Los efectos de la pandemia

Los hosteleros sevillanos amenazan con llevar al Gobierno a los tribunales por las nuevas limitaciones

  • Irán de la mano con la patronal nacional contra unas medidas que suponen "un paso atrás" en la desescalada

  • El presidente, Antonio Luque, asegura que es una "pataleta política" del Ejecutivo contra las autonomías por elegir la vacuna Astrazeneca

Clientes en los veladores de un bar en pleno centro de Sevilla.

Clientes en los veladores de un bar en pleno centro de Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

La gota que colma el vaso. Después de casi 15 meses en los que los hosteleros de Sevilla han sufrido severas restricciones a raíz de pandemia y cuando se preveía un verano que sirviera para recuperar la normalidad en el sector, la última decisión del Gobierno de España ha dado al traste con tales expectativas, lo que ha provocado una auténtica rebelión por parte de unos empresarios que no acaban de ver la luz al final de este largo túnel y que advierten con acudir a la Justicia.

El detonante de esta situación ha sido el documento aprobado el pasado miércoles por el Ministerio de Sanidad, en concreto, por el Consejo Interritorial, en el que están representados el Ejecutivo central y los autonómicos. El texto al que se dio luz verde sale adelante con la oposición de seis comunidades: Madrid, País Vasco, Cataluña, Galicia, Murcia y Andalucía, además de la abstención de la ciudad autónoma de Melilla y Castilla y León. 

El motivo de esta falta de consenso no es otro que las nuevas limitaciones que se aplican a bares, restaurantes y negocios de ocio nocturno en aquellas ciudades y municipios donde la tasa de incidencia por contagios del Covid supere los 50 casos por cada 100.000 habitantes, o lo que es lo mismo, que su nivel de riesgo sea superior a 1. Allí donde estos indicadores se cumplan (es decir, que el nivel de riesgo sea 0 o 1), discotecas y pubs podrán abrir hasta las tres de la madrugada, un "privilegio" que sólo es posible ahora mismo en Baleares, Comunidad Valenciana y Ceuta. 

Respecto a bares y restaurantes, tendrán que cerrar a la 1:00 y dejar de servir a las doce de la noche. El aforo permitido en el interior será del 50% (ampliable al 60% si se garantizan medidas de control, una buena ventilación y la calidad del aire). También se prohíbe fumar en espacios al aire libre y cuando no se mantengan los dos metros de distancia. 

El rechazo de las patronales

Tales limitaciones han provocado no sólo el rechazo de las comunidades mencionadas, sino de las patronales hosteleras, como la de Sevilla, que ha mostrado su "indignación" por lo que desde el Ministerio de Salud se denomina "el semáforo de las restricciones". Hasta tal punto llega la disconformidad que la asociación que preside Antonio Luque advierte con llevar las nuevas medidas a los tribunales.

"Después de todo lo que llevamos pasado no nos va a temblar el pulso a la hora de acudir con este asunto a los tribunales desde la patronal nacional para oponernos con todos los recursos que nos brinda la democracia, porque sabemos que tenemos las de ganar", advierte Luque, quien recuerda que al nuevo planteamiento se han opuesto seis comunidades, que suponen el 70% de la población española. "Deberían tenerlo en cuenta y acordarse de que este sector lo conforman muchísimas personas y la hostelería tiene memoria”, incide el presidente de la patronal hostelera de Sevilla en alusión a las consecuencias que tales medidas pueden tener en una futura convocatoria de elecciones. 

Para Luque, esta decisión es fruto de una confrontación política. "Es una pataleta del Gobierno central contra las autonomías, por el hecho de que la población esté eligiendo la segunda dosis con Astrazeneca y desoiga la teoría del Gobierno central sobre la misma", asevera el presidente de los hosteleros sevillanos, que también alerta del futuro de los trabajadores del sector: "¿Qué hacemos con los empleados que hemos sacado del ERTE, los volvemos a meter porque el Gobierno ha decidido pelearse con las autonomías? No se puede jugar a estas alturas una vez más con el pan del sector. ¿A qué viene a esta interferencia cuando la desescalada está más que diseñada? Estamos a las puertas de la campaña turística, y no lo vamos a consentir".

Desde la patronal hostelera de Sevilla también se detalla el retroceso que el semáforo de la ministra de Sanidad, Carolina Darías, supondría en esta actividad a nivel regional. Así, en bares y restaurantes el aforo pasaría del 75% al 50% y los comensales por mesa se reducirían de ocho a seis. Un claro paso atrás.

La federación andaluza de hostelería

Las medidas gubernamentales también han sido contestadas por la federación andaluza de hostelería, cuyo presidente, Javier Frutos, las califica de "imposición", puesto que Andalucía ha votado en contra. “Ya no sabemos qué hacer, vuelven a poner el foco en la hostelería y es inaceptable. Se desentendieron de la situación cuando desapareció el estado de alarma y encargaron a las autonomías la desescalada; y ahora vuelven con una imposición de restricciones que serían peores que las del verano pasado”, denuncia Frutos.

El presidente de la patronal andaluza de hostelería ha recordado que su federación ha trabajado con la Junta en el diseño de la desescalada en la comunidad autónoma para tener la situación clara tras el estado de alarma. "No sólo hemos aceptado el plan programado en tres fases del Gobierno andaluz, sino que ahora, con la prórroga durante dos semanas de la fase actual, dado que no se ha logrado la bajada de la incidencia del virus que se contemplaba, no hemos mostrado protesta ni queja alguna. Sin embargo, la actitud del Gobierno de España nos causa gran perplejidad”, lamenta Frutos.

Una reacción que es consecuencia de las malas previsiones que provocan las nuevas medidas del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Para la patronal andaluza de hostelería, supondrían "la puntilla" para un sector que confiaba en remontar este verano. Un periodo que, ante tales condiciones, será "peor" que el de 2020, cuando aún quedaba lejos la campaña de vacunación y se acababa de salir del primer estado de alarma. Un año después, con 27 millones de vacunas inyectadas en España y con el 20% de la población con las dos dosis suministradas, las limitaciones son más severas, algo "incomprensible" para estos empresarios. 

Por tal motivo, la federación andaluza de hostelería confía en que la Junta siga aplicando las medidas actuales que pactó con el sector, "porque ya estamos cansados y hartos de que se ponga el foco en los mismos”. Frutos también se pregunta por qué razón existe tanta celeridad a la hora de imponer restricciones que no son compartidas por las autonomías "más pobladas del país" y, sin embargo, "no hay manera de que las ayudas económicas que tantas veces se han anunciado desde el Gobierno de España lleguen a las empresas para garantizar su supervivencia y el mantenimiento de empleo".

"Falta de respeto y poca empatía"

El malestar se extiende a nivel nacional. El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, rechaza las nuevas restricciones y pone en duda de que puedan llegar a aplicarse. Yzuel ha manifestado a Europa Press su “sorpresa, cabreo e indignación” ante unas limitacioines que son “muy difíciles de entender en un momento en el que la luz al final del túnel está cada vez más cerca”.

El máximo representante del sector a nivel nacional incide en que el acuerdo impone “restricciones mucho más graves que las que había incluso con una situación sanitaria cuatro o cinco veces más grave". "Sólo el hecho de plantearlas muestra la falta de respeto y la poca empatía que nos tienen como sector”, refiere Yuzuel.

Debe tenerse en cuenta que las nuevas restricciones estarán en vigor, al menos, hasta que el 70% de la población esté vacunada, porcentaje con el que se estima que podrá lograrse la inmunidad de rebaño. Los cálculos del Gobierno prevé que se alcance a finales de agosto, por lo que la hostelería pasaría casi toda la temporada veraniega con dichas limitaciones.