Andaluzas 22M

La Cámara pentacolor

  • Andalucía estrena en España un escenario inédito en 37 años de democracia. Sevilla, Almería y la diferencia entre primero y segundo marcan la estabilidad. El nuevo Parlamento se constituye el 16 de abril con cinco o seis partidos.

NUNCA se había visto nada parecido en 37 años de democracia. Andalucía va a ser la primera en estrenar esta noche un nuevo escenario de partidos políticos en España en el que convivirán cinco o seis fuerzas, del azul del PP al morado de Podemos, pasando por naranjas, rojos y magentas. La irrupción de Podemos y Ciudadanos en los sondeos se transformará en sustancia, pero por primera vez, se podrá medir cuál es su fuerza real de ambos más allá de las catas demoscópicas. No obstante, y de cara a las elecciones generales, Andalucía introduce dos matices. El arraigo del PSOE y el sesgo de izquierdas de su electorado harán que la Cámara de las Cinco Llagas sea más plural que hasta ahora, aunque sin llegar al empate a tres o a cuatro que se adivina en España. El PSOE de Susana Díaz será mayoritario, aunque lo sustancial del 22-M es el margen que le da el Parlamento para gobernar de un modo estable.

Éstas son algunas claves para seguir la jornada de hoy.

La mayoría amplia

La mayoría amplia o suficiente es un concepto que ha utilizado Susana Díaz, es un número de parlamentarios suficiente para gobernar sin necesidad de un Gobierno de coalición pero sin alcanzar la mayoría absoluta de 55 escaños. Un ejemplo: si el PSOE obtuviera esta noche más de 50 escaños, podría formar un Ejecutivo que se apoye en fuerzas minoritarias para sacar adelante las principales leyes, como la del Presupuesto. Es un modelo similar al de los últimos años de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso. De todos modos, la mayoría amplia no sólo depende del número de escaños que obtenga el PSOE, sino del resultado de cada uno de los siguientes partidos.

Todos los sondeos dan esta mayoría. Una simulación realizada con los datos de las última encuesta del Centro de Estudios Sociológicos (CIS) más una media de las demás encuestas otorgan 45 escaños al PSOE como número con más opciones, con una horquilla de 43 a 48. El PP sacaría 32, con una oscilación de 30 a 34. Podemos, 17; Ciudadanos, 10 e IU, con cinco. De confirmarse estos resultados, el PSOE podría apoyarse en Ciudadanos o en Podemos, aunque esto último es muy difícil.

No obstante, hay que hacer una importante consideración. En las elecciones de 2012, todas las encuestas se equivocaron al sobrestimar el voto del PP y subestimar el del PSOE. La diferencia entre ambos fue de un punto y de tres escaños, cuando los sondeos daban hasta siete puntos de diferencia. Esto le hubiese dado la mayoría absoluta a Javier Arenas, lo que no ocurrió.

El cálculo de la presidenta

Cuando Susana Díaz convocó elecciones anticipadas -es necesario recordar que lo hizo para buscar "estabilidad-, contaba con encuestas que le daban 50 escaños. Su índice de conocimiento y su buena valoración hacían pensar que esa estimación fuera al alza. Díaz cogió al PP y a Podemos sin candidato (Teresa Rodríguez lo fue después) y sin un grado óptimo de conocimiento (Juanma Moreno), pero aún no había aparecido un tercer factor: Ciudadanos, la revelación de esta campaña, con un cartel que protagoniza un desconocido concejal de Sanlúcar, Juan Marín. Éste es el factor que rompe ese esquema de los 50 ó 53 diputados a los que aspiraba el PSOE. Aunque Ciudadanos haga daño al PP, Susana Díaz sale perjudicada porque el número de sillones a repartir son los mismos, 109. Y no es lo mismo dividir entre cuatro que entre cinco.

Hay un sondeo que sólo manejan los chicos de San Telmo que sigue otorgando 50 parlamentarios a Susana Díaz. Este resultado sería un éxito para la presidenta andaluza, y todo lo que sea pasar de 50 es casi el éxtasis. Esta noche van a oír cómo ganan todos, y es posible, los partidos se enfrentan a un nuevo escenario donde cabrán todo tipo de lecturas.

El PSOE perdió las elecciones de marzo de 2012 con 47 escaños, de tal modo que Susana Díaz siempre podrá cantar victoria si gana, aunque sea por un solo voto. Sin embargo, la presidenta convocó elecciones para conseguir más estabilidad, más que la que le daba la coalición con IU.

Provincias diana

El resultado de Almería es una de las claves para el global de Andalucía. En 2012, el PP obtuvo tres escaños más que el PSOE en esta circunscripción, los tres que marcan la diferencia de 50 a 47 en el actual Parlamento. Si el PSOE empata con el PP en número de escaños almerienses y si los socialistas arrasan en Sevilla, Susana Díaz obtendrá un buen resultado para gobernar. El PP también ganaba en Cádiz y Málaga, pero en éstas circunscripciones ya se da por seguro el empate. Málaga va a ser la provincia más plural, los cinco partidos pueden lograr representación e, incluso, es posible que UPyD, con Martín de la Herrán, logré aquí su único escaño.

Sevilla capital es la pequeña patria de la candidata Díaz, suele tener un comportamiento diferente al del resto de la provincia - básicamente socialista-, de tal modo que todo lo que sea sacar nueve o 10 escaños supondrá que el efecto Susana ha prendido en la ciudad. En la medida que haya mayor diferencia entre el partido más votado y el segundo, el reparto de restos de la Ley D'Hont favorece a los ganadores.

Alianzas, pactos...

El equilibrio de fuerzas entre los distintos partidos dirá mucho de los pactos que se pueden establecer en el futuro, aunque la falta de una cultura de consensos hará más complicado lo que, por aritmética, sólo sería una suma hecha a base de concesiones y líneas rojas. Mejor es ir por fechas.

El 16 de abril se constituye el nuevo Parlamento. Si nadie obtiene la mayoría absoluta, la elección del presidente, o presidenta, de la Cámara marcará el tono de las conversaciones. Si hay consenso a la vista, el PSOE dará un paso atrás y se elegirá un presidente que no sea socialista. Si hay enroque de la oposición, como sucedió en 1994 con la pinza, el presidente será igualmente no socialista pero a la contra del PSOE. Será un mal inicio para la gobernabilidad.

La elección del presidente de la Junta requiere de la mayoría simple del Parlamento; por tanto, si no hay mayoría absoluta, uno o varios grupos se deberán abstener o votar a favor del candidato además del partido de éste. Si en el plazo de dos meses no hubiese acuerdo, se convocarían elecciones. El escenario previsible es que varios partidos se abstengan y dejen pasar al presidente en una de las votaciones de la investidura, y después de las elecciones generales, se materialice el pacto. Podemos y el PP ya han explicitado que dejarían pasar a la presidenta en esa situación.

Grupos parlamentarios

El Parlamento andaluz nunca ha tenido cinco grupos parlamentarios. En 1982, obtuvieron representación cinco partidos (PSOE, AP, UCD, PCE y PSA), pero los andalucistas sólo ganaron tres escaños y, para establecerse como grupo, es necesario cinco. El grupo tiene mayor capacidad y financiación para ejercer de oposición; por ejemplo, puede interpelar al presidente en la sesiones de control.

El futuro de los líderes

El PP pueden obtener el peor resultado de su partido desde los tiempos de Gabino Puche en los años 80, pero Juanma Moreno se ha ganado el respeto de su partido en los dos debates de televisión. No dimitirá, se ha definido como un candidato de largo recorrido, con otros cuatro años por delante. El PSOE también puede obtener el peor resultado de su historia en Andalucía, pero una victoria en estos tiempos ya es mucho. Susana Díaz tendrá que resolver a medio plazo cuál es su futuro en la política nacional, aunque estos días de campaña han convencido a Pedro Sánchez, su secretario general, de que no será su aliada en ninguno de los casos. Díaz no se presentará a las primarias de junio; Pedro Sánchez sí, y sólo una debacle en las elecciones municipales y autonómicas de mayo podría llevarle a dimitir. Si ocurriera, todos mirarían al sur.

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