Juan Carlos Campo número 3 del psoe por cádiz

"Ésta será una legislatura para la alta política"

  • Un juez y ex vocal del Poder Judicial en la candidatura socialista

-Un juez en la lista del PSOE. A otros compañeros suyos, como Rascón en Córdoba, no les fue bien. ¿Es usted más del PSOE que otros jueces?

-No es ser más o menos de nada, ni de nadie. Es simplemente una hora de compromiso, y la oportunidad de participar en un proyecto colectivo. Nos han tocado unos tiempos que me atrevo a calificar de complejos y que podríamos calificar de crisis social, política, territorial e institucional, lo que nos aboca a una más que probable reforma constitucional, teniendo similitudes a la legislatura constituyente. Me atrevo a decir que será una legislatura irrepetible en nuestra reciente historia. Y es un privilegio poder optar a estar ahí. Lo que puedo aportar es bastante transparente: casi treinta años de carrera judicial, doctor en Derecho Penal y un cierto conocimiento de mi provincia.

-¿Qué le parece el fichaje de Julio Rodríguez por parte de Podemos? Debió conocer al ex jefe del Estado Mayor.

-Sí, coincidimos en el anterior Gobierno en responsabilidades con poco solapamiento. Creo que la clase política se prestigia con compromisos como el suyo.

-Además de secretario de Estado de Justicia, ha sido vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Hay partidos que proponen que los jueces del Constitucional o los miembros del CGPJ no salgan de la elección del Parlamento.

-Nunca he entendido esa desconfianza en las Cámaras, en las que reside la soberanía popular. Otra cosa es que algún nombramiento haya sido difícil de explicar. Ahora bien, creo que eso debe superarse desde la mejor gestión del modelo. Mérito y capacidad de los candidatos, algo perfectamente evaluable y medible, transparencia en la selección y elección y rendición de cuentas son buenos caminos para lograr que los mejores vayan a esos puestos. Lo que no es admisible es la opacidad y el oscurantismo.

-Hay quien piensa que las asociaciones de jueces están tan politizadas como los propios partidos, y que una lista elegida por los jueces no conduciría a nada. ¿Qué le parece?

-El asociacionismo judicial tiene acogimiento constitucional y seguro que una gran importancia en la defensa de los intereses de la carrera judicial. Dicho lo cual, le diré que en 28 años de carrera judicial todavía no he logrado convencerme de sus virtudes y nunca me he asociado. Es más, siempre he sostenido que un mal entendimiento del asociacionismo podría llegar a ser perjudicial para la independencia judicial. Dicho lo cual, mi escepticismo tiene un sesgo parecido a lo que ya expresé. Tenemos que afinar su actuación y someterla a los principios rectores de transparencia y rendir cuentas. Como dijo Einstein, si queremos conseguir resultados distintos no podemos seguir haciendo lo mismo.

-Susana Díaz le trajo como secretario general de Relaciones con el Parlamento. ¿Le ha pedido la presidenta algo ahora?

-La decisión de incorporarme a la Consejería de Presidencia intuyo que obedeció a mi perfil jurídico. Y puedo asegurarle que es un puesto muy rico en matices y muy transversal. Estará conmigo en que, dada la diversidad de grupos parlamentarios existentes, ésta es una legislatura apasionante para un jurista. ¿Y qué me pidió? Pues que desarrollara mi ámbito competencial de la manera más profesional y acorde a la Constitución, al Estatuto de Autonomía y al reglamento de la Cámara. Mi incorporación a las listas al Congreso es una decisión del PSOE gaditano al que le estoy muy agradecido.

-Cuentan que la presidenta sólo ha enviado a Madrid, en las listas, a leales. Por lo que pueda ocurrir. ¿Un resultado por debajo de los 100 escaños para el PSOE motivaría la salida de Pedro Sánchez?

-No sé quién cuenta esas cosas. No conozco a nadie que se empeñe en una competición y, a la vez, pueda pensar en perder. Son tendencias antagónicas e irreconciliables. Se sale a ganar o a ganar.

-Si Pedro Sánchez logra gobernar, ¿usted será ministro de Justicia?

-Por favor, qué cosas me dice a estas horas. No me gusta la predicción del futuro y menos las bolas de cristal. Cada momento tiene su interés y ahora solo pienso en una campaña que para mí es absolutamente novedosa y que quiero vivir con intensidad.

-Me gustaría preguntarle por las imputaciones de los ex presidentes Chaves y Griñán. ¿Cree aceptable esta imputación por prevaricación administrativa?

-Son los tiempos de la Justicia, y quien me conoce sabe que soy respetuoso sin fisuras con su actuación, lo que no obstaculiza la crítica sana a las resoluciones judiciales una vez producidas. Y lo que hemos conocido es que cuando se elevó al Supremo se hablaba de malversación de caudales, y ya eso no lo contempla el que ha sido instructor en el Alto Tribunal. Habrá que ver si aprobar los proyectos de Presupuestos de una comunidad o aprobar modificaciones presupuestarias sin reparos pueden ser ilícito penal.

-Conoció a Rubalcaba cuando estuvo en el Gobierno con el ministro Caamaño. ¿Es usted un rubalcabista en las filas de Susana Díaz?

-Soy socio del Cádiz, pero en serio, no, no, yo estuve en el Gobierno de Rodríguez Zapatero y con el ministro Caamaño, que depositó en mi su confianza para la Secretaría de Estado.

-¿Qué opina de Rubalcaba?

-Coincidí con él siendo ministro del Interior y después, cuando fue vicepresidente del Gobierno y presidía las reuniones de preparación del Consejo de Ministros. Creo que su trayectoria habla por sí misma.

-En Cádiz sólo hay tres diputados socialistas ahora mismo. ¿Qué cree que ocurrirá?

-A estas alturas de la entrevista, no voy a coger la bola de cristal. Espero unos buenos resultados pero también soy consciente de que de uno solo depende el esfuerzo, la sensación del trabajo bien hecho. El éxito es otra cuestión y que ya no depende de uno. En todo caso me aplicaré una máxima que siempre he dicho a mis hijas, ganar sin jactancia y perder sin demasiada melancolía. Pero también le diré otro secreto, siempre pienso en positivo y lo mejor estará por venir.

-Su ciudad está gobernada por un alcalde de Podemos. ¿Cómo les va?

-No me gusta mucho lo que observo, no veo un concreto programa de gobierno para mi ciudad.

-Ha trabajado en los últimos meses en el Parlamento andaluz. ¿Cómo ve a Podemos y a Ciudadanos? ¿Y al PP?

-Es una legislatura apasionante y para un jurista tremendamente enriquecedor. Es una legislatura para la alta política, la política que da nombre a esa gran casa. Es la hora del Parlamento, de consensuar y conformar voluntades desde el conocimiento de que nadie puede imponer mayorías y todo debe trabajarse hasta la extenuación. Con todo el respeto a la legítima mayoría que ha existido en el Congreso en la legislatura recién acabada, no me gustan las leyes que no tienen más respaldo que la del grupo que sustenta al gobierno. Soy de los convencidos de que las leyes importantes, esas que llevan la felicidad a los pueblos, solo pueden venir de la meditación, el cálculo y el intercambio de pareceres.

-¿Sería capaz de hacerme un pronóstico electoral para el 20-D?

-Sí, claro, pero se lo cuento el 20-D a las 23:00.

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