Madrid, primera plataforma para Vox

La variante madrileña retumba en San Telmo: la tormenta política en siete claves

  • Un gobierno de coalición del PP y Vox en Madrid no es la mejor carta de presentación para Juanma Moreno

Juanma Moreno y Juan Marín, este miércoles en el Parlamento.

Juanma Moreno y Juan Marín, este miércoles en el Parlamento. / Juan Carlos Muñoz

Murcia es una comunidad sin apenas eco en el resto de España, su población es similar a la de la provincia de Cádiz, pero el giro estratégico que Ciudadanos ha impreso a sus alianzas con los otros dos partidos de la derecha estaba llamado a ser un terremoto nacional de largo alcance. Tanto que no ha habido que esperar ni un día, Madrid replicaba casi al instante. El virus murciano mutó en Madrid. Su presidenta Isabel Díaz Ayuso, del ala más populista del PP, rompe con Ciudadanos, y convoca unas elecciones de la que puede salir un Gobierno de coalición entre PP y Vox. Murcia era un problema encapsulado para el Gobierno de Juanma Moreno, pero Madrid sí ha retumbado en San Telmo, tanto que el presidente y su aliado, Juan Marín, de Ciudadanos, se han visto obligados a escenificar su fortaleza y unidad en una intervención en el patio del Parlamento.

Éstas son algunas de las consecuencias del giro naranja.

1.- Ciudadanos se coloca en el centro de modo peligroso. El partido de Inés Arrimadas se ha resituado en el arco parlamentario español, no quiere ser sólo una muleta del PP, sino jugar a su izquierda y derecha. Necesita presidir gobiernos y centrarse con otras alianzas.

El PP lo ganó todo en la negociación que mantuvo con Albert Rivera después de las elecciones municipales y autonómicas: las presidencias de Madrid, Castilla y León y Murcia, además del Ayuntamiento de la capital de España. Ciudadanos ha actuado ahora en Murcia, porque allí el PP gobierna desde hace varias legislaturas, porque hay casos de corrupción y porque es donde su electorado le permite la alianza con el PSOE. Ésta es una disyuntiva que Ciudadanos debía romper algún día, y ahora se verá si su electorado lo respalda. La prueba de las elecciones en la comunidad de Madrid se presenta harto complicada.

2.- Una operación de Moncloa y Ferraz. La negociación del PSOE y Ciudadanos ha sido al máximo nivel. Por parte de los socialistas han intervenido Félix Bolaños, que es el secretario general de Presidencia, el interlocutor con Ciudadanos para los asuntos del Gobierno en el Congreso; José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, además de ministro, y Santos Cerdán, su hombre en Ferraz. En principio, la operación sólo era para Murcia, aunque tendría implicaciones en futuras alianzas del PSOE con los naranjas en el Congreso.

Pedro Sánchez ha roto el bloque de las derechas, sin apenas perder nada.

3.- En la casa de Rufián. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, daba el martes por rota, una vez más, la colaboración entre su partido y el PSOE, después de que los europarlamentarios socialistas votasen a favor de suspender la inmunidad de Carles Puigdemont. "A lo mejor lo tienen que celebrar en sus casas", le soltó a los socialistas.

Con ERC, una vez más, no hay nada que hacer, Cataluña tendrá otra legislatura estéril, donde el programa independentista engullirá la gestión y cualquier diálogo con el Gobierno central. El PSOE de Sánchez retrocede a las semanas anteriores a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, línea abierta con Ciudadanos y posibles acuerdos con los de Inés Arrimadas. Gana la parte templada del Gobierno.

4.- Otro golpe a Pablo Casado. El número dos de Casado, Teodoro García Egea, sale muy tocado de la crisis murciana, sobre todo para imponer sus tesis en el PP de otros territorios, como Andalucía. Pablo Casado desconocía lo que iba a ocurrir en Murcia y apenas tuvo tiempo para encajar lo que Isabel Díaz Ayuso iba a hacer en Madrid. No obstante, las elecciones autonómicas en Madrid pueden salvarle si Ayuso, que fue una apuesta personal de Casado, sale reforzada.

5.- Andalucía no es Murcia ni Madrid. La alianza entre Ciudadanos y el PP en Andalucía es muy fuerte, ambos partidos apenas han tenido disensiones en el Gobierno andaluz y los naranjas no se plantean flirtear con los socialistas a este nivel. Inés Arrimadas lo explicó hace unas semanas en este diario: el cambio andaluz necesita proseguir y el PSOE es un pasado de cuatro décadas. En ese sentido, no hay afectación, pero el Gobierno de Moreno se apoya en Vox, y el partido de Abascal viene apretando con asuntos como el veto parental, que es una de las causas de la ruptura murciana. Aun así, el Gobierno andaluz podría acabar la legislatura sin nuevos Presupuestos en 2022.

El alejamiento del PP y Ciudadanos hacia Vox es mayor hoy que ayer. Los portavoces de ambos partidos, José Antonio Nieto y Sergio Romero, han acusado a Vox de querer desestabilizar a Andalucía. 

6.- Madrid como espejo. Andalucía iba a ser la primera comunidad en celebrar elecciones después de Cataluña. En el Gobierno de Juanma Moreno había una honda preocupación por la subida de Vox y el adelantamiento que iba a hacerle a Ciudadanos, porque ello llevaría al PP a tener que incluir a los de Abascal en el Ejecutivo. La previsualización de un Gobierno presidido por Moreno con Macarena Olona, posible candidata de Vox, de número dos de San Telmo supone un acicate para los socialistas abstencionistas. Pero Juanma Moreno siempre podría eludir ese compromiso, al menos hasta después de las elecciones autonómicas. Por eso, para no tener que meter a Vox en el Gobierno, tanto en el PP como en Ciudadanos se piensa en acudir juntos a esos comicios. A Vox no le quedaría más remedio que seguir apoyándoles desde el Parlamento.

Pero Madrid cambia ese escenario. Isabel Díaz Ayuso puede seguir gobernando en Madrid si las elecciones le son satisfactorias, pero formaría una coalición con Vox, con Rocío Monasterio. A ambas le separan pocas diferencias, el discurso de Ayuso al anunciar las elecciones copiaba la retórica de Vox, desde la apelación a "socialismo o libertad" y hasta el "adoctrinamiento" en las escuelas. 

Con un Gobierno de derechas en Madrid, con tintes más populistas que el de ahora, a Moreno se le pueden hacer muy cuesta arriba unas elecciones en Andalucía si sus aliados naranjas siguen cayendo en los sondeos. La preocupación, que ya era palpable la semana anterior, es ahora mayúscula. Para gobernar, Moreno debe dejar de planificar a tres bandas.

7.- Juan Espadas y Ciudadanos. Ferraz y Moncloa ya han decidido plantar cara a Susana Díaz en Andalucía, será en el congreso regional o, antes, con la convocatoria de unas primarias para elegir candidato socialista a la Presidencia de la Junta. Juan Espadas, el alcalde de Sevilla, es quien está mejor situado. La alianza que mantiene con Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sevilla es una virtud en el caso de que se presentase y lograse ganar en votos al PP de Juanma Moreno. Ciudadanos nunca devolvería a Susana Díaz a la presidencia de la Junta, su pacto con el PP es sólido, pero Espadas, al menos, introduciría un grado de inquietud.

 

 

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