzo de la noche fue un no parar. En el frío del hielo picado se enfriaban dos símbolos de la fiesta: de un lado el champán 'Grand Cru' y, de otro, una botella de litro y medio de 'Tío Pepe en Rama'. Dos verdaderas joyas. Allí se mantuvo el 'Tío Pepe' hasta que el nombre del restaurante jerezano fue nombrado en el pabellón 'Carlos Peres' lisboeta. Hubo saltos, besos, abrazos. El chef no pudo contener las lágrimas abrazado a su padre, también Juan Luis, y su esposa Dolce Nilda. En una de las estanterías un San Pancracio esperará a buen seguro que en los próximos días le coloquen un ramo de perejil por el trabajo bien hecho. 

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