Málaga

La economía de Málaga supera el 2018 con nota alta

  • El año pasado hubo más turistas, se vendieron más viviendas, más vehículos, el campo tuvo una gran facturación, se crearon más empresas o se redujo el paro

Un camarero trabaja en una cafetería en Málaga

Un camarero trabaja en una cafetería en Málaga / Javier Albiñana (Málaga)

Málaga sigue manteniendo el pulso económico a buen ritmo. Hay agoreros que ya hablan de una nueva crisis, pero, mientras llega o no llega, la realidad es que esta provincia ha pasado el 2018 con una nota alta gracias a un nuevo récord turístico o el renacimiento de sectores importantes como la construcción o la agricultura.

El 2019 se presenta con buenas perspectivas, aunque hay un nuevo gobierno andaluz que debe echar a andar, serias incertidumbres políticas en España, y un contexto internacional marcado por los nacionalismos. Todo influye en las cuentas, máxime cuando muchas empresas malagueñas se lanzaron a la exportación para sortear la crisis, pero Málaga siempre tiene un as debajo de la manga: el sol. Los turistas tienen a la Costa del Sol entre sus destinos preferidos, aunque habrá que ver cuál será la repercusión definitiva del Brexit en el turismo británico, hasta ahora el cliente internacional más importante para Málaga.

PIB: málaga sigue en cabeza

El PIB es el resumen de la actividad económica y Málaga sigue a la cabeza de Andalucía. El último informe de Analistas Económicos de Andalucía, grupo de estudios dependiente de la Fundación Unicaja, estimaba que Málaga cerraría el 2018 con un crecimiento del PIB del 3%, medio punto más que la media andaluza y tres décimas más que la media española. En 2017 también fue la provincia que más tiró del carro regional con un alza del 4%. Se habla de cierta desaceleración, pero cualquier economista firmaría que Málaga pudiera crecer todos los años a un ritmo del 3%.

Un grupo de turistas en el centro de Málaga Un grupo de turistas en el centro de Málaga

Un grupo de turistas en el centro de Málaga / Javier Albiñana (Málaga)

Turismo: la apuesta segura

Tras dos años de récord turístico parecía difícil repetir, pero todo apunta a que se ha conseguido. Aún no hay datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística del conjunto del año, pero Turismo Costa del Sol ya hizo un balance el pasado 18 de diciembre en el que adelantaba que Málaga elevó un 1% los turistas hasta los 12,5 millones y que éstos habían desembolsado 14.200 millones de euros, un 2,5% más que en 2017. El aeropuerto ofrecerá sus datos esta semana pero marcará un nuevo máximo histórico. Solo hay que ver cómo están las calles de turistas tanto en la capital como en numerosos municipios de la costa e incluso del interior. Esa avalancha ha provocado un despegue del alquiler de viviendas turísticas y las quejas de los vecinos por los ruidos, aunque también un mayor dinamismo del sector hostelero y del empleo.

Vivienda: resurgen con fuerza las ventas

Málaga cerró el 2018 con el mayor número de compraventa de vivienda desde 2007, el último año del boom del ladrillo, lo que ratifica la recuperación del sector inmobiliario. Entre enero y noviembre del año pasado se registraron 30.274 ventas en la provincia, lo que supuso un aumento del 5,3% sobre el mismo periodo del año anterior, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. En 2017 se alcanzaron 30.869 compraventas, por lo que en 2018, a falta de conocer aún las operaciones de diciembre, se va a superar con creces pues la media de compraventa de viviendas mensual está en torno a 2.500. Lo normal es que se cierre el 2018 en torno a las 32.500 compraventas –el dato se conocerá dentro de un mes– y hay que remontarse a 2007 para encontrar una cifra superior, cuando se llegó a 42.386. La vivienda usada sigue protagonizando el negocio. Entre enero y noviembre se contabilizaron 24.648 ventas de inmuebles de segunda mano en la provincia, un 5,1% más interanual, y el 81% del total de las operaciones. Es algo normal si se tiene en cuenta que la promoción de viviendas nuevas se frenó en seco hasta hace apenas un par de años y que el periodo medio de maduración de las nuevas promociones suele ser de unos dos años. Aún así, la vivienda nueva vuelve a respirar y en los once primeros meses de 2018 hubo 5.626 compraventas, un 6% más. Málaga fue, hasta noviembre, la cuarta provincia del país en la que se vendieron más casas, tras Madrid (70.991), Barcelona (51.658) y Alicante (37.026).

Agricultura: el aceite es oro líquido

Los agricultores y ganaderos malagueños ingresaron el año pasado 803,7 millones de euros, lo que representó un crecimiento del 8,7% sobre el dato de 2017 y, lo más importante, la segunda mayor facturación de su historia. El aceite es el producto estrella, el oro líquido. En la pasada campaña se produjeron más de 75.000 toneladas que representaron unas ventas de 216 millones de euros, según los datos de la patronal agraria Asaja. El aguacate, con 120 millones de euros, tiró del carro de los productos subtropicales que, por primera vez, obtuvieron más ingresos que los hortícolas. En el lado negativo, el tomate cayó en picado por la competencia de terceros países como Marruecos o por el hecho de que Rusia o Ucrania están poniendo plantaciones para ser autosuficientes. Las lluvias del año pasado permitieron al campo malagueño tener un buen ejercicio y se confía en que el 2019 también pueda ser positivo, aunque es un sector que siempre está marcado por la incertidumbre.

Vista de la sede central de Unicaja Banco Vista de la sede central de Unicaja Banco

Vista de la sede central de Unicaja Banco

Finanzas: Unicaja banco sigue creciendo

Unicaja Banco sigue haciendo sus deberes. Crece en solvencia y rentabilidad y analiza nuevos procesos de fusión que le den una mayor dimensión para competir con el resto de gigantes nacionales e internacionales del sector. A 30 de septiembre tenía un beneficio neto de 142 millones de euros y una ratio de capital ordinario de primer nivel (CET 1) del 15,6%. El 2018 acabó con la confirmación de que Unicaja Banco analiza la absorción de Liberbank, algo que podría fructificar en los próximos meses. En estos momentos los expertos contratados por ambas compañías analizan la viabilidad de la operación y, de recibir el visto bueno, la fusión podría tener lugar en el segundo semestre del año una vez obtenidas todas las autorizaciones y recibidos los vistos buenos de los accionistas. Si se confirma, Unicaja Banco pasaría a ser el sexto mayor banco del país.

Automoción: un sector en aceleración

La venta de vehículos es un buen termómetro de la economía. Comprar un coche no suele ser barato y, salvo necesidad extrema, son operaciones meditadas basadas en la confianza en el dinero presente y futuro en los bolsillos de los ciudadanos. El año pasado se matricularon 34.964 turismos y todo terrenos en la provincia de Málaga, un 7,2% más que en 2017, según los datos de las patronales Anfac, Faconauto y Ganvam. A eso habría que añadirle la venta de otro tipo de vehículos como las motocicletas, etcétera. El patinete eléctrico fue uno de los regalos estrella en Reyes, pero ir en coche es una de las preferencias de los malagueños.

Empresas: la tercera más dinámica del país

Málaga sigue liderando la creación de empresas en Andalucía y se consolida como el tercer polo más importante de España tras Madrid y Barcelona. En esta provincia se constituyeron 5.092 sociedades mercantiles entre enero y noviembre del año pasado, lo que supuso un crecimiento del 7,6% respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. El empuje económico de la zona y sus buenas infraestructuras han permitido que se cree un ecosistema propicio para el desarrollo de nuevos proyectos empresariales, hasta del punto de que Málaga parece haberse puesto de moda. En España solo se crean más sociedades mercantiles en las dos grandes urbes -Madrid y Barcelona- y la tercera es la Costa del Sol. El número de empresas nuevas es alto, aunque tanto la patronal como los sindicatos siempre han lamentado que su dimensión sea pequeña, lo que les resta capacidad para competir.

Empleo: 6.300 parados menos

El paro fue en 2018, otra vez, el principal problema de la economía malagueña y va a seguir siéndolo en los próximos ejercicios porque es imposible absorber toda la demanda laboral existente en una provincia que capta a personas de distintas zonas de España y del extranjero. El año pasado finalizó con 151.249 personas apuntadas en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo, 6.324 menos que a finales de 2017. Todos los descensos son favorables, pero es obvio que el ritmo no es todo lo rápido que se desea. El sector servicios sigue liderando el volumen de parados, con 109.825 a finales del año pasado. En la construcción había 15.016, en la industria 7.383 y en la agricultura 3.367. La Encuesta de Población Activa de finales de 2018 se conocerá el 29 de enero. En el tercer trimestre de 2018, Málaga tenía una tasa de paro del 17,8%, tres puntos más que la media nacional. En diciembre subirá porque el tercer trimestre es la temporada alta turística.

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