Homenaje al guardia civil fallecido por un disparo en Huétor Vega

El recuerdo de una huella imborrable tras un año sin el agente Arcos

  • El Ayuntamiento de Huétor Vega y la Benemérita de La Zubia rinden homenaje al guardia civil fallecido en acto de servicio durante un tiroteo en 2018

La madrugada del 15 de octubre del pasado 2018, el agente José Manuel Arcos perdía la vida salvaguardando la seguridad de los demás. Una persecución a un delincuente que minutos antes había asaltado un bar en Las Gabias desencadenó un tiroteo que supuso su último servicio. 365 días después, Huétor Vega y la Guardia Civil aún no olvidan aquel episodio que este martes, cuando se cumple un año, congregó la mañana de este martes a vecinos, compañeros y amigos para rendir homenaje a un agente "modelo" y todo un "ejemplo" para la Benemérita.

Fin del minuto de silencio guardado en memoria del agente Arcos. Fin del minuto de silencio guardado en memoria del agente Arcos.

Fin del minuto de silencio guardado en memoria del agente Arcos. / G. H.

Con un acto sencillo, pero lleno de cariño y emotividad, el Ayuntamiento de Huétor Vega y la Guardia Civil de La Zubia homenajeó al agente Arcos en el mismo lugar donde prestó servicio por última vez. Allí, el alcalde de la localidad, Mariano Molina, y el jefe del puesto principal de la Guardia Civil de La Zubia, el teniente José Manuel Martínez, depositaron un ramo de flores, tras lo que se guardó un minuto de silencio en memoria de este agente que, tras los hechos, fue condecorado con la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo, que fue entregada a título póstumo por el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y es que aún sigue muy presente aquella madrugada del 15 de octubre del pasado año cuando tras recibir un aviso por radio, el agente Arcos dio su vida por los demás.

Faltaban menos de dos horas para que acabase su turno -terminaba a las 6:00 horas- cuando el agente Arcos, junto a una compañera de prácticas que patrullaba esa noche con él, recibían el aviso de que se había producido un robo en un bar de Las Gabias en el que se había visto implicado un Ford Escort color blanco. En un principio, la alerta era para los efectivos de Cájar, sin embargo, minutos después recibieron un segundo aviso: el sospechoso podía dirigirse a Huétor Vega.

Sobre las 4:20 de la madrugada, el agente Arcos observó un coche del modelo indicado que aumentó de velocidad al percatarse de la presencia policial en la zona de la avenida Doña Juana de la localidad hueteña, por lo que le dieron el alto. Sin embargo, el conductor, pese a parar el vehículo, trató de darse a la fuga a pie.

El agente Arcos salió detrás suya, pero al fugado le dio tiempo a esconderse en un parque de la zona. Cuando el guardia civil llegó hasta el lugar donde se escondía el delincuente fue sorprendido por este que se abalanzó sobre él, por lo que se enzarzaron en un forcejeo. Fue entonces cuando el individuo disparó a bocajarro a este agente que, pese a ser evacuado hasta el Hospital del PTS, nada pudo hacerse por su vida.

Ante ello, la Guardia Civil puso en marcha la llamada 'Operación Jaula', un operativo que, cinco horas después, sobre las 9:30 horas, dio sus frutos: el control policial situado en la rotonda que conecta Huétor Vega con la capital, junto al centro comercial Serrallo Plaza, el autor del disparo era detenido. Los agentes, que pertenecían a una patrulla de Albolote, dieron el alto a la furgoneta blanca en la que viajaba Juan Antonio M. G. -un conocido delincuente con antecedentes que desde entonces se encuentra en prisión- y en la que se encontró el arma del crimen.

24 horas más tarde, la Catedral de Granada acogió el último adiós a un agente de los que "hacen que durmamos tranquilos y vivamos seguros", como afirmó el arzobispo de Granada durante el acto fúnebre, en el que tampoco faltaron las palabras de recuerdo de sus compañeros que, a día de hoy, siguen igual de presentes:

"Te hablamos a ti. Padre, hermano, compañero, amigo. Jose, estamos aquí por ti, por todo lo que has dado y todo lo que has dejado. Hacemos nuestro último servicio juntos. Qué extraño será no verte entre nosotros, no escuchar tus consejos, no sentir esa valentía única e irrepetible, tu solidaridad infinita. Naciste para esto, lo sabes, sin querer recibir nada a cambio. Te fuiste luchando, como siempre. Qué pena, no pudimos estar todos contigo. Tu vida se basaba en tres valores fundamentales: familia, trabajo y deporte. Hoy no solo te honramos tus compañeros, también tus amigos y familiares. Eres una persona de retos. Seguiremos tu ejemplo y dedicación. Por eso, hoy despedimos al hombre más grande, en el templo más grande de la ciudad más grande. Te hacemos una promesa: jamás tu familia estará sola. Tú harías lo mismo por nosotros, nunca dejaste atrás a nadie. Ya estás con tu padre. Como tú decías de él, ahora tú cuidarás de nosotros. Un abrazo amigo, te queremos".

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