Andalucía

La rebaja fiscal de Andalucía fuerza a Pedro Sánchez a revisar los impuestos

  • El presidente de la Junta sostiene que el PSOE es "una jaula de grillos", después de que Valencia se sumase a la bajada del IRPF 

  • Ximo Puig se afana en defender que su reforma fiscal sí es "social"

  • El Parlamento andaluz avala el decreto con el respaldo del PP y Vox

La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, recibe las felicitaciones de su grupo tras la convalidación del decreto-ley sobre tributos cedidos

La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, recibe las felicitaciones de su grupo tras la convalidación del decreto-ley sobre tributos cedidos / Parlamento de Andalucía

"Reacción infantil", "pataleta", "rabieta". Así ha calificado el presidente de la Junta, Juanma Moreno, la reacción del Gobierno central a su bajada de impuestos, algunos de cuyos puntos han sido replicados por una comunidad socialista como la valenciana, mientras que otras, como la de Castilla y La Mancha, prevé otra reforma para la próxima semana. Las de Madrid, Galicia y Murcia también deflactarán el IRPF, de modo que las subidas salariales que se consigan para paliar la inflación no se vean gravadas por este impuesto. Esta deflactación se aplicará sólo en los primeros tramos del IRPF, pero beneficiarán a todos los contribuyentes, porque eleva el mínimo exento.

Refractario a la reforma desde la semana pasada, el Gobierno central comienza a manejar la idea de bajar algunos impuestos de modo más selectivo para las rentas más bajas. No se descarta, incluso, una deflactación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, había anunciado su reforma para esta misma semana.

En el caso de Andalucía, la deflactación beneficia a casi cuatro millones de contribuyentes. El Parlamento andaluz ha aprobado este miércoles el decreto de la reforma fiscal. Vox se ha sumado a la mayoría del PP, aunque quien ha ejercido de portavoz, Javier Cortés, ha tildado la rebaja de "ridícula". El socialista Gaspar Llanes ha defendido el voto contrario de su grupo. "Esto es pan para ricos, y migajas, para los pobres", ha sostenido desde la tribuna de oradores.

El debate fiscal partió desde Andalucía, pero se ha convertido en nacional. La reforma fiscal del presidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha abierto una brecha entre el Gobierno y las comunidades sobre si lo conveniente ahora es bajar o subir los impuestos. Esto ya no es un axioma. Puig no va a bonificar el 100% del Impuesto de Patrimonio, como hace Andalucía, Madrid, Murcia y, hasta la mitad, Galicia, pero sí se ha sumado a la deflactación del IRPF para las rentas menores a 60.000 euros. La de Andalucía beneficia a los tres primeros tramos, hasta las rentas de 35.200 euros, pero, en realidad, la rebaja se aplica a todos los contribuyentes, puesto que el límite de la primera banda de renta se eleva en un 4,3% para la globalidad.

En una visita a un congreso sobre parques tecnológicos que se celebra en Sevilla, Juanma Moreno ha acusado al Gobierno central de responder cuando Andalucía ha dado el paso, ya que antes Madrid, País Vasco y Navarra también habían anunciado bonificaciones del Impuesto de Patrimonio. "Es una pataleta", ha declarado el presidente. "No se entienden ni entre ellos mismos, en el Gobierno, ni dentro del mismo partido, lo que hay es una jaula de grillos ahora mismo", ha zanjado quien sabe que ha abierto un debate. El portavoz del PP en el Parlamento, Toni Martín, ha calificado de "cisma" lo que ha ocurrido dentro del PSOE.

Quien ha venido a respaldar, en parte, a Juanma Moreno ha sido el socialista Ximo Puig, con quien el presidente de la Junta comparte, además, las mismas reclamaciones sobre el sistema de financiación autonómica. Desde el Gobierno valenciano, que no informó al central de su reforma fiscal, se ha intentado transmitir la idea de que su rebaja sí tiene un carácter social. Nadie en las comunidades del PSOE defiende una bonificación como la del Patrimonio, pero sí hay barones que están meditando la deflactación.

Los presidentes de Extremadura y Castilla y La Mancha, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page, respectivamente, han tenido cuidado de no ahondar este miércoles en las diferencias con el Gobierno de Pedro Sánchez pero al aragonés, Javier Lambán, podría sumarse a otra reforma fiscal.

María Jesús Montero sí ha abierto la puerta a nuevas rebajas fiscales, pero entiende que éstas deben ser "quirúrgicas", "selectivas", "que se proteja a los ciudadanos más vulnerables". "No es buena una espiral de bajada de impuestos", ha sostenido. Montero presentará la semana próxima una reforma fiscal, de la que se conoce por ella misma que habrá una figura que grave a las grandes fortunas para compensar las bonificaciones de algunas comunidades.

El debate abierto desde Andalucía ha llegado a Bruselas. Desde la capital comunitaria, el comisario de Asuntos Económicos, Valdis Dombrovskis, ha manifestado que lo "importante" es que haya "suficientes" ingresos fiscales para afrontar los gastos. "Lo importante es que hayan suficientes ingresos fiscales para afrontar las necesidades de financiación del Estado o de las autoridades locales”, ha indicado Dombrovskis durante una rueda de prensa, al ser preguntado por los recortes de impuestos anunciados por los gobiernos autonómicos.   

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