Visión del 25-M desde el Psoe andaluz

La izquierda reforzada

  • Un análisis de las elecciones andaluzas por Antonio Ávila Cano, consejero en funciones de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía.

La derecha ni conoce ni quiere a Andalucía, a sus ciudadanos, y no es un tópico. Estas elecciones han sido un ejemplo: el PP había vendido la piel del oso antes de cazarlo (en parte como estrategia ganadora, en parte porque no nos conoce). Y, ahora, se revuelve contra un pueblo que no ha querido darle el crédito que pretendía, y evidencia con las descalificaciones de sus contertulios lo que opina de nosotros.

Los andaluces se posicionan mayoritariamente en el centro izquierda. En las elecciones generales de noviembre, la situación económica, algunas contradicciones en la lucha contra la crisis, incluso la vergüenza que para todos supuso conocer casos de corrupción, alejaron a muchos del voto al partido con el que se habían identificado mayoritariamente durante más de treinta años.

Pero las elecciones andaluzas eran diferentes: era el momento del orgullo por la autonomía, por lo mucho conseguido en autoestima; en sanidad, educación servicios sociales o medio ambiente; en infraestructuras, innovación o internacionalización de nuestra economía. También de cómo se habían gestionado estas materias durante la crisis.

Los andaluces han demostrado ser ciudadanos informados, que saben apreciar la verdad y distinguir con su voto. Como se ha dicho en otras ocasiones, pueden ser tolerantes con los errores, pero no con la mentira.

Por eso, la derecha evidencia un profundo sentido antidemocrático con sus análisis y comentarios de tertulia, pues todos los votos son iguales: la democracia iguala a todos. Pero, además, es que no hay asimetrías en el comportamiento de los andaluces y andaluzas considerados como cuerpo electoral.

Es cierto que el PP ha ganado las elecciones en Andalucía, pero tiene en contra la percepción política y ciudadana por sus propios errores de estrategia electoral y de campaña, su falta de humildad política, la prepotencia en las declaraciones y la palpable falsedad de muchos de sus mensajes:

-Apenas ha sacado 40.000 votos de diferencia al PSOE-A en un cuerpo electoral de 6,2 millones de electores, esto es, apenas un punto del voto emitido y 0,7 puntos censales.

-Ha tenido una pérdida de más de 410.000 votos respecto a las elecciones generales de hace cuatro meses: uno de cada cinco electores de los que tuvo en noviembre de 2011 ha abandonado al PP.

-Tenía 47 diputados y, ahora, 50. Está muy lejos de los 55 que dan la mayoría absoluta en el Parlamento de Andalucía.

La evidencia fue el informe caritas de sus dirigentes en la noche electoral o la ausencia de su líder (además de en los debates televisados) en la reunión de su Ejecutiva el lunes posterior a las elecciones para analizar el desastre respecto a las previsiones y expectativas. Sobre todo después de la brutal precampaña y campaña electorales que han desarrollado contra los socialistas. Se pusieron un objetivo y no lo han alcanzado.

También es cierto que el PSOE-A debe interpretar correctamente los mensajes del electorado y, con humildad, reconocer y reflexionar. Y que ha resistido el embate de la derecha. Ha resistido y la izquierda ha ganado claramente:

- El PSOE-A había perdido las generales por nueve puntos, 400.000 votos y 14 escaños en términos de las autonómicas; ahora hay prácticamente empate técnico.

-Si se diese un gobierno de progreso PSOE+IU, sumaría 400.000 votos más que la derecha y nueve escaños más en el Parlamento de Andalucía.

Cuantitativamente, pues, no hay ninguna duda: la izquierda ha ganado las elecciones en Andalucía y, además, esa es la percepción de los ciudadanos: se ha votado para que un gobierno de la izquierda defina la salida de la crisis y la preparación de la economía andaluza para la recuperación: se ha definido quién y cómo.

El PSOE-A ha ganado en 554 municipios de los 771 que tiene Andalucía. En el 72% de los pueblos y ciudades de Andalucía. En siete de las ocho provincias, los socialistas han ganado en más de la mitad de los municipios.

La legitimidad de un acuerdo de gobierno del PSOE-A e IU-CA es total: la suma de votos de ambos gana en 640 municipios, en el 83% de los pueblos y ciudades de Andalucía. Gana en las ocho provincias: desde el 58% de los municipios de Almería o el 80% de Cádiz, Granada y Málaga a más del 90% de las otras cuatro.

La derecha está argumentando que la izquierda gana en núcleos pequeños y rurales, con menos población. No es cierto: en los 640 municipios en los que ganan PSOE-A e IU-CA reside el sesenta por ciento de la población de Andalucía.

Si atendemos a la organización territorial de Andalucía en núcleos rurales, ciudades medias y centros regionales, el análisis también es claro. La suma de votos de PSOE-A e IU-CA es ganadora en los centros regionales con 975.000 votos, el 6% más que el PP. También en los centros rurales, donde sólo el PSOE-A tiene un 43% más de votos. Lo es en las ciudades medias del interior, en las que sólo el medio millón de votos socialistas supera en un 42% a los populares. Incluso en las ciudades medias del litoral hay empate entre izquierda y derecha con algo más de 210.000 votos cada una.

Si atendemos a los distintos tramos de población, la conclusión es análoga. El voto de los populares (45%) sólo es similar al de la izquierda (44%) en los núcleos de más de 50.000 habitantes. En el tramo de 20.000 a 50.000, la izquierda suma 330.000 votos, el 31% más que el PP. En las ciudades de 10.000 a 20.000, el 48% más. Y en los 619 municipios de menos de 10.000 habitantes, PSOE-A e IUCA tienen el 85% más de votos que el PP. Por tanto:

-El PSOE-A ha ganado en casi el triple de municipios que el PP y, junto con IU-CA, ha ganado en municipios cuya población integra a tres de cada cinco andaluces.

-El PSOE-A ha sacado más votos que el PP en los centros rurales y las ciudades medias y, con IU-CA, supera al PP en los centros regionales.

-El PSOE-A ha ganado en votos al PP en los municipios menores de 10.000 habitantes; en el tramo de 10.000 a 20.000; y en el de 20.000 a 50.000. Y, con IU-CA, iguala al PP en los de más de 50.000.

No hay discusión. Ni siquiera comparando la evolución habida respecto a las generales de noviembre. El castigo al PP ha sido similar al peso de los votantes en cada tramo de población y en cada grupo territorial en los que se organiza Andalucía: no se ha concentrado ni territorial, ni social, ni económicamente. El PP sí ha concentrado algo: más del 80% de la abstención descontado el ligero efecto demográfico de incremento del censo respecto a las generales. La izquierda, en cambio, ha tenido más votos.

Por esto, cuando leemos y escuchamos la bazofia intelectual de muchos analistas de la derecha, su desprecio a los andaluces y sus decisiones, evidencia que ni nos conocen, ni nos entienden, ni nos quieren. Y lo que es peor, probablemente, tampoco a la democracia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios