Vélez-málaga

Un matrimonio y su hijo fallecen en el incendio de su piso

  • La nuera y el nieto fueron rescatados de su habitación por los bomberos y resguardados en el balcón con máscaras de respiración hasta que fueron evacuados con una escala · Dieciséis familias fueron desalojadas

Impotentes, oyendo los gritos de socorro, se despertaron ayer los vecinos de la urbanización veleña de Las Malvinas donde a primera hora de la mañana fallecieron un matrimonio y su hijo. La nuera y el nieto salvaron la vida de milagro tras ser rescatados por los Bomberos de la habitación en la que se encontraban y llevados al balcón donde permanecieron en torno a media hora con máscaras de respiración hasta que fueron sacados de la vivienda con una autoescala. Dieciséis familias del bloque -el número 4 de la calle Cuesta del Visillo, de Torre del Mar- tuvieron que ser desalojadas. 

La tragedia se produjo en torno a las 7:00. Fallecieron Juan R., de 58 años; su esposa Encarna, de 52, y su hijo Juan R., de 28. Tania, la nuera del matrimonio, de 21, y su pequeño Antonio, de 2, resultaron con una intoxicación leve por inhalación de humo y fueron trasladados al Hospital de la Axarquía. 

Según los primeros indicios, un problema eléctrico habría originado supuestamente el fuego en el salón, desde donde se propagó al resto del inmueble. En media hora, las llamas devoraron esa parte de la vivienda y llenaron el resto de la casa de un humo negro e irrespirable. 

Algunos vecinos se despertaron por los gritos de auxilio. Entonces se percataron de los hilos de humo que salían de la cuarta planta, la última del bloque, y comenzaron a avisar puerta por puerta a los demás residentes. "Fuimos dando puñetazos y patadas en cada puerta para que nos oyeran y salieran. Incluso, con un policía local intentamos derribar la puerta de la vivienda incendiada, pero era blindada y no pudimos hacer nada", se lamentaba Adolfo Heredia, uno de los habitantes del bloque. 

Los vecinos oían los gritos de socorro que proferían los ocupantes del piso y el crujir de los cristales al romperse. Bernardo Amador incluso pudo hablar con Juan R., el padre, en los últimos minutos de su vida. Desde el suelo, intentó darle esperanzas para que se calmara: "Le dije 'ya están aquí los bomberos' para que se tranquilizara. Incluso me dio las gracias. Pero después, desesperado, pedía que lo sacaran. Me decía que el fuego ya estaba entrando en la habitación. Después solo oímos chillidos". 

Los vecinos se quejaban ayer de que los bomberos llegaron rápido, pero tardaron en actuar. Estos defendían su intervención. Para poder acceder a la vivienda tuvieron que echar abajo la puerta blindada con una maza. El fuego salió a presión desde el interior. Los bomberos atravesaron el salón en llamas. El calor superaba allí dentro los 500 grados. Mediante el uso de cámaras térmicas comprobaron que en una habitación había dos personas que se movían. Eran Tania y el crío. Estaban vivos gracias a que la puerta del dormitorio se encontraba cerrada y amortiguó los efectos del siniestro. Había también tres cuerpos sin movimiento; uno en el pasillo, y dos más, uno en cada uno de los dormitorios restantes. Así que los bomberos se centraron en poner a salvo a la joven y a su hijo en el balcón. Le dieron máscaras de aire para que respiraran. Luego, lograron sacarla del inmueble a ella y al pequeño utilizando una autoescala. 

Uno de los bomberos que entró en la vivienda y que rescató a la chica sufrió un desvanecimiento al salir del inmueble. "El que se metió primero ha expuesto su vida. Cuando salió, sufrió un desmayo y tuvieron que echarle agua por encima para reanimarlo. Pero hubo otros muy lentos", opinó Adolfo Heredia. 

La tragedia podría haber sido mayor. Afortunadamente se produjo en el último piso del bloque. Eso evitó que humo que salía hacia arriba afectara a otras viviendas. Además, podría haber habido más víctimas o heridos porque en la casa viven en total siete personas. El destino quiso que los otros dos hijos del matrimonio, de poco más de 20 años, estuvieran fuera de la vivienda. Uno se había ido a dormir a casa de la abuela y el otro -el padre del niño- estaba trabajando como vigilante nocturno en el club náutico de Torre del Mar. El otro hermano -Juan, minusválido psíquico- dormía en casa con sus padres cuando estalló la tragedia. 

Los bomberos tuvieron que afanarse para extinguir las llamas y bajar la temperatura del interior de la vivienda. Entonces, entraron los efectivos de la Policía Judicial y de la Científica para proceder al levantamiento de los tres cadáveres y recoger pruebas con las que esclarecer el siniestro. 

Debido a que el salón estaba completamente calcinado, todo indica que el fuego se originó en esa parte de la vivienda. La causa aún no está clara. Los primeros indicios apuntan a un aparato eléctrico, pero habrá que esperar a los informes técnicos pertinentes. Los cuerpos fueron sacados del inmueble sobre las 12:30 y conducidos al Instituto de Medicina Legal donde hoy se les hará la autopsia. Los vecinos desalojados comenzaron a volver a sus casas sobre las 10:00. La joven y su hijo fueron dados de alta sobre las 17:00, tras después de que los médicos comprobaran que ya estaban bien. El Ayuntamiento informó que ha alquilado una vivienda para que Tania, Antonio y su marido Francisco se alojen temporalmente mientras se rehabilita su piso. También les ha facilitado ropa y comida. El Consistorio suspendió los actos festivos con motivo de San Juan y hoy decretará luto oficial por el suceso. 

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