los planes de estudio de la universidad, a debate en universia · conclusiones y propuestas

Los rectores andaluces ven la reforma de Wert "precipitada"

  • Abogan por el "consenso" ante los cambios que el ministro quiere implantar con grados de tres años cuando apenas se han evaluado los de cuatro años. No entienden tanta "urgencia".

Implantar cambios en la universidad sin contar con los rectores sólo es posible en países como España, que no en vano lleva lustros dando tumbos en materia de educación. ¿Acaso contó el ministro Gallardón con los jueces para reformar la Justicia?, debió pensar el titular de Educación, José Ignacio Wert. ¿No es cierto que muchos concejales ya saben más que todos los técnicos juntos a los dos días de pisar su nuevo despacho de Urbanismo? En el marco del último Consejo de Universidades, los rectores en general y los andaluces en particular lamentaron tanto diálogo para sordos. Por lo pronto, manifestaron que es "precipitada" la reforma que quiere implantar el ministro Wert en el ámbito universitario, y sobre todo no entienden "tanta urgencia". Entre los principales cambios que se preparan para la Universidad, están los grados de tres años en lugar de cuatro y universidades más especializadas. Y los rectores recuerdan que en las universidades andaluzas apenas han terminado sus estudios las primeras promociones de los grados de cuatro años para poder opinar sobre los pros y contras. Basta el ejemplo del campus de Jerez, donde entre el curso pasado y éste se han graduado las primeras promociones de las nueve titulaciones que se imparten en el mismo. Wert impondrá esta reforma a través de decretos, y el consejero de Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, más en el discurso político que en el educativo, denunció que supondrá "un hito más en el camino de acabar con la educación pública en España". A su juicio, "las universidades que opten por impartir tres años de grado y dos de máster, en vez de cuatro de grado y los másteres correspondientes, como en la actualidad, serán más caras para los alumnos".

Los rectores andaluces van más al fondo del asunto. El rector de la Universidad de Cádiz (UCA), Eduardo González Mazo, en primer lugar, lamentó los "vaivenes" que está dando este país en materia de Educación en los últimos 20 años. Y este debate cobró vida durante el III Encuentro Internacional de Rectores Universia, celebrado estos días en Brasil, partiendo de lo ya dicho por el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Manuel López, a propósito de la polémica reforma: "Reducir a tres años los títulos de grado universitarios puede producir confusión o desconcierto en el seno de la comunidad universitaria". Y en esta línea, González Mazo subrayó que "ya es hora de que consensuemos una propuesta de universidad como país". Con ello, recordó que "los propios rectores en su día barajamos la opción del tres más dos, pero se decidió que fuesen cuatro. Lo que no tiene mucho sentido ahora es que antes de que hayamos tenido tiempo de evaluar nuestros grados -y a buen seguro que tendrán cosas buenas como menos buenas- ya estamos pensando en cambiar de nuevo". Su opinión, dice, es compartida por la amplia mayoría de rectores andaluces, entre otras cuestiones fundamentales, porque entre decretos, normativas y leyes, el sistema universitario español acumula 20 reformas, y así es imposible avanzar.

Los rectores solicitan a Wert algo más de tiempo para estudiar su propuesta, pero Wert no parece por la labor. Ha dado hasta el 15 de septiembre para presentar alegaciones, y su reforma saldrá haciendo oídos sordos a la amplia mayoría de universidades puesto que el informe de los rectores no será vinculante. Para Bruno Pujol, director general de Desarrollo Universitario de la Universidad Nebrija, de Madrid, la reforma "es un disparate"; "y tiene gracia -recalca-: Cataluña está de acuerdo".

"Es cierto que el resto de Europa sigue la fórmula del tres más dos, pero Alemania por ejemplo se plantea ahora pasar a cuatro. No nos negamos a dialogar -puntualizó González Mazo-, lo que vemos es que es precipitado, y lo que necesitamos todos es una propuesta consensuada y no tantos proyectos como comunidades autónomas haya". En este contexto, explicó que el borrador apunta a la máxima flexibilidad y autonomía, con lo que "puede pasar que una misma disciplina se dé tres años en Andalucía y cuatro años en Cataluña". El temor de los rectores es que entre en juego el puro 'mercadeo'.

La reforma también propone que el número de grados y másteres que las nuevas universidades receten para ser autorizadas continúen siendo ocho, pero ya no será necesario que esas titulaciones sean generalistas para abordar casi todas las áreas de conocimiento, sino que podrán especializarse. La nueva acreditación que se prepara para el profesorado universitario pasará de un modelo cuantitativo de méritos a otro más cualitativo. La docencia y la investigación siguen teniendo más peso que el resto de variables en las evaluaciones, y menos en cuenta se tendrá la gestión universitaria y más la experiencia profesional.

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