La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

La vergüenza del Parlamento cerrado

Nos venden que la Cámara es clave para la recuperación y las cuentas, pero la mantienen sin actividad todo el mes de enero

Parlamento de Andalucía

Parlamento de Andalucía / M. G. (Sevilla)

Se les llena la boca a los barandas autonómicos con la importancia de que el Parlamento pueda sacar adelante decretos, leyes y, por supuesto, el Presupuesto. Nos dan la turra con 2022 como año de la recuperación y de la gestión de los fondos europeos, los mismos que Juan Marín pronuncia la mar de bien en inglés (risas en off). Cacarean la teoría de la pinza, que de toda la vida han sido alfileres para tender como bien recuerda Juan Parejo, que las pinzas son para el cirujano que las pide sin mirar a la enfermera. Ahora el Parlamento es importantísimo, de pronto se ha vuelto vital para nuestro futuro, para el centrismo moderado y reformista, para que los hospitales funcionen, la sanidad siga siendo pública, los autobuses lleguen a las paradas y tengamos transporte subterráneo en todas las capitales. Un día se cuela una rata y otro echan para atrás unas cuentas que hace el PP al gusto del PSOE. ¿Alguien entiende algo?

Debe ser cosa del fin de la ideologías en Andalucía, de la moderación de escaparate, de esa forma de hacer política en la que mi dilecto Elías (un santo sin cofradía) saca los alfileres, uno verde por Vox y otro rosáceo (que no rojo) por el PSOE. No debía haber alfileres encarnados en la tienda de chino más próxima. El caso es que nos cuentan que habrá elecciones si el Parlamento se queda bloqueado y nos ponemos a temblar. Porque lo que se va a quedar de momento es... cerrado. ¿Saben los ocho millones de andaluces que enero es un mes inhábil para la actividad de Sus Señorías? Enero de pitón a rabo. En el Parlamento no hay cuesta de enero porque directamente cierran. ¿No podría el Gobierno del cambio hacer gala de su nombre y acabar con un hábito sonrojante? Los diputados cobrarán su mensualidad en enero, pero no hay Plenos. Por la jeta. Por la costumbre. Porque Andalucía es así. Y ahí están todos de acuerdo, como con la paga del 18 de julio, que nunca se le ha criticado a Franco.

¿Será que el Parlamento de Andalucía no es tan importante? Si no hay Presupuesto, habrá que aprobar modificaciones, decretos y otras normativas para suplir la falta de unas cuentas supuestamente actualizadas a las necesidades que vienen. Pues no. Las Cinco Llagas se cierran hasta para la rata. ¿Y que harán tantos diputados todo el mes, con lo largo y frío que es enero? Igual que en Sevilla quitaron por puro decoro el lunes de resaca al término de la Feria, el Parlamento debería abrir en enero para evitar un cierre que no se entiende y muchos menos se explica. Se marchan con los polvorones y no vuelven hasta San Blas. Eso sí que exige cambio y no cosmética. Debe ser cosa de la tercera (o cuarta) modernización. ¿Por cuál vamos?

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