Juicio a Bretón

Los expertos descartan que Bretón tenga un trastorno, pero está "desesperado"

  • Los psiquiatras y la psicóloga concluyen que el acusado tiene "bastantes rasgos acusados de personalidad". "Es acaparador, manipulador y obsesivo", dicen.

"Obsesivo, manipulador, acaparador, narcisista, reservado, celoso". Estos fueron algunos de los adjetivos que ayer utilizaron los expertos que han evaluado a José Bretón para describir su personalidad. Rasgos que, según explicaron ante el Jurado Popular, son "particularidades" de la forma de ser del acusado, pero que no suponen "ninguna patología psiquiátrica, ningún trastorno de personalidad, ni un retraso mental". Lo que sí concluyen los informes es que Bretón es un hombre "desesperado", sobre todo desde el momento en el que su exmujer, Ruth Ortiz, decidió poner fin a su relación matrimonial, en septiembre de 2011.

Los dos psiquiatras y la psicóloga que prestaron declaración en la undécima sesión de la vista oral se entrevistaron con el acusado en prisión durante más de tres horas, tras su detención y después de ser acusado de cometer presuntamente dos delitos de asesinato con alevosía. Las conclusiones de los informes realizados en ambas ocasiones son iguales, ya que en todo momento descartaron que el imputado tuviese ningún trastorno psiquiátrico. Así lo dejó ayer claro el médico forense experto en psiquiatría José Sáez, quien insistió en que, a pesar de que solo se han detectado rasgos característicos de personalidad, el acusado no tolera que en su vida se produzcan episodios adversos. "Padece una excesiva sensibilidad a los contratiempos" y una "falta de predisposición a perdonar agravios", además, lo calificó como "narcisista, reservado, celoso e independiente".

El experto, además insistió en su declaración que José Bretón es consciente de la maldad que haya podido cometer, sin entrar en ningún momento a valorar el supuesto acto delictivo, y que en todo momento ejerce un control de sus emociones "si sabe que esto le puede beneficiar", dijo haciendo alusión a la conducta que el acusado ha adoptado desde el comienzo del juicio.

Un análisis muy similar sobre la personalidad del acusado lo ofreció el psiquiatra José Manuel Jaquotot, quien, tomando como base los tests a los que se ha sometido Bretón, ha podido determinar que es una persona "manipuladora" y "muy rígido", sobre todo en el trato con sus hijos. "Los trastornos de personalidad están en todos los ámbitos de la persona, pero él solo ejerce esta conducta en el ámbito familiar", recalcó. Por ello, dejar de controlar a su familia, desde el momento en el que su mujer decide poner fin a su relación, lleva a Bretón a la "desesperación". "Este hombre está desesperado porque se encuentra en paro y vivía de lo que ganaba su mujer, residía en Huelva lejos de su familia, y, encima, su mujer lo deja y se monta una estrategia de acercamiento que también le falla", detalló el doctor Jaquotot.

A pesar de su rigidez, el psiquiatra insistió en que está convencido de que el acusado no es una persona "fría" sino que tiene sentimientos, ya sean "buenos o malos". En este sentido, recordó que durante las entrevistas, el acusado se vino abajo en cuatro ocasiones, por ejemplo al recordar a su padre -Bartolomé-, del que justificó incluso que le pegase hasta que cumplió los 8 años.

En la sesión de ayer también se abordó el intento de suicidio que Bretón protagonizó en el año 2007. Según los psiquiatras este incidente responde a un "castigo" de Bretón a una anterior novia después ella rompiera la relación, una conducta que "es posible que la haya repetido ahora como castigo a otra mujer". "Es solo una elucubración pero cuando fracasa la relación con Ruth, José puede utilizar a los niños para conseguir que ella vuelva con él a través de la búsqueda de los menores", dijo el doctor Jaquotot.

Otro de los temas más cuestionados durante la sesión de ayer fue la "inteligencia" de José Bretón. La psicóloga María José Nieto concluyó en sus informes que la inteligencia del acusado era superior a la de la media. Pero, según los psiquiatras esta conclusión no encaja con la realidad. "No tienen una inteligencia superior, ya que desaprovechó estudiar la carrera de Derecho y suspendió dos o tres curso de Bachiller", insistieron los psiquiatras. En concreto los test fijaron la inteligencia de Bretón con un coeficiente de 121 y en otra ocasión de 117. "Tiene inteligencia de conocimientos y de potencial pero su memoria de trabajo es baja", recalcaron.

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