La mujer de nacionalidad china encontrada muerta el pasado miércoles en el interior de un almacén de lencería del polígono Guadalhorce, en Málaga, fue degollada con un cúter y golpeada con un martillo, según detallan fuentes consultadas.

La autopsia practicada a la joven, de 27 años, refuerza la hipótesis del homicidio, mientras la Policía continúa buscando a su compañero sentimental, que ha desaparecido y se encuentra en busca y captura. Los funcionarios del Grupo de Homicidio de la Brigada Provincial de Policía Judicial se han hecho cargo de las investigaciones.

El resultado del examen anatómico del cuerpo de la joven realizado en la jornada de ayer, según señalan fuentes judiciales, apunta a una muerte violenta, de tipo accidental u homicida. La violencia machista es la principal hipótesis de los investigadores, tanto por las "señales evidentes" de violencia que presentaba el cadáver de la mujer como, principalmente, por la ausencia del compañero de la fallecida, también de nacionalidad china.

La víctima y su pareja, ambos de vacaciones en España, pernoctaban en un habitáculo situado en el piso superior del almacén, situado en el número 25 de la calle André Gide, en el polígono Guadalhorce de la capital malagueña. El cadáver de la joven, cuya identidad se corresponde con las iniciales J.C., fue hallado el miércoles al mediodía por unos familiares que regentan el mencionado negocio.

Los propietarios del negocio anexo al lugar del crimen, explicaron que los dueños del almacén de lencería llevan más de cinco años en Málaga y son un matrimonio con una hija mayor de edad. Según explicaron, se trata de una pareja que siempre está trabajando y nunca habían evidenciado problemas de convivencia.

Este negocio tiene al menos otros tres trabajadores contratados, una mujer española y el resto chinos, pero sus vecinos desconocen si residían en la propia nave industrial. Tampoco tenían información de la visita de los citados familiares.