Andalucía

¿Cómo somos de pobres?

  • Un dossier del Consejo de Europa y el informe Cáritas alertan de los severos efectos de la crisis en España.

"Los niños se desmayaban en la escuela debido a la falta de comidas apropiadas". La afirmación no pasaría del grado de desproporcionada exageración en tiempos de crisis si no fuera porque está consignada en el informe del comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa sobre las consecuencias que las medidas de ajuste ocasionan en los sectores más vulnerables de la sociedad, un documento hecho público esta semana del que se han hecho eco medios de toda España que, a grandes rasgos, supone una llamada de atención a las autoridades españolas sobre sus políticas de austeridad.

El comisionado Nils Muiznieks, autor de este análisis, mostró su consternación por este hecho y por que, en Sevilla, "los niños llevaban la misma ropa durante tres semanas a consecuencia de la pobreza". Sin embargo, el portavoz europeo no concretó en qué centros se producían estas incidencias o qué fuentes habían trasladado tal afirmación durante su visita a España el pasado junio, con dos únicas paradas: Madrid y Sevilla. ¿Es necesario generalizar un caso para llamar la atención sobre las cotas de pobreza que está alcanzado la población?

A ojos de una de las voces más reputadas de la Sociología en España, el cordobés Eduardo Moyano, investigador del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), lo primero para analizar el calado de este informe es conocer la fuente. "El Consejo de Europa -que tiene sede en la ciudad francesa de Estrasburgo y no tiene nada que ver con la Unión Europea- suele ser bastante sensacionalista en sus informes, pues procura que tengan una importante repercusión mediática. Sobre el caso que denuncia de un colegio de Sevilla, donde los niños se desmayaban por falta de alimentos o llevaban ropa de varios días, no creo que sea generalizable. Si ha ido a un barrio marginal es posible que haya visto lo que cuenta, pero no creo que sea correcto generalizar a partir de ese caso", valora quien fuera director del IESA.

El Consejo de Europa suele centrarse, explica Moyano, "en aquellos casos llamativos de violación de derechos humanos. El de la pobreza hasta estos extremos, es un caso llamativo que no responde a la realidad del conjunto del país, porque los chicos hoy día en España no se están desmayando. Otra cosa es que en barrios periféricos pueda ocurrir esto". Con todo, observa el investigador, "todos somos conscientes" de los devastadores efectos que estos últimos años están teniendo en dos de los sectores en que se centra el estudio: los menores y los discapacitados. Según el informe, en 2011 el 30,6% de los niños corrían el riesgo de caer en la pobreza, lo que supone un incremento del 10% respecto a 2008 y más de 100.000 discapacitados carecen de hogar en nuestro país.

La muestra para este estudio, realizado entre el 3 y el 7 de junio pasados a partir de las reuniones con distintos responsables institucionales como la ministra de Sanidad, las consejeras andaluzas de Salud y Educación o el Defensor del Pueblo, peca, a juicio Moyano, de escasa. "Para hablar de pobreza en España debería haber abierto más el rango de personas entrevistadas", indica.

Con todo, "se trata de un informe útil, porque supone una llamada de atención" y "al ser un informe del Consejo de Europa merece ser escuchado", señala, "pero una vez que decimos esto, hay que contextualizarlo, hay que completarlo con otros" para radiografiar de una manera fiel la miseria en España. Por la fiabilidad de la fuente y la amplitud de datos, Moyano escoge el informe Observatorio de la Realidad Social de Caritas España como una de las mejores herramientas para analizar las secuelas de la desprotección social de los ciudadanos. En concreto, la séptima edición del estudio que lleva a cabo la ONG católica revela que tres millones de españoles -6,4% de la población- viven con poco más de 307 euros al mes y que la tasa de pobreza severa afecta al doble de personas que antes de la crisis, en 2008. Así, la Memoria 2012 de Cáritas refleja que el año pasado atendieron a 1.904.737 personas, de las que 1.300.014 fueron en acogida y asistencia. Unas cifras extraídas de primera mano que, para Moyano, sustentan "el rigor" de este tipo de informes que, con frecuencia, los medios reproducen como autómatas llevados por la tendencia de la espectacularización de la miseria.

Sobre la responsabilidad de los medios de comunicación en informar a partir de este tipo de estudios, el ex director del IESA considera que siempre se ha de hacer "desde una perspectiva ciudadana, analizando si el informe está reflejando en su totalidad una realidad o por el contrario está siendo un poco sesgado. No se puede trasladar de manera automática, exige una lectura crítica, una reflexión. Con las prisas con que se trabaja en los medios sumado a la falta de recursos en el mundo periodístico, no hay tiempo para hacer esa lectura. Pero hay que hacer el esfuerzo y observar lo que pasa no como profesional sino como ciudadano".

Porque no se trata sólo de cuantificar, de reproducir el dato, sino de "abrir verdaderas vías de trabajo" para frenar cuanto antes la suma de la miseria.

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