II Premio Federico Joly | Inés Arrimadas

"Este premio es para cientos de miles de personas en Cataluña"

  • Arrimadas llama a defender los valores constitucionales y a no darlos por descontados

Inés Arrimadas, durante su discurso tras recoger el Premio

Inés Arrimadas, durante su discurso tras recoger el Premio / Reportaje gráfico: Julio González, Jesús Marín y Lourdes de Vicente

Inés Arrimadas se presentó en Cádiz, quizá sin pretenderlo pero demostrándolo, como portadora de una voz de alerta ante el peligro que corren los valores constitucionales frente a los ataques del nacionalismo y del populismo, sobre todo en su tierra de elección y adopción, Cataluña. La líder de Ciudadanos en esa comunidad, ganadora de las últimas elecciones autonómicas y jefa de la oposición en el Parlament, recibió el martes el II Premio Federico Joly, creado por Diario de Cádiz con motivo de su 150 aniversario, y patrocinado por la Fundación Unicaja. El presidente del Grupo Joly, José Joly, fue el encargado de hacerle entrega del galardón, junto al presidente de la Fundación, Braulio Medel, en los salones del Parador Hotel Atlántico de Cádiz.

Arrimadas, en un discurso que no leyó, y en el que insistió varias veces en la importancia de, tanto en política como socialmente, “elegir el camino correcto, aunque sea el más difícil”, comenzó expresando la triple ilusión que le provoca el “regalo” de este Premio. Primero, por el lugar en el que se le concede, “Cádiz, mi tierra, donde vive mi familia y porque no es fácil ser profeta en la tierra de una, y porque Cádiz aparece en todos los mapas del mundo como una de las cunas del constitucionalismo universal, y eso lo hicieron unos avanzados de su tiempo, con la primera Constitución. Pasaron muchas cosas después, pero la base fue ese Cádiz de 1812”.

Confesó que lo que le hace “especial ilusión” es la segunda de esas razones: el motivo por el que se le entrega el premio, el reconocimiento a su defensa de los valores constitucionales. “Ahora mismo tenemos una crisis, pero no una crisis territorial –afirmó– sino una crisis de valores constitucionales, y en el apoyo por parte de los partidos constitucionalistas a esos valores de solidaridad, justicia y unión, porque esos partidos los dieron por hechos, por consolidados, olvidando que son como una planta que hay que regar cada día. Nunca hay que dar por descontado eso”.

Ahondó la premiada y dijo que los valores están en crisis porque “no están de moda”. “No está de moda la igualdad, sino defender los privilegios: si naces en una determinada comunidad autónoma tienes unos derechos privilegiados. Está de moda defender los territorios antes que a los ciudadanos (no fue la única vez que se refirió a la ciudadanía). Para mí el territorio es motivo de cariño y orgullo, desde luego, pero no es más importante que los ciudadanos. Y el nacionalismo aspira a que todos los demás nos sintamos extranjeros”.

Tal vez por eso, según Arrimadas, los nacionalistas atacan los signos como el himno y la bandera, “porque representan esos valores de igualdad, solidaridad y libertad; y por eso nosotros defendemos los símbolos”. Afirmó en sus palabras que “los enemigos de la libertad son los nacionalistas y los populistas”, y defendió que “las siglas no pueden estar por delante de los valores que compartimos”.

La presidenta del grupo parlamentario de Ciudadanos en Cataluña quiso hacer también un homenaje a los protagonistas de la Transición española: “Siempre he sido consciente del regalo impagable que la generación anterior nos dejó con la Constitución como medio de superar una etapa negra. Mi partido hace un reconocimiento explícito a su legado, aunque ha llegado el momento de cambiar algunas cosas, pero no para derruir la casa sino para reformar esa casa que nos une y nos representa”.

Todo lo contrario de lo que representa sería la escena que relató: “Nunca olvidaré una pancarta en una de las manifestaciones nacionalistas del año pasado, que rezaba ‘Queremos las libertades que nos robaron en 1714’ ¿Se lo pueden creer? ¡las libertades de 1714, como un proyecto!”. Por eso, volvió a resaltar la “obligación moral de los españoles de defender los valores constitucionales”, y admitió que los partidos constitucionalistas han cometido “algunos errores”.

No perdió la ocasión para subrayar: “Tengo el orgullo de pertenecer a un partido que puede decir lo mismo en cualquier territorio de España. Juan Marín (candidato de Cs a la Junta de Andalucía) dice lo mismo aquí que yo en Cataluña”. En cierta forma, lamentó que el premio Federico Joly se le haya concedido por su “valentía” en defender estos principios: “Defender los valores constitucionales no debería ser de valientes”.Quiso Arrimadas dedicar el premio “a todos los que están haciendo la defensa de estos valores en Cataluña, a los que nunca recibirán un reconocimiento, a esos centenares de miles que están significándose allí, sabiendo que es un camino difícil pero también es el correcto; a ese millón cien mil personas que nos votaron, pero también a los profesores, profesionales, empleados... que eligen el camino correcto sin esperar ningún premio. Y les quiero decir que nunca les vamos a dejar solos, y que el resultado de esas últimas elecciones es lo mismo que una llamada a la esperanza”.

Añadió que el Premio le hace también una gran ilusión por quién lo concede, el Diario de Cádiz, “porque cuando se habla de libertad no se puede olvidar a los medios y porque su fundador, Federico Joly, también perteneció a este tipo de hombres que emprende un proyecto a pesar de las dificultades, mantuvo su camino difícil, pero correcto. Como hicimos en Ciudadanos en 2006, cuando ni el mismo Albert Rivera se imaginaba el éxito que tendríamos hoy. Yo misma nunca pensé en dedicarme a la política, pero una vez empecé, estoy convencida que he elegido el camino difícil pero correcto”. De nuevo esa expresión, como lema, para cerrar el discurso. 

José Joly, durante su intervención José Joly, durante su intervención

José Joly, durante su intervención / Reportaje gráfico: Julio González, Jesús Marín y Lourdes de Vicente

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